El Gobierno prorrogará hoy el salario mínimo de 2020 pero seguirá negociando en enero
La patronal de las pymes (Cepyme) alerta de que subir esta renta a 1.000 euros en 2021, como planteó UGT, destruiría entre 85.000 y 135.000 empleos en dos años
El Gobierno ha agotado el tiempo para acordar con los agentes sociales subir el salario mínimo interprofesional al inicio de 2021, ya que aunque el Ejecutivo no está obligado a llevar a cabo esta negociación, el Ministerio de Trabajo había anunciado que lo quería hacer con su consenso. Hoy era el último día para tomar la decisión antes del último Consejo de Ministros del año, que se celebrará mañana, de manera que lo que se acordara pudiera entrar en vigor el próximo 1 de enero.
Sin embargo, Trabajo no ha convocado ninguna reunión con los interlocutores sociales para el día de hoy y la patronal y los sindicatos tampoco han recibido aún una propuesta de Trabajo. El motivo de esto es que el Gobierno ha decidido finalmente aprobar mañana en el Consejo de Ministros una prórroga del actual salario mínimo de 2020 para 2021 en un Real Decreto. Así, aunque el año arrancará con el mismo salario mínimo, sin subida alguna, desde Trabajo precisan que texto de la norma que aprobará mañana el Ejecutivo indica que se efectuará una prórroga, en lugar de una congelación, lo que permitirá seguir negociando a partir de enero.
No será, en cualquier caso, la primera vez que la decisión sobre eel salario mínimo se retrasa a enero. De hecho, en los dos últimos años el hecho de que este alza se haya producido tras una negociación con los agentes sociales y no de forma unilateral por el Gobierno, ha postergado la decisión a principios del ejercicio siguiente. En estos casos, el incremento se aplica de forma retroactiva desde el 1 de enero, algo que podría repetirse en esta ocasión, si finalmente se decide algún tipo de incremento.
No obstante, el Gobierno también podría decidir no subir esta renta ya entrado el mes de enero y comprometerse a evaluar a mediados de año la situación y decidir entonces un aumento si la recuperación de la actividad lo permitiera, tal y como sugirió la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la pasada semana. Este escenario es el que ha ganado peso en los últimos días, ya que también la vicepresidenta económica y ministra de Economía, Nadia Calviño, es partidaria desde el principio de esta negociación de no acometer ninguna subida en enero próximo.
Por su parte, los sindicatos han planteado incrementos que van desde llegar a los 1.000 euros en 2021 (lo que supondría un incremento del 5,3%), como ha reclamado UGT, al avance del 1,8%, que es lo que demanda CC OO, en línea con lo que están subiendo los salarios medios pactados en convenio y las pensiones mínimas; o el 0,9% sugerido por Trabajo, al ser lo que subirán desde enero las pensiones en general y los sueldos de los empleados públicos.
En el lado opuesto se sitúan las patronales CEOE y Cepyme, que se cierran en banda a cualquier tipo de incremento, argumentando la grave crisis que atraviesa la mayoría de las compañías por la pandemia. Precisamente hoy, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) ha advertido que elevar el salario mínimo hasta los 1.000 euros, un 5,3% a partir del 1 de enero, como ha propuesto UGT supondría destruir o no crear entre 85.000 y 135.000 puestos de trabajo.
Para ello, la principal patronal de las pymes ha utilizado un estudio que ha realizado Randstad Research en colaboración con la propia Cepyme en la que se indica también que más de la mitad de todos estos puestos que se perderían (el 52%) estarían concentrados en los sectores de la hostelería y comercio. E igualmente, creen que estos empleos en riesgo se cebarían en los jóvenes menos cualificados.
En opinión de esta organización empresarial, el daño que supondría este incremento del coste laboral se añade al riesgo que atraviesan "decenas de miles" de empleos que están en expedientes de regulaciones temporales de empleo (ERTE). "Esta subida del SMI se plantea en un momento muy complicado para la economía española y en una situación extremadamente crítica para muchas empresas, especialmente pymes", indica la patronal, que calcula que este año terminará con un millón de trabajadores menos, sumando los despedidos y los que siguen en ERTE.
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