Pekín intensifica su campaña contra las tecnológicas chinas y abre investigación a tres más
Emprende acciones contra el portal de empleo Boss Zhipin y otras dos empresas de transporte compartido, Yunmanman y Huochebang, conocidas como las 'Didi de los camiones'
Las autoridades chinas intensifican su escrutinio y presión contra las tecnológicas del país. Este fin de semana ordenaron retirar Didi, el Uber chino, de las tiendas de aplicaciones del país, tras debutar la semana pasada en la Bolsa de Nueva York, por supuestos riesgos para la seguridad de los datos de los usuarios, y este lunes la Administración del Ciberespacio de China (CAC) ha anunciado que abre una investigación contra el portal de empleo Boss Zhipin y contra otras dos empresas de transporte compartido, Yunmanman y Huochebang, conocidas como las "Didi de los camiones", que se fusionaron en 2017 para formar Full Truck Alliance.
La CAC, que ha pedido a todas ellas interrumpir el registro de nuevos usuarios, ha explicado que con la apertura de estas pesquisas buscan "prevenir los riesgos a la seguridad de datos nacionales, mantener la seguridad nacional y proteger el interés público".
"Con el fin de cooperar con el trabajo de revisión de la seguridad de la red y evitar que se expandan los riesgos, durante el período de revisión, Full Shipment, Truck Gang y BOSS Direct Employment detuvieron el registro de nuevos usuarios", indicó la Autoridad, que cita la Ley de Seguridad Nacional y la Ley de Ciberseguridad, pero no especifica qué artículos de estos reglamentos han infringido las compañías afectadas.
Este lunes, Didi Chuxing ha reconocido que la retirada de su aplicación de las tiendas de descargas en China en cumplimiento de la orden del regulador de ciberseguridad del gigante asiático "puede tener un impacto negativo en sus ingresos en China", informa Reuters.
CAC notificó ayer a las tiendas de descargas de apps en China la eliminación en el país de la aplicación Didi Chuxing al determinar que esta recopilaba información personal en violación de las leyes y regulaciones pertinentes de la República Popular China.
Asimismo, el regulador chino exigió que la empresa de transporte compartido cumpliera estrictamente con las leyes y regulaciones, siguiera las normas pertinentes establecidas por las autoridades gubernamentales de la República Popular China y rectificara el problema de garantizar la seguridad de los datos personales de los usuarios.
De este modo, una vez que la aplicación ha sido retirada de las tiendas en China, ya no se puede descargar en el país, aunque la compañía subrayó que los usuarios que previamente habían descargado e instalado la app en sus teléfonos pueden seguir usándola.
"La compañía se esforzará por rectificar cualquier problema, mejorar su conciencia de prevención de riesgos y sus capacidades tecnológicas, proteger la privacidad y seguridad de los datos de los usuarios y continuar brindando servicios seguros y convenientes a sus usuarios", indicó la empresa en un comunicado, informa Europa Press.
La plataforma aseguró que, al margen de la suspensión del registro de nuevos usuarios en China que se anunció previamente el 2 de julio de 2021 y la eliminación de la aplicación en China como se anunció este domingo, Didi mantiene las operaciones normales a nivel mundial.
Didi comenzó a cotizar el pasado miércoles en Wall Street, después de haber levantado unos 4.400 millones de dólares (3.695 millones de euros) en la oferta pública de venta (OPV), una de las mayores operaciones de este tipo por parte de una empresa internacional desde el debut bursátil de Alibaba en 2014.
Didi está actualmente presente en alrededor de 4.000 ciudades de 15 países y cuenta con 493 millones de usuarios anuales activos y 15 millones de conductores.
En el primer trimestre de 2021, Didi obtuvo un pequeño beneficio neto de 196 millones de yuanes (25 millones de euros), frente a las pérdidas de 3.982 millones de yuanes (512 millones de euros) contabilizadas en el mismo periodo de 2020, mientras que sus ingresos entre enero y marzo crecieron un 105%, hasta 42.163 millones de yuanes (5.418 millones de euros).
