Las críticas de sindicatos y pequeños accionistas protagonizan la última junta de Bankia
Goirigolzarri asegura que anticipar la fusión con CaixaBank ha permitido contar con una mayor opcionalidad en el mapa de consolidación y afrontar la integración desde una mayor fortaleza
Bankia ha celebrado hoy su última junta de accionistas, la undécima desde que se creo esta entidad fruto de la fusión de siete cajas de ahorros, entre las que destacan Caja Madrid y Bancaja. A partir de ahora será parte de CaixaBank. Hoy ha aprobado su unión que la entidad de origen catalán.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha empezado su discurso recordando la importancia de esta junta. "Tengo para mí que, si bien es cierto que todas las juntas generales que hemos celebrado a lo largo de nuestra historia han sido muy importantes, ésta que estamos celebrando en el día de hoy tiene una especial transcendencia puesto que marca el hito más relevante de la historia de nuestra entidad. Porque en el día de hoy, si ustedes señoras y señores accionistas así lo deciden, nuestra entidad pasará, junto a CaixaBank, a conformar la mayor entidad financiera de nuestro país", ha declarado.
Gorigolzarri ha asegurado que haber anticipado la fusión de la entidad con CaixaBank en un momento de cambio abrupto del entorno ha permitido contar con una mayor opcionalidad en el mapa de consolidación y afrontar la integración desde una mayor fortaleza financiera.
"Ante un cambio tan rápido del entorno, el consejo de administración, que ya en el pasado había dedicado varias sesiones al análisis de la consolidación del sector en España y el posible papel que Bankia podía jugar, entendió que la anticipación era un factor estratégico clave", ha indicado.
El banquero, que será presidente de la futura CaixaBank aunque con poderes más reducidos que los actuales, ha hecho un pequeño repaso por la trayectoria de Bankia. "Desde el año 2012 hasta nuestros días nuestra entidad ha transitado por distintos periodos en los que hemos ido adaptando nuestra estrategia a las necesidades de cada momento", ha explicado.
Ha recordado que la primera etapa, de 2012 a 2015, estuvo marcada "por nuestro Plan de Reestructuración". En la segunda etapa, que abarcaría los años 2016 y 2017, "estuvimos concentrados en nuestro nuevo posicionamiento de relación con nuestros clientes y en el cambio de la dinámica comercial. Y una tercera etapa, que se inicia "en 2018 hasta nuestros días, que, tras la integración de BMN, ha estado centrada en nuestra transformación digital y cultural para poder hacer frente a los nuevos desafíos del entorno".
El banquero ha desgranado las dificultades por las que atraviesa el sector, y que, en gran parte, son las caudas que han llevado a Bankia a fusionarse.
"La rentabilidad de la banca europea no sólo es muy baja, sino que se encuentra, desde hace varios años, por debajo de su coste de capital, algo que para cualquier sector o empresa no es sostenible en el medio plazo. La principal razón que explica esta situación es el nivel de tipos de interés que desde febrero de 2016, hace ya casi cinco años, se sitúan en terreno negativo; algo que sin duda pudo tener efectos positivos en un primer momento sobre las economías europeas, pero que está teniendo un efecto muy negativo sobre las cuentas de resultados de los bancos. Y esta situación, lejos de normalizarse, tiene visos de prolongarse por un largo periodo de tiempo", ha comentado.
El directivo también se ha referido a los graves efectos de la crisis sanitaria y económica que está dejando el coronavirus. "A pesar de las medidas de apoyo a la economía que se han puesto en marcha, y siempre dependiendo del desarrollo de la pandemia, de acuerdo con el escenario central del Banco de España no recuperaremos el nivel de PIB anterior a su aparición hasta después del año 2022", ha advertido, para añadir "esta situación ha modificado el entorno financiero".
Ha explicado que el mercado está descontando que no tendremos tipos positivos en el área del euro hasta mediados del 2027.
La nueva CaixaBank contará con presencia en más de 2.200 municipios en España, en 290 de los cuales serán la única entidad bancaria presente, "lo que se convierte en una apuesta clara por la cercanía al territorio y en un firme compromiso, que hoy reiteramos, por la inclusión financiera", ha recalcado Goirigolzarri. En paralelo a esta presencia física, el banco cuenta con más de 10 millones de clientes que utilizan las plataformas digitales.
El primer ejecutivo de Bankia ha explicado que según las previsiones de los analistas en términos de beneficio por acción, la entidad combinada alcanzará en el ejercicio 2022, un nivel de 0,33 céntimos por acción lo que supone un 28% superior al nivel que obtendría CaixaBank de forma independiente y casi un 70% superior al que obtendría Bankia.
