El parabrisas, el centro de mando que salva vidas
Reparar, frente a cambiar la luna, no quita bonificación en el seguro
Si ya fastidia tener que llevar el coche al taller por una avería, mucho más cuando se rompe el parabrisas o cualquier otro cristal del vehículo. Entre otras cosas porque casi siempre se debe a un chinazo (gravilla) procedente del pavimento en mal estado o por robo.
Pero lo que la mayoría de la gente desconoce es la importancia de este elemento en la seguridad. Y cada vez más teniendo en cuenta que hoy el parabrisas de muchos coches, sobre todo de alta gama, ya aloja la mayoría de las cámaras y sensores de los sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS), claves para evitar accidentes.
En cinco años, los utilitarios tendrán asistentes en la conducción
Incluso, a los que tienen vehículos con más de 10 años (los ADAS se incorporaron a partir de 2010), les conviene saber que, además de la visibilidad de la vía, “el parabrisas aporta un 30% de la resistencia estructural del coche, contribuyendo a que el techo no se hunda en caso de vuelco o al correcto funcionamiento de los airbags delanteros, ya que se apoyan en este elemento cuando se abren”, explica Alicia Segura, portavoz de Carglass.
“Un parabrisas en mal estado puede producir reflejos, efectos visuales y pérdida de nitidez, y esto se acentúa con