El gran reto de la sostenibilidad planetaria
La innovación, el conocimiento y la cooperación, al igual que la industria y las tecnologías digitales, serán determinantes para el éxito
Cuando hablamos de sostenibilidad planetaria podemos hacerlo desde distintos planos y ámbitos, todos ellos complementarios. Podemos hablar del cambio climático, de sus causas y sus efectos. Pero también podemos hablar del mantenimiento de la biodiversidad de las especies animales y vegetales y de los efectos en ella de la deforestación o de los cultivos extensivos. O de la sostenibilidad de las culturas, civilizaciones y sociedades humanas con toda su diversidad. O de la economía como sistema capaz de alimentar y dar opción a todos los seres humanos a desarrollar una vida digna. De la sostenibilidad de la salud, para todos los humanos y el resto de los seres vivos, por no hablar de la importancia de incorporar y medir todos los ámbitos de la sostenibilidad en la gestión y gobierno de las empresas. Dada la complejidad e importancia de todas las visiones, con este artículo iniciamos una serie en la que esperamos dar unas pinceladas de cada uno de ellos y del papel que las tecnologías digitales pueden jugar para su gestión.
Vivimos en un planeta donde coexisten millones de entes que se interrelacionan de múltiples formas y que constituyen un ecosistema muy inestable. El ser humano es el elemento con mayor capacidad de comprensión de lo que ha pasado hasta el presente y lo que es más importante, de anticipar lo que puede suceder en el futuro. Tenemos por lo tanto una responsabilidad única, que no podemos delegar en otros para mantener y mejorar el entorno en el que vivimos.
La crisis, o como últimamente se llama, la catástrofe climática es un enorme reto, pero a la vez, es también una gran oportunidad para el desarrollo de nuevas iniciativas orientadas hacia aportar soluciones. La necesidad de desarrollar nuevas soluciones movilizará sin duda grandes recursos intelectuales y materiales para su concepción y realización, ello será fuente importantísima de generación de nuevos empleos y nuevas iniciativas empresariales. El presidente de USA Joe Biden estimó recientemente en más de 1,5 millones los nuevos empleos que su iniciativa New Green Deal para la lucha contra el cambio climático generará sólo en los Estados Unidos.
Estamos convencidos de que asistiremos al nacimiento, crecimiento y fuerte desarrollo de una nueva generación de empresas Planet Positive que, ya desde su nacimiento, incluyan en su ADN y su misión contribuir al freno del deterioro medioambiental. Ya estamos viendo iniciativas en áreas como el vestido, la alimentación, las bebidas y en general el retail, por no hablar de movimientos como la certificación BCorp, la inversión de impacto o los criterios que grandes fondos de inversión están imponiendo en sus inversiones, todo ello como consecuencia de la imparable y creciente sensibilización social, especialmente entre las nuevas generaciones hacia todo lo que la sostenibilidad supone.
La historia de la humanidad ha dejado rastros suficientes para poder afirmar que ha sido siempre tras la aparición de algunas de las grandes catástrofes cuando se han generado los elementos de cambio que han supuesto cambios disruptivos en la forma en que hemos habitado el planeta. La presente crisis climática, puede y deber ser, otra vez más la oportunidad para revisar las reglas sobre las que estamos viviendo después de la revolución industrial del siglo XIX y la aparición de lo que denominamos el estado del bienestar. Una continuidad de lo que se construyó tras la segunda guerra mundial, que deberíamos ansiar ampliar a todo el planeta, se debe poder hacer si reinventamos nuestras formas de vida de acuerdo con las exigencias de un cambio que respete nuestra relación respetuosa con la naturaleza. Así lo ha reconocido la ONU con el lanzamiento en 2015 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, fijando 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que abarcan las esferas económica, social y ambiental y cuyo objetivo esencial es erradicar la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.
El hombre ha desarrollado en las últimas décadas un conjunto extraordinario de mejoras en elementos claves para asegurar una sostenibilidad planetaria. Desde los descubrimientos en los aspectos de soluciones que permiten fabricar acero y cemento sin impactar la calidad del aire, hasta las mejoras en las técnicas de conocimiento del comportamiento del clima basadas en soluciones de observación de la tierra, constituyen pilares en los que basar la afirmación de que ahora está en nuestras manos gestionar nuestro futuro sin atacar al medio ambiente. La digitalización que aporta innumerables cambios en las formas de vida es el elemento catalizador para un mundo más sostenible, más conocido, mejor en todos sus aspectos.
Por todo lo anteriormente comentado, creemos que es necesario dar la máxima prioridad y actuar con la máxima urgencia ante el reto que presenta la sostenibilidad planetaria. El tiempo para actuar es cada vez más corto y la aceleración de la degradación exige aceleración en las medidas. Los acuerdos internacionales, siendo muy importantes, no parecen suficientes. La reacción social, vector imparable, marcará el rumbo de los acontecimientos. La innovación, el conocimiento, la cooperación y las nuevas iniciativas serán determinantes. La industria y las tecnologías digitales (microelectrónica, sensórica, robótica, gestión de grandes cantidades de datos, inteligencia artificial, etc.) serán actores principales y herramientas indispensables para el éxito. La industria de las tecnologías digitales tiene una gran oportunidad y responsabilidad ante toda la sociedad. Estamos preparados ante el reto.
En la próxima entrega vamos a poner el foco en la estrecha relación existente entre la sostenibilidad y las personas que habitamos este planeta y por lo tanto en la vertiente más social del reto que afrontamos.
Grupo de reflexión de Ametic