Gabriel Escarrer (Meliá): “España no se puede permitir el lujo de perder otro verano”
“Hay que priorizar la vacunación en Baleares, Canarias y Costa del Sol porque se juegan mucho”. “Es desolador que no haya PERTE para el turismo, pero sí para el sector eléctrico o la automoción”.
Gabriel Escarrer (Palma de Mallorca, 1971) preside la primera hotelera de España y la decimonovena del mundo por tamaño, con 326 hoteles y 82.000 habitaciones, y el lobby Exceltur, que reúne a 29 de las empresas más importantes del sector turísticos. Desde esa doble condición empezó comparando el impacto de la crisis sanitaria del coronavirus al de una guerra y, trece meses después, contempla como las vacunas pueden dar carpetazo en 2022 a una anomalía sin precedentes. En 2020, Meliá perdió 426 millones de euros y en el primer trimestre de 2021, el agujero se hizo más grande al llegar a unos números rojos de 131 millones de euros. Cerrar los hoteles e irlos abriendo en función de la demanda, el mecanismo de los ERTE y los créditos avalados por el ICO le han permitido sobrevivir desde marzo de 2020. Ahora que la demanda en América y Asia se reactiva, la prioridad pasa por reducir la abultada deuda. El pasivo cerró el primer trimestre con un resultado de 2.747 millones, a un ritmo de crecimiento diario de 1,6 millones en los tres citados meses.
- R. La última medida que ha anunciado este mes es un plan de desinversión de 200 millones. ¿Están identificados los activos que se quieren vender?
- R. Los inmuebles están identificados y tienen nombre y apellidos. Y en todos los casos vamos a vender y nos vamos a quedar con un contrato de gestión a largo plazo (20 años).Es muy diferente tomar esta decisión por convencimiento que por necesidad. Por convencimiento fue lo que hizo Meliá hace muchos años apostando por el modelo de gestión. Me desprendo de algún hotel para poder gestionarlo, pero si soy capaz de dar al propietario la digitalización, la distribución, las marcas muy atractivas para el cliente, la apuesta por la sostenibilidad y la cultura en gestionar inmuebles de terceros. Pero si solo se hace para reducir deuda, es pan para hoy y hambre para mañana y puede ser un problema, ya que esa curva de aprendizaje en la gestión de hoteles de terceros no se ha pasado. Los activos que vamos a vender son estratégicos y nos van a permitir reducir deuda y aprovecharnos de oportunidades que puedan salir al mercado.
- R. Otros grupos familiares han optado por dar entrada a accionistas ajenos ante el derrumbe del negocio. ¿Lo ha sopesado Meliá en algún momento?
- R. No. La familia Escarrer optó en octubre de 2020 por tomar una participación mayor en el capital para demostrar el convencimiento de que creemos en el proyecto a largo plazo. El resultado es que desde que lo hicimos, la cotización de la acción se ha doblado, con lo que se demuestra que no fue una mala inversión.
- R. Desde 2018, el precio de la acción de Meliá ha sufrido un fuerte castigo. Usted siempre ha defendido que los fundamentales de la compañía no justificaban ese deterioro. En la actualidad cotiza a 6,8 euros, lejos de los 3 euros de marzo de 2020, pero también lejos de los 14 euros de 2017. ¿Cuál cree que es el nivel adecuado?
- R. La acción tiene recorrido y me remito a los informes de los analistas que estudian Meliá. El precio medio que fijan es de 8,5 euros de media. Llegaremos siempre y cuando siga avanzando la vacunación y podamos tener el pasaporte sanitario en verano.
- R. Ha sido muy crítico con la gestión de la pandemia en Europa y en España. ¿Cuáles cree que han sido los principales problemas?
- R. En América llevamos 21 días con las reservas al mismo nivel que esos 21 días de 2019. En China y sudeste asiático llevamos tres meses operando con total normalidad, aún con restricciones que se compensan por el gran tamaño de los mercados domésticos. Todo ello apunta a la conclusión de que la estrategia de vacunas no ha sido la más acertada en Europa y el grado de reactivación se ha visto perjudicado.
- R. ¿Cuál cree que ha sido el principal error cometido desde la UE?
- R. Se ha priorizado el precio de la vacuna y no la rapidez a la hora de introducirla en el mercado. Israel pagaba más de 20 euros por vacuna, cuando el precio en Europa ha sido de 3 euros. El coste sanitario en vidas y el económico ha sido muy superior en España frente a otros destinos como Vietnam o República Dominicana, donde pudimos vacunar a nuestro personal y esa habría sido nuestra mejor campaña de promoción.
- R. Que la temporada alta sea un éxito o un fracaso depende en gran medida de que Reino Unido incluya a España entre los destinos seguros, algo que no ha hecho en primera instancia
- R. Reino Unido es nuestro principal mercado emisor con 19 millones de viajeros. Mientras que Italia y Grecia se han dado cuenta de lo excepcional del año y priorizaron la vacunación en las islas, aquí no se optó por balancear la sanidad y la economía. Una vez protegidos los colectivos más vulnerables, deberíamos haber priorizado las autonomías turísticas (Canarias, Baleares y Costa del Sol) porque se juegan mucho en verano. Y España no se puede permitir el lujo de perder otro verano. Si no ganamos la batalla, lo que vamos a encontrar es crisis económica, colas de hambre y una destrucción de empleo y empresas con una factura muy grande.
- R. Se han quejado mucho de la falta de ayudas directas al turismo en España. ¿Alberga esperanzas sobre que la cosa cambie?
- R. Creo que el turismo no ocupa la agenda del Gobierno. Con 187 hoteles en España, Meliá ha recibido ha recibido 200.000 euros en ayudas directas, apenas 1.000 euros por hotel. En Alemania, con 32 hoteles, solo el año pasado, además de la extensión de los ERTE hasta diciembre de 2021, recibimos 17 millones, el 75% de la facturación precovid. Ahora vienen los fondos europeos y es desolador ver que hay PERTES (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) en el sector eléctrico y en la automoción y no en el turismo, cuando ha sido la actividad más dañada.
- R. ¿Cómo ha afectado la pandemia a la expansión de la compañía?
- R. El ritmo de crecimiento se frena. Antes de la pandemia incorporábamos de 26 a 27 hoteles al año, a un ritmo de uno cada quince días, Este año Vamos a abrir 11, menos de la mitad de los que firmábamos en la época precovid. Pero en los próximas meses habrá más crecimiento orgánico en vacacional, ya que vamos a ir incorporando nuevos inmuebles en modelo de gestión.