Aer Lingus (IAG) respira con la tardía apertura de Irlanda a los vuelos internacionales
La isla aceptará el certificado verde digital a partir del 19 de julio
Una de las integrantes del holding de aerolíneas IAG, la irlandesa Aer Lingus, asiste a un giro positivo desde las malas expectativas de actividad para el verano. El Gobierno de Irlanda se abrió el viernes a la reapertura de los viajes internacionales hacia y desde el país con la adopción del nuevo certificado digital Covid que la Unión Europea pretende activar para facilitar la movilidad preservando la salud. Un paso que devuelve la esperanza al sector del turismo y, particularmente, a IAG.
La compañía que dirige Luis Gallego temía perder un segundo verano ante el bloqueo de los vuelos no esenciales que ha imperado hasta ahora en Irlanda.
El certificado digital comenzará a operar en Irlanda el próximo 19 de julio, ante lo que podrán moverse en avión, sin necesidad de someterse a cuarentenas, aquéllos que puedan acreditar haberse vacunado o quienes den negativo en un test de detección del coronavirus.
Con países de media Europa moviéndose para generar actividad turística internacional, la iniciativa de Irlanda puede llegar tarde para los intereses de su sector turístico. "Con las restricciones vigentes hasta finales de julio, Aer Lingus continuará quemando una cantidad significativa de efectivo durante los próximos meses. Las consecuencias acumuladas de la crisis durante los últimos 15 meses hacen que Aer Lingus se enfrente a una reestructuración significativa para reconstruir su red y su solidez financiera", reaccionó la empresa ante la decisión del Ejecutivo.
Desde Turismo de Irlanda se va a lanzar una campaña de promoción para atraer tráfico internacional a la isla, según ha anticipado su consejero delegado, Niall Gibons. “En los próximos meses, trabajaremos sin descanso, con todos nuestros operadores turísticos, para restablecer el máximo posible de actividad”.
Aer Lingus perdió 103 millones de euros en el primer trimestre. Las escasas perspectivas de recuperación a corto plazo pusieron a la dirección a la caza de nuevos ahorros, lo que amenazaba la integridad de la plantilla. Hasta el 31 de marzo la ocupación en sus vuelos fue prácticamente nula, del 14%, tras bajar un 83% en oferta de asientos respecto al primer trimestre de 2020 y en un 96% el volumen de viajeros transportados.