En el conjunto de 2020, los ingresos de la compañía cayeron un 8,5%, hasta 141.700 millones de yuanes (18.209 millones de euros), con pérdidas de 10.680 millones de yuanes (1.372 millones de euros) al cierre del ejercicio, un 9,8% por encima de los números rojos contabilizados en 2019.
Didi, Kanzhun (matriz de Boss Zhipin) y Full Truck Alliance no solo tienen en común que son compañías que prestan sus servicios a través de plataformas digitales, sino también que todas ellas han salido a Bolsa en EE UU en las últimas semanas, informa Efe.
"El auge de la soberanía de datos contra la vigilancia del Gobierno estadounidense a las compañías chinas debería ser un aldabonazo para que [las compañías] den prioridad a la seguridad nacional cuando planeen captar fondos en zonas que puedan amenazar la seguridad nacional de China", apunta Dong Shaopeng, investigador de la Universidad del Pueblo de Pekín en declaraciones al diario oficial Global Times.
Según este experto, las compañías de transporte compartido gestionan grandes cantidades de datos relativas a las infraestructuras nacionales de transporte o a los flujos de personas y vehículos, por lo que considera que es "vital" establecer un "cortafuegos" que impida el acceso a esos datos. Dong fue más allá y pidió la retirada de las recientemente emitidas acciones de Didi, que caían un 8,5% en la apertura de la sesión del pasado viernes en Nueva York tras el anuncio de la investigación.
Aunque todavía no hay confirmación oficial al respecto, algunos medios apuntan que Pekín también ha abierto una investigación separada contra Didi por supuestas prácticas contra la competencia.
La campaña antimonopolio busca acabar con prácticas habituales entre las grandes tecnológicas como la conocida como "elegir una de dos", es decir, exclusividad fortoza con una plataforma en concreto, habitual en el sector del comercio electrónico, y la bajada de precios via subsidios para conseguir una mayor cuota de mercado o la adquisición de otras compañías sin la autorización pertinente.
El escrutinio de las autoridades chinas sobre los gigantes tecnológicos del país empiezan a ser numerosos. El pasado abril sancionaron al gigante del comercio electrónico Alibaba con 18.000 millones de yuanes (2.750 millones de dólares, 2.308 millones de euros) por violar las reglas antimonopolio y abusar de su posición de mercado. La sanción, que equivalía a casi del 4% de los ingresos de la compañía en 2019, es la mayor por antimonopolio impuesta nunca en China. Acusaron al gigante chino de obligar a los vendedores a elegir una sola plataforma de ventas.
También Ant Group, filial financiera de Alibaba, se vio obligada a emprender cambios en su operativa después de que las autoridades chinas, después de que Los reguladores chinos suspendieron abruptamente la salida a bolsa de la compañía, la que iba a ser la mayor OPV de la historia hasta la fecha, solo dos días antes de que sus acciones comenzaran a cotizar en Shanghai y Hong Kong.
Pekín está llevando a cabo una campaña para controlar a las grandes tecnológicas, cada vez más poderosas y con negocios como el tecnofinanciero, gracias a un entorno poco regulado. Según se dio a conocer el pasado diciembre, el gobierno chino está revisando, entre otros asuntos, la ley Antimonopolio existente para incluir a la industria de internet por primera vez.
“El Gobierno chino está ejerciendo más presión y quiere tener más control sobre las empresas de tecnología (...) Y todavía hay una gran presión de venta sobre empresas como Alibaba, Tencent o Meituan”, dijo entonces a Bloomberg Jackson Wong, director gestión de activos de Amber Hill Capital. “Son empresas que han crecido a un ritmo que Pekín considera demasiado rápido y tienen escalas demasiado grandes”, añadió.
Si bien algunos analistas consideran que el Gobierno chino no quiere permitir que las grandes tecnológicas alcancen tamaño y poder excesivos y así escapar del control de las autoridades, otros como Ivan Platonov, de la consultora china EqualOcean, creen que esto es una "opinión superficial". Según explica a Efe, "estas intenciones antimonopolio son naturales. Vemos una gran demanda desde diversos grupos de presión industriales para este tipo de investigaciones. Está claro que tener unos pocos campeones nacionales es un entorno más fácil de controlar que un grupo divderso de líderes segmentados".