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González-Bueno, la venganza poética del digitalizador

Su éxito en ING es su carta de presentación para transformar el negocio de Sabadell

César González-Bueno, próximo consejero delegado de Banco Sabadell.
César González-Bueno, próximo consejero delegado de Banco Sabadell.hogue
Carlos Gómez Abajo

Su experiencia en banca digital, labrada con el lanzamiento y el éxito rompedor de ING en España, es la principal carta de presentación de César González-Bueno Mayer von Wittgenstein (Argentina, 1960), próximo consejero delegado de Banco Sabadell. El ahora consejero no ejecutivo de su filial británica, TSB, llegará al banco tras frustrarse la unión con BBVA.

La idea es digitalizar casi completamente los servicios minoristas de la entidad. Sustituirá, probablemente en febrero cuando los supervisores le den el visto bueno, a Jaume Guardiola, de 63 años, que quería haberse jubilado hace tres; al tiempo, el presidente, Josep Oliu, de 71, perderá sus funciones ejecutivas, como lleva tiempo reclamando el BCE (que quiere separación de funciones entre ambos puestos).

Es muy posible que traiga consigo a alguno de sus colaboradores más estrechos, que le han acompañado en varios de sus destinos. En sus equipos genera fuertes admiraciones, pero también rechazos radicales. Dicen de él que es listo, y sobre todo, que lo sabe. Coqueto, domina la escena; es ameno en las exposiciones (habla inglés y francés perfectamente) y le encanta expresar, dando titulares a los periodistas, su visión del sector, polémica y dura con sus rivales de la banca más tradicional, sobre la que ha pronunciado frases lapidarias.

El lanzamiento de ING en España en 1998 rompió el statu quo del sector, eliminando las comisiones, algo que sus contrincantes veían al límite de la competencia desleal, porque consideraban que se aprovechaba de su red de cajeros. Finalmente decidieron imponer comisiones por sacar efectivo y obligar al banco holandés a negociar acuerdos. A los consumidores, eso sí, les vino muy bien el movimiento del mercado provocado por este nuevo modelo sin sucursales, con atención por teléfono e internet.

Tiene cinco hijos (tres de su primer matrimonio y dos del actual y segundo), y en su tiempo libre desconecta de la actividad intelectual en la naturaleza, paseando con sus perros de caza o haciendo deporte. Le gusta apretar el acelerador conduciendo y es muy aficionado al automovilismo y a los coches de alto nivel.

En ese mundo conoció a Juan Carlos Delgado, el Pera, que de niño robaba bancos y que se rehabilitó en la CiudadEscuela Muchachos (Leganés, Madrid), de la que González-Bueno se haría patrono. Alberto Muñiz, tío Alberto, dice de él: “Se siente uno más de la familia cuando está entre nosotros. Es muy cercano, y dos de sus hijos han sido voluntarios nuestros. En su bonhomía de nacimiento está el ayudar al prójimo, y lo hace con la humildad del filántropo: ‘Qué ingenuos sois’, me dijo un día con una sonrisa de niño cómplice. ‘Creéis que os estoy ayudando y es todo lo contrario: sois vosotros los que me ayudáis a mí... ¡Y no sabéis cuanto! Pero seguid así, no me gusta discutir“.

El próximo jefe de Sabadell es el cuarto de los cinco hijos de Pedro González-Bueno Benítez, que fue presidente y director general de Citroën Hispania, en cuyo nacimiento participó a su vez el abuelo de César, Pedro González-Bueno y Bocos, ingeniero de caminos y ministro de Acción y Organización Sindical en el primer Gobierno de Franco.

Estudió en el Liceo Francés y se graduó en Derecho y ADE en Icade. Comenzó a trabajar en Citibank como analista; estuvo también en la sociedad de valores Asesores Bursátiles y en The Boston Consulting Group. En esa época hizo un MBA en Gestión Pública y Privada en la Universidad Yale (New Haven, Connecticut, EE UU), en la que fue profesor ayudante de Finanzas y Métodos Cuantitativos.

Trabajó seis años en McKinsey (dicen que le quedan maneras de consultor): marketing, gestión de riesgos y reducción de costes en proyectos de banca e industriales, desde Lisboa, México y Madrid. En 1996 fichó por Argentaria, como director de canales alternativos y medios de pago (Banca Postal-Correos).

Y casi a final de siglo, su revolución en ING. En 2005 incorporó la dirección de Francia, Italia y Reino Unido, y en 2009 pasó a jefe de mayorista y minorista de la entidad en 17 países, con 20.000 empleados bajo su responsabilidad. No todo fue un paseo: tuvo que enfrentarse a los efectos de la intervención de Fórum y Afinsa en 2006, que provocó inquietud hacia otros productos con altas rentabilidades, como los depósitos de ING. También tuvo que contrarrestar la incertidumbre entre sus clientes tras la inyección del Gobierno holandés de 10.000 millones a la matriz en 2008.

En 2011 pasó a dirigir NCG Banco (ahora Abanca), creado con los activos segregados de Novacaixagalicia, de la mano de José María Castellano, ex de Inditex. En sus dos años al frente, reestructuró la entidad bajo la supervisión de la UE, el FMI y el BCE, con 6.000 profesionales a su cargo. Además, creó Evo Banco con parte de los activos del grupo, y lo vendió al fondo estadounidense Apollo Global Management por 60 millones de euros.

Trabajó en Kuwait los tres años siguientes, como CEO de Gulf Bank, el segundo banco tradicional del país. En su Linkedin destaca que mejoró su solvencia y lo modernizó. ING lo recuperó como jefe de España y Portugal en 2017, con 1.200 empleados, y como presidente del consejo asesor de la división. El año pasado decidió dejar el puesto ejecutivo (le sustituyó Roel Huisman), y en mayo dejó también el otro, al entrar en el consejo de TSB.

González-Bueno será el primer ejecutivo no catalán de Sabadell, y tiene como retos mejorar la eficiencia y la rentabilidad, probablemente con la venta de TSB en el segundo semestre de 2021, y acelerar la digitalización de la entidad (la propia TSB sufrió un colapso informático en 2018 que provocó cientos de millones en pérdidas). Tras romperse la negociación con BBVA, la idea es seguir en solitario, aunque sin descartar una fusión o alianzas con entidades europeas, cruzando capital.

Para el futuro CEO, será una suerte de venganza poética adaptar un banco muy tradicional a la modernidad de la que él fue precursor.

El nuevo plan estratégico

Sabadell pretende crear una gran plataforma digital para particulares, que supondrá el cierre de cientos de oficinas, así como impulsar su importante negocio de pymes.

La entidad planea recortar 1.800 puestos de trabajo, los mismos que ha suprimido este año.

Sobre la firma

Carlos Gómez Abajo
Licenciado en Físicas, máster en Periodismo UAM-El País y posgrado en Información Económica. Es redactor de Opinión de Cinco Días, y también ha escrito en Mercados y en la sección de ocio/lujo. Ha trabajado en el portal de noticias científicas Tendencias 21 y ha hecho traducciones, la mayoría de tipo económico.

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