Apetito por el riesgo pese al cambio de rumbo de la política monetaria
Los gestores mantienen su clara predilección por la Bolsa, a falta de otras alternativas Japón y la deuda de los mercados emergentes también gustan a los analistas
Aunque sean los grandes bancos centrales los que conciten el interés de los inversores, lo cierto es que ya se han producido en este 2021 numerosas subidas de tipos que han tenido su reflejo en las Bolsas. Desde la plataforma eToro indican que “analizamos diez de las subidas de tipos de interés más importantes de este año, desde Brasil hasta Nueva Zelanda, para ver cómo respondió la renta variable y la media del mercado local fue positiva, tanto inmediatamente antes como, especialmente, después de la primera subida”, explican.
A pesar del intenso rally y unas elevadas valoraciones, la Bolsa no pierde partidarios ante unas subidas de tipos que se esperan moderadas y sigue al frente de las recomendaciones, mientras suenan cornetas de retirada en todo lo que huela a deuda pública. De hecho, este mercado ya está perdiendo este año y las perspectivas no son mejores para los próximos. Es más, el panorama de tipos reales negativos se prevé duradero aunque suban algo las rentabilidades.
En UBS, por ejemplo, esperan un crecimiento de ganancias empresariales en este tercer trimestre de aproximadamente el 30%, “lo que representa un 5% de superación de las expectativas del consenso”. Desde BlackRock estiman que los ingresos de los valores del S&P 500 crecerán un 14% en este trimestre. “Estamos sobreponderados en renta variable europea y bonos ligados a la inflación y somos neutrales en renta variable de EE UU. Además, elevamos la deuda en moneda local de los mercados emergentes a una sobreponderación moderada y seguimos infraponderados en la deuda pública”, señalan.
Uno de los productos típicos en situaciones como la actual son los bonos ligados a la inflación. Jim Leaviss, CIO de renta fija pública de mercados públicos de M&G Investments, comenta que actualmente “estos bonos ofrecen cierto grado de protección. Descuentan solo una inflación del 1,8% en los próximos cinco años, lo que sugiere que los inversores en renta fija no creen que vaya a producirse una espiral salarial al alza en breve. Pero incluso en este segmento, los rendimientos reales son negativos”, asegura.
Desde la gestora Pictet, César Pérez, director global de inversiones, prevé ir saliendo de la Bolsa estadounidense a medida que vaya aumentando la rentabilidad de los bonos de EE UU. “Sin embargo, vemos margen para el reinicio de políticas de estímulo en Japón y que las acciones japonesas continúen cerrando su brecha de rentabilidad con otros mercados desarrollados”. Respecto a la deuda, “ponderamos bonos chinos en moneda local, que ofrecen un atractivo cupón, con un renminbi estable. La solvencia de los bonos del Gobierno chino no se ha visto afectada por los problemas inmobiliarios locales. A ello se añade que estamos más optimistas actualmente respecto a bonos gubernamentales emergentes en moneda local”, concluye Pérez.