En términos de rentabilidad sobre capital tangible o ROTE, la entidad combinada podrá alcanzar en 2022 un 8,2%. Un nivel muy superior, como pueden ver, al que alcanzarían las dos entidades de forma independiente.
Goirigolzarri ha asegurado que la mejora de la rentabilidad permitirá en el futuro la distribución de unos mayores dividendos en efectivo. "Esta combinación nos debe conducir a unos resultados que nos permitan retribuir el capital, crear valor para todos ustedes, señoras y señores accionistas, que son los propietarios del banco", ha precisado.
Bankia parte de unos niveles holgados de capital que permitirán absorber los costes de reestructuración y ajustes financieros, previstos en 150 puntos básicos, alcanzando un nivel de capital proforma de máxima calidad en marzo de 2021 del 11,6%. De este modo, contará con un colchón de más de 310 puntos básicos sobre el nivel regulatorio tras los ajustes y la integración.
La nueva composición del accionariado, que contará con una estructura en la que Criteria ostentará el 30% de las acciones, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) el 16%, los inversores institucionales el 37% y, los más de 750.000 accionistas minoristas, un 17% del capital.
QUEJAS DE LA PLANTILLA
Pero los grandes protagonistas de la última junta de accionista de Bankia han sido los empleados de la entidad. Casi todas las intervenciones que se han llevado a cabo en la junta (nueve accionistas han tomado la palabra de los que 8 eran representantes de los sindicatos y uno era un pequeño inversor, además se han producido otras cuatro intervenciones por correo), han hecho referencia a la destrucción de empleo, cierres de oficinas o la petición de que las salidas que se produzcan por la fusión se lleven a cabo por medidas no traumáticas y a través de prejubilaciones.
Todos o casi todos los sindicatos con representación en Bankia han intervenido en la junta.
Casi todos los sindicatos han expresado la "incertidumbre" que vive la plantilla de Bankia ante la futura absorción de esta entidad por Caixabank. Por este motivo, UGT se han abstenido en la votación hasta conocer el alcance de la reestructuración, mientras otros sindicatos como SESFI, UOB o CGT han expresado su rechazo a la fusión y han votado en contra.
En representación del sindicato independiente ASIP, José Coch ha tomado la palabra para reclamar un "equilibrio" entre la necesidad de hacer la empresa viable y garantizar unas buenas condiciones laborales para la plantilla. En la misma línea, desde SATE, José Antonio Muñoz ha advertido al Consejo de Bankia que "tienen el deber moral de proteger a los suyos" y ha pedido que la salida de empleados sea voluntaria y teniendo en cuenta la edad.
Desde la UOB, Juan Reynes ha mostrado su "disconformidad" con la fusión y ha argumentado que en lugar de sinergias, lo que conllevará es "el cierre de sucursales, menos servicio a la ciudadanía y el despido de miles de trabajadores".
Igualmente, el representante sindical de CGT, Juan Vicente Calderón se ha manifestado "absolutamente en contra" de la absorción de Bankia por CaixaBank, un proceso que considera "profundamente antisocial". Y ha lamentado que "un Gobierno progresista renuncie a la posibilidad de una banca pública".
También del Sindicato de Empleados del Sector Financiero (SESFI), Alberto Martín, ha criticado que habrá empleados que "queden por el camino", por lo que ha votado en contra de la fusión. Y ha lanzado un aviso: "No toleraremos medidas traumáticas".
Desde su punto de vista la fusión traerá consigo una "presión brutal" sobre la plantilla para conseguir objetivos y con ello "estrés, frustración y amargura", a lo que se suma la incertidumbre por la posibilidad de sufrir movilidad geográfica. Pero "solo somos daños colaterales", ha sentenciado.
Goirigolzarri ha respondido a los representantes de la plantilla de la entidad que no comenzará a negociar el ERE hasta que no estén todas las autorizaciones de los supervisores al proyecto de fusión, lo que no se espera que ocurra hasta finales del primer trimestre de 2021. Será entonces cuando comiencen las negociaciones con los sindicatos. El directivo ha afirmado que "todavía no está dimensionado el proceso de reestructuración", pero tratará de que, "en la medida de lo posible", la mayoría de las salidas de trabajadores sea voluntaria y "se basará estrictamente en criterios de meritocracia".
Goirigolzarri, que ha vuelto a rechazar la creación de un banco público tras la petición de la representante de la plataforma de Bankia para que sea una entidad pública, ha cerrado la junta defendido el proceso de fusión, que creará el banco más grande de España, y que pretende ser "el mejor" grupo financiero del país.