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Estrategias para rentabilizar las carteras en 2022

Los analistas se muestran optimistas tanto para el mercado estadounidense como para el europeo, incluido el español

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Con los dos últimos ejercicios marcados por la crisis del Covid y una inflación que lleva para muchos demasiado tiempo ya considerándose transitoria, los inversores en Bolsa afrontan el nuevo año con visiones positivas pero al mismo tiempo con grandes dudas.

La mayoría de los analistas sigue siendo optimista para los mercados en general. “Las previsiones a día de hoy rondan el 5% de subidas en la Bolsa americana el año que viene y por encima del 10% para las europeas, incluyendo la española”, apunta Francisco Quintana, director de estrategia de inversión en ING. “Eso sí, comparado con otros años, vemos que la divergencia entre previsiones ha aumentado. Esos números de consenso pueden engañar porque tapan visiones muy extremas de 2022”, advierte.

Tecnología, salud y alimentación, sectores defensivos ante posibles repuntes del coronavirus en el mundo en 2022

En cuanto al mercado español, los expertos están divididos en cuanto al signo de sus previsiones. Nicolás López, director de análisis de renta variable en Singular Bank, es optimista respecto a nuestra Bolsa ya que tiene una valoración muy baja “tras un año 2021 que, previsiblemente, va a acabar con una rentabilidad modesta pese al fuerte impulso de los beneficios empresariales. En este sentido, en un contexto de crecimiento razonable de la economía, el mercado español podría tener una rentabilidad superior a la media en 2022, por encima del 10%”.

Entre los riesgos, una sobrerreacción de los bancos centrales por el alza de precios

No obstante, López recuerda que la Bolsa española tiene un perfil de riesgo superior a la media europea dada “su concentración sectorial, su exposición a sectores cíclicos y falta de grandes compañías de crecimiento, y su exposición a América Latina, que le configura como un índice emergente ante los grandes fondos internacionales”. Efectivamente, los expertos coinciden en que, dada la composición del Ibex, con un elevado peso del sector financiero, industrial y eléctrico, la evolución de la Bolsa española va a depender en gran medida del comportamiento de la inflación y de posibles movimientos en los tipos de interés.

En Singular Bank cifran en un 10% la rentabilidad de nuestro mercado el año que viene

“Una eliminación de los tipos negativos sería muy beneficiosa para el sector financiero, mientras que los sectores industriales y eléctrico se verían beneficiados por una reducción de los costes energéticos”, observa Antonio Aspas, socio de Buy & Hold.

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Preocupaciones en el Ibex

La eliminación de los tipos cero podría beneficiar a las entidades financieras

Pendientes de la estanflación y recuperación

La estanflación, es decir, el alza de los precios sin crecimiento económico, “podría poner en serias dificultades a las economías, al necesitar de una política de tipos de interés más agresiva de la esperada”, considera Darío García, analista de XTB. Para este experto, el otro gran riesgo sería un escenario deflacionista, donde las economías entren en una recesión y con una caída de la demanda a nivel global “que impacte directamente sobre los precios de los bienes y servicios ante una caída drástica del poder adquisitivo de la demanda”. Además, en su opinión, el contexto del coronavirus seguirá estando presente y cualquier noticia negativa seguirá teniendo “su reflejo explosivo” en los mercados.

Según Francisco Sainz, director de inversiones de Imantia, el incremento de los precios de la energía y el estrangulamiento de las cadenas de producción han sido los primeros catalizadores de la presión inflacionista en 2021. “No en vano, la vuelta de las cadenas de producción a los países de origen está suponiendo un aumento de costes y, por tanto, una mayor inflación”.

En cuanto a la economía española, Almudena Benedit, responsable de gestión de carteras para Julius Baer en Iberia, espera que se beneficie de la demanda acumulada y no satisfecha durante la pandemia. “A su vez, es probable que la contribución del sector exterior al crecimiento siga siendo débil en el corto plazo, ya que el turismo, que representa aproximadamente el 12,5% del PIB, tardará más de lo esperado en alcanzar los niveles prepandemia dada la propagación de nuevas variantes”, analiza. De hecho, considerando la escasa contribución del sector externo, “no creemos que la economía española alcance niveles prepandémicos hasta el tercer trimestre de 2022”.

Benedit también es escéptica sobre cómo beneficiarán a nuestro país los fondos de recuperación de la UE dada la fuerte polarización política, que podría poner en peligro la recepción de los fondos europeos y su uso eficaz”.

“La sobrevaloración de la Bolsa en general es un hecho, y aunque la española ha sido de las más descorrelacionadas durante estos últimos años, su sensibilidad al sentimiento inversor internacional podría ser su peor enemigo para el próximo año”, opina Darío García, analista de XTB.

A esto se añade que la renta variable española está muy expuesta a América Latina (19% de las ventas) y, por tanto, se ve muy afectada por la evolución de esa región, en la que las principales economías no acaban de remontar la crisis sanitaria. “En nuestra hoja de ruta, el Ibex se encuentra entre los peores índices en términos de crecimiento esperado de los beneficios, cerca del mínimo histórico en términos relativos”, expone Almudena Benedit, responsable de gestión de carteras para Julius Baer en Iberia.

