Euronext y Nasdaq se pueden rascar la espalda en Europa
La Bolsa paneuropea necesita otra operación tras la compra de Borsa Italiana. El negocio nórdico de Nasdaq es ideal
El consejero delegado de Euronext, Stéphane Boujnah, no se va a quedar quieto. En su nuevo plan estratégico, el gestor propenso a las compras indicaba el lunes que estaba preparado para más operaciones, apenas un año después de su última gran adquisición. El negocio nórdico de Nasdaq podría ser un blanco ideal. La cuestión es si la jefa del grupo estadounidense, Adena Friedman, estará dispuesta a vender.
Con Boujnah, la Bolsa europea ha pasado de tortuga a liebre. Desde su admisión a cotización en 2014, su capitalización bursátil ha pasado de 1.400 millones de euros a casi 11.000 millones. Esto se debe principalmente a una ola de adquisiciones, culminada con la compra de Borsa Italiana por 4.400 millones de euros al grupo London Stock Exchange el año pasado.
El próximo acuerdo no será fácil. Compañeros europeos como el grupo suizo Six y Deutsche Börse podrían ser reacios a ceder terreno. La mejor apuesta de Boujnah puede ser su homólogo estadounidense Nasdaq: es propietario de un grupo de Bolsas nórdicas, que podrían encajar bien; Euronext se hizo con Oslo Bors en 2019 tras pelearle la operación a Nasdaq.
Nasdaq no publica cifras detalladas sobre su negocio europeo. Pero los datos sobre volúmenes indican que puede representar alrededor del 20% de los ingresos que el grupo estadounidense obtiene de la negociación, según los analistas, y es probable que represente una proporción similar de las ventas de las unidades de datos de mercado y admisiones a negociación. Esto supondría unos ingresos de unos 330 millones de dólares, según cálculos de Breakingviews.
Suponiendo un beneficio bruto de explotación o ebitda del 50% y un múltiplo de valoración de 19 veces, que es el múltiplo al que cotiza Euronext, la empresa podría valer al menos 3.000 millones de dólares incluida la deuda. Y suponiendo que Boujnah es capaz de generar un ahorro equivalente al 20% de los ingresos de su objetivo, en línea con las cifras actualizadas de la operación de Borsa Italiana, el valor de estos ahorros sería de unos 500 millones de dólares una vez que se hayan aplicado los impuestos y se hayan capitalizado.
La pega es que Nasdaq no tiene prisa por vender y no necesita el dinero. Sin embargo, a Friedman también le gustan las adquisiciones, como demostró la compra el año pasado de Verafin, un grupo contra el crimen financiero, que costó 2.800 millones de dólares. Ha impulsado los ingresos procedentes de los datos y otros servicios no comerciales, que el año pasado representaron el 72% del total de Nasdaq. Esto convierte el negocio escandinavo en algo periférico con respecto al negocio principal de Nasdaq. Y con la consolidación de rivales como S&P Global e IHS Markit, habría mayor presión para cerrar acuerdos. La venta del negocio nórdico podría dar un impulso adicional a su apuesta por los datos.