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China

China se prepara para la caída de Evergrande

El Banco Popular de China asegura que los riesgos que derivarían de la caída de la empresa son manejables e intenta mitigar el riesgo de contagio al sector. Evergrande no se pronuncia sobre el pago pendiente de bonos en dólares que vence definitivamente la próxima semana

Logo de Evergrande en sus oficinas de Shenzen, en China
Logo de Evergrande en sus oficinas de Shenzen, en China
Luis Alberto Peralta

Evergrande, la inmobiliaria más endeudada del mundo, se precipita hacia el impago. El 23 y el 29 de octubre, la empresa enfrentará el vencimiento de dos periodos de gracia para pagar bonos en dólares, por el valor de 131 millones (113 millones de euros aproximadamente). Los pronósticos de Fitch Ratings, S&P y de BBVA, entre otros, auguran que la empresa no cumplirá con sus acreedores y será liquidada o forzada a una reestructuración por parte del Gobierno. A esta preocupación se suman los crecientes riesgos de impago de otras empresas del sector: las inmobiliarias chinas poseen el 46% de la deuda de bonos de alto riesgo en dólares del mundo.

Evergrande no ha parado de caer en Bolsa desde septiembre, cuando reconoció que probablemente no podrá honrar la deuda de alrededor de 254.000 millones de euros que tiene con sus acreedores. Estas declaraciones demolieron sus ya paupérrimas calificaciones crediticias e hicieron que sus acciones se desplomaran de forma tal que el gigante se vio obligado a suspender su cotización en la bolsa de Hong Kong el 4 de octubre.

Actualmente, la empresa se encuentra intentando recaudar el dinero para pagar a sus acreedores. Este viernes la compañía informó que vendería el 40% de Qumei Home Furnishing, su negocio de producción de muebles, por unos 9,48 millones de euros. Fuentes locales afirman que el gigante estaría negociando también la venta 51% de su subsidiaria Hopson Development Holdings, por un valor aproximado de unos 2.573 millones de euros. Este monto se sumaría a unos 8.241 millones de euros que el gigante ha recibido tras la venta de su 20% de participación en un banco regional en septiembre y de porcentajes de sus negocios de vehículos eléctricos y tecnología en la primera mitad del año. La empresa reveló haber saldado una deuda en yuanes este lunes, sin embargo no ha dado noticias sobre el pago de sus deudas en dólares.

Por el momento, Pekín no ha dado señales de un rescate. El Gobierno de Xi Jinping se ha limitado a inyectar liquidez para estabilizar el mercado en las últimas semanas y a relajar el control sobre los préstamos inmobiliarios. No obstante, este viernes un representante del Banco Popular de China aseguró que los riesgos de la crisis de Evergrande están controlados y añadió que las autoridades están manejando la crisis con medidas “orientadas al mercado”. El portavoz de la institución también afirmó que la construcción no debe ser utilizada para estimular el crecimiento a corto plazo, aunque solicitó a la banca que continúe dando crédito al sector inmobiliario de manera “estable y ordenada”. Sin embargo, durante la presentación este lunes de las cifras del PIB chino, las autoridades han atribuido a la crisis inmobiliaria la caída del crecimiento a 4,9%.

Yichu Wang, investigador de la Universidad Tsinghua en Pekín, ha asegurado a Cinco Días que lo más probable es que la empresa entre en proceso de reestructuración y que el gobierno tome medidas para proteger a los pequeños acreedores: “El Gobierno no será el ‘caballero blanco’. La deuda de Evergrande no es lo suficientemente grande para convertirla en una empresa ‘demasiado grande para quebrar’. Además, el Gobierno central podría estar dispuesto a usarla como ejemplo y así mostrar su determinación respecto a la nueva regulación del sector inmobiliario”, añade.

La crisis del sector inmobiliario Chino no se resume a Evergrande. Información compilada por Bloomberg afirma que 64.000 millones de los 139.000 millones de dólares en deuda de bonos de alto riesgo corresponden a promotores chinos. Este viernes, la rentabilidad de los bonos basura de este sector se situaba alrededor el 20%, su máximo en una década.

Wang afirma que Evergrande no será la única inmobiliaria en caer: “Detrás de esta crisis de la deuda hay un cambio de política que va a afectar a todo el sector inmobiliario. El mercado no esperaba que la determinación del Gobierno chino para controlar el boom inmobiliario fuera tan inflexible. Cada vez más promotores sufrirán por las restricciones financieras, sobre todo en materia de préstamos”.

En la última semana Fitch Ratings ha degradado a “C” las calificaciónes de Modern Land China y Xinyuan Real Estate, otros dos gigantes inmobiliarios que también están en riesgo de impago. Este lunes, Modern Land pidió una prórroga de tres meses para pagar una deuda de unos 215,5 millones de euros. Por su parte, Xinyuan ha propuesto pagar solo el 5% de una deuda que vencía el 15 de octubre y canjear el resto por bonos con vencimiento en 2023. Con estas decisiones, las compañías se unen a Fantasía Holdings y Sinic Holdings en la lista de inmobiliarias que siguen la tendencia de Evergrande. Y pese a las llamadas a la calma de las autoridades chinas, su sector inmobiliario sigue siendo uno de los grandes temores de los inversores internacionales.

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