“Aunque históricamente la renta variable española suele tener una rentabilidad relativa superior en entornos de subidas de tipos, esta vez preferimos otros mercados, como el italiano, por su mayor ponderación en el sector financiero y su menor exposición a América Latina”, añade.

Para el director de estrategia de inversión de ING, empezaremos el año con dos factores de riesgo que van a seguir presentes al menos durante la primera mitad de 2022: la inflación, de la que aún no hemos visto el pico, y la evolución de la pandemia.

“Ambos empujan a los bancos centrales en direcciones opuestas. Con inflación alta, hay que subir tipos y retirar estímulos. Si la pandemia nos lleva a cerrar la economía otra vez, necesitaremos los estímulos de nuevo. Estas dos fuerzas enfrentadas crean el contexto perfecto para el tercer riesgo: la posibilidad de que los bancos centrales se equivoquen”, advierte. Según la visión de Francisco Quintana, la percepción de muchos inversores es que los mercados están cogidos con pinzas y un error de la Fed o el BCE pueden derrumbarlos.

Por su parte, Víctor Peiro, director de análisis de GVC Gaesco Valores, cree que los principales riesgos a los que se enfrentan los mercados son la sobrerreacción de los bancos centrales ante el aumento temporal de la inflación y de los políticos a las nuevas variantes del Covid-19. Además, el alto endeudamiento público puede ser un riesgo si suben los tipos.

Sectores refugio

Ante esos riesgos e incertidumbres, ¿dónde hay refugio? “Los valores defensivos tienen una característica básica, y es que no sufren grandes volatilidades y resisten a las turbulencias económicas”, recuerda Ignacio Albizuri, director de mercados de Rentamarkets, quien menciona consumo básico, farmacéuticas o utilities como sectores que presentan demandas estables.

El director de análisis de GVC Gaesco Valores opina que de cara a 2022 serán las empresas con fuertes marcas, productos únicos y en sectores oligopolísticos las que se comporten mejor, ya que podrán trasladar más fácilmente los aumentos de costes a sus clientes. “También empresas con elevada visibilidad de los resultados en 2022. En concreto, somos positivos en las energéticas, las tecnológicas, las de materias primas, las de movilidad, trenes y coches y consumo con modelos de negocio sólidos”, adelanta Víctor Peiro.

División entre los analistas ante la recuperación del turismo para este ejercicio

El director de análisis de renta variable de Singular Bank cree que si las hipotéticas turbulencias que nos podemos encontrar en 2022 son consecuencia de un empeoramiento del Covid, “los sectores de tecnología, salud y alimentación serían los más defensivos”. “En un contexto de repunte inflacionista, que ese papel lo jugarían: la energía (Repsol), materiales (Acerinox, Arcelor), infraestructuras (Ferrovial, Aena) o consumo personal (Inditex, CIE Automotive)”, precisa.

Antonio Aspas, socio de Buy & Hold, por su parte, considera que los sectores vinculados al turismo (líneas aéreas, hoteles, fabricantes de aviones...) podrían tener un gran comportamiento el próximo año, “salvo que se produjera un fuerte incremento de las hospitalizaciones”.

Ganadores para el próximo año

Ibex 35. Los inversores minoristas españoles son optimistas de cara a 2022 y confían en el potencial del selectivo español. Así se refleja en un estudio realizado por la plataforma global de inversión en multiactivos eToro, dado que el 46% de los encuestados lo sitúan entre sus índices favoritos para 2022, recibiendo más respuestas positivas que otros índices como el Nasdaq 100, el China 50 o el Euro Stoxx, que también figuran entre los favoritos de los inversores españoles. “Esta preferencia por el Ibex podría explicarse por un sesgo doméstico, ya que los inversores son más propensos a invertir en empresas que conocen mejor y con las que se sienten más cómodos”, admiten desde eToro.

Institucionales. Según una encuesta de Natixis IM entre inversores institucionales, estos tienen previsto efectuar pocos cambios generales en su asignación global de acciones (39%), bonos (37%), efectivo (5%) y productos alternativos (19%) durante el próximo año. Además, la mayoría de los grandes inversores (59%) apuestan por que el sector de la energía despuntará en 2022, ya que la demanda se verá impulsada por la recuperación económica. También casi la mitad de los consultados (49%) considera que el sector de sanidad generará buenos resultados en respuesta a la demanda derivada del Covid y las posteriores campañas de vacunación en todo el mundo. A eso se suma el sector de tecnología de la información, que también se situó en el punto de mira durante los confinamientos cuando el teletrabajo impulsó la necesidad de soluciones informáticas, según el pronóstico de los expertos de Natixis IM.

Europa. A Francisco Sainz, director de inversiones de Imantia, le gusta la renta variable europea tras el excelente comportamiento mostrado en 2021: ”Pensamos que Europa será una de las áreas con mayor potencial gracias al impulso de los planes de estímulo, un entorno de tipos más estables frente a Estados Unidos y su exposición a mercados emergentes. Todo ello unido al atractivo de su rentabilidad por dividendo”.

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