El alza de los precios dispara las rentabilidades de la deuda en la zona euro
La referencia alemana a 30 años marca máximos de julio de 2019
Los bancos centrales tienen el reto ahora de convencer a los inversores. Las promesas realizadas por la Reserva Federal y el BCE de mantener sin cambios las políticas monetarias puestas en marcha para combatir los efectos de crisis parecen no ser suficientes para contener el alza de las rentabilidades. Después del respiro dado en marzo y abril los inversores están aprovechando la mejora de los indicadores macroeconómicos para acelerar la venta de bonos, un movimiento que ha cobrado fuerza en la eurozona con algunas de las referencias revalidando máximos del año e incluso tocando cotas no vistas desde principios del año pasado.
Alemania es un buen ejemplo. El país que dirige Angela Merkel sigue registrando rendimientos negativos en la deuda a corto, medio y largo plazo, pero en las últimas jornadas las rentabilidades por debajo de cero se han suavizado. Donde mejor se aprecia esta tendencia es en el bono a 10 años, activo refugio en los momentos de mayor inestabilidad. La deuda germana con vencimiento en 2031 cerró ayer en el -0,204%, próximo a los máximos del año registrados la semana pasada (-0,194%). La venta de bonos se suavizó en la recta final de la jornada pues en niveles intradía el bund llegó a subir al -0,163%, máximos de enero de 2020. En aquel entonces la coyuntura económica era muy distinta a la actual. Meses antes de que la pandemia hiciera presencia en Europa, el BCE estudiaba seguir los pasos que había emprendido años antes la Reserva Federal y poner fin a cuatro años de tipos de interés en el 0%.
Mientras el bono a 10 años se aproximaba a los máximos anuales, la referencia con vencimiento en 2061, que en marzo dejó de ofrecer rentabilidades negativas, cerró en el 0,359%, máximos de julio de 2019. Uno de los factores que han acelerado la venta de bonos en las últimas jornadas han sido la mejora de los datos macroeconómicos y entre ellos destaca el repunte de los precios. Durante el mes de abril la inflación en Alemania cerró en el 2%, el mayor aumento interanual desde 2019.
Cristina Gavin, responsable de renta fija en Ibercaja Gestión, explica que si bien en las últimas semanas ha aumentado la presión sobre la renta fija ante al alza de los precios considera que los repuntes de la inflación son coyunturales. Es decir, obedecen en gran medida al efecto base. La gestora descarta que el BCE siga a la Fed y proceda a la reducción de las compras en la recta final del año, algo que el mercado ya empieza a poner en precio a pesar de que Jerome Powell señaló en la semana pasada que todavía no era el momento de discutir ese tema. Gavin espera que la reactivación de los programas de compra en la eurozona sirva para poner techo a la alza de las rentabilidades. A la mejora incipiente de los datos macroeconómicos, la experta añade como uno de los factores que han acelerado el alza de los rendimientos el aumento del papel en el mercado por las nuevas emisiones. Las ingentes necesidades de financiación de los estados para sufragar el déficit y costear las medidas puestas en marcha para combatir la crisis han acelerado las apelaciones. A las emisiones a largo plazo de los últimos meses, se suman las tradicionales como la que celebró ayer Alemania y con la que captó 5.793 millones en letras.
Ascensión Gómez, gestora de renta fija en Trea AM, señala que con el BCE comprando el 100% de las emisiones netas, las condiciones de financiación seguirán siendo cómodas. La experta indica que a diferencia de EE UU donde la economía está bien posicionada para recuperar niveles prepandemia este año, en Europa el proceso llevará dos años y en algunos estados como España incluso tres. Gavin afirma que a diferencia de EE UU donde los datos macroeconómicos que se han publicado constatan que tiene sentido que a finales de año la Fed anuncie una reducción de las compras de deuda en Europa un movimiento parecido o un repunte de los tipos podría ahogar aún más a las economías. Mientras Joe Biden ha anunciado un plan fiscal por valor de 1,9 billones de dólares y un programa de infraestructuras de más de dos billones de dólares, la zona euro está aún a la espera de la reactivación de los planes fiscales, algo que podría venir de la mano de los planes que preparan cada país para la recepción de los fondos europeos.
Además de la alemana otras referencias como la deuda española a 10 años o la italiana al mismo plazo cerraron ayer en el 0,456% y 0,874%, próximo a los máximos del año. Gómez ve saludable la corrección que han emprendido los bonos en las últimas semanas. “La parte corta seguirá anclada por el exceso de liquidez en un contexto en el que la economía sigue siendo muy débil”, apunta. Gómez ve los actuales niveles que registra la deuda como una oportunidad de entrada.
Una situación muy distinta es la que se vive en EE UU donde la Fed ha vuelto una vez más a calmar las presiones que venía registrando el mercado de deuda. Los repuntes de las rentabilidades obedecen a la mejora indicadores económicos (en el primer trimestre el PIB repuntó un 6,4%), los nuevos anuncios fiscales de Biden y la campaña de resultados. Desde Macroyield consideran que el repunte de los rendimientos podría dar un nuevo impulso a las firmas de valor frente al crecimiento. "El buen comportamiento de los valores de crecimiento se aceleró, por sus características, durante la pandemia pero ahora parte del peor comportamiento de las value podría revertirse en un contexto de relajación de la pandemia y de recuperación económica", explican. A pesar de que las condiciones son más favorables para estas últimos, desde la firma apuestan por una cartera diversificada para poder hacer frente a momentos de fuerte inestabilidad.