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Reestructuración

Los minoritarios de Abengoa tratan de armar un rescate alternativo al de Terramar

AbengoaShares, con el 21% del capital, negocia con dos consorcios; la oferta del fondo estadounidense avanza para tener listo el salvamento tras el verano

Exterior del complejo de Abengoa Water en Dos Hermanas (Sevilla).
Exterior del complejo de Abengoa Water en Dos Hermanas (Sevilla). EFE

La operación de rescate de Abengoa, en proceso desde el verano pasado, entra en su fase final. Casi todas las cartas están sobre la mesa, con una propuesta “final” de la gestora californiana Terramar, y otras dos posibles que tratan de promover contra el reloj desde la sindicatura de minoritarios que lidera Clemente Fernández. Fuentes cercanas a la agrupación, con más del 21% de Abengoa SA, señalan que en las dos eventuales propuestas el dinero va a la empresa. La participación pública, a través de la SEPI, será imprescindible para que el salvamento llegue a triunfar.

El culebrón de Abengoa está, a la fuerza, en su fase final. A la vuelta del verano, los acreedores, liderados por Banco Santander, el potencial rescatador estadounidense, que ofrece 200 millones de euros en capital y financiación, y el Estado, a través de Cesce y, en especial, de la SEPI, deben ofrecer una solución final para el grupo de ingeniería. Pero, entretanto, los accionistas minoritarios agrupados en la plataforma AbengoShares continúan buscando alternativas a un plan que consideran inadecuado para el futuro del grupo.

Dinero para la empresa

Fuentes conocedoras de las intenciones de la agrupación explican que trabajan con dos posibles consorcios. El común denominador de estas propuestas será que el dinero que se aporte a Abenewco 1, la filial operativa, se irá a la compañía. La posibilidad de que lleguen a platearse dos ofertas alternativas a la de Terramar es remota, pero en AbengoaShares cuentan con libertad para elegir: no existe ningún compromiso de exclusividad. El gran requisito es que los tengan en cuenta a la hora de tomar las decisiones.

Hasta hace unos meses, la hoja de ruta alternativa, que nunca llegó a plasmarse en una oferta en firme, era la liderada por los Amodio, máximos accionistas de OHL, junto al grupo de origen mexicano Ultramar. En un principio, el grupo de pequeños accionistas liderado por Clemente Fernández, expresidente de Amper, sí participó en esta opción de rescate. Ahora se han desvinculado de ella, aunque no está 100% descartado que Ultramar, en poder de la due diligence (auditoría) elaborada por el despacho de abogados Pérez-Llorca, presente una propuesta por su cuenta, según fuentes financieras.

El enésimo día marcado en rojo en el calendario del, hasta el momento, interminable proceso de rescate es el próximo viernes 3 de septiembre, cuando vence la bula de unos acreedores financieros para que Abenewco 1 no tenga que devolver uno de sus préstamos (waiver). Las fuentes consultadas dan por hecho que ese plazo volverá a ampliarse, a la espera de que las administraciones tomen una decisión sobre la propuesta de Terramar.

Fuentes conocedoras de la situación señalan que la posición del Ejecutivo es delicada, con 13.000 puestos de trabajo en juego, unos 2.000 de ellos en España. Será crucial que la empresa no se trocee, o que la reducción de tamaño sea la menor posible. Pero aun así es una operación compleja, con las miradas puestas en el fondo estatal de rescate, que tiene paralizado las operaciones desde hace meses tras la polémica de Plus Ultra.

La propuesta que está encima del tapete

 

El administrador concursal, EY, nombrado por el juez encargado de tutelar el proceso, Miguel Ángel Navarro Robles, busca alinear posturas y en agosto se ha trabajado para sacar adelante el rescate, como publicó CincoDías el pasado 10 de este mes. Desde la SEPI, cierto es, siempre han visto con recelo este plan de rescate. La hoja de ruta diseñada por Terramar para Abenewco 1 consiste esencialmente en concederle financiación por 140 millones y que los acreedores le entreguen avales por 300 millones, respaldados por la aseguradora Cesce, para después inyectar 60 millones de capital y quedarse con el 70%. Ese último dinero reforzaría los fondos propios de la firma, pero irían a repagar parte de la deuda de los acreedores. Así, la deuda de Abenewco 1 subiría de 466 a 600 millones. El destino de estos fondos, que no irían al negocio, es lo que afean desde AbengoaShares.

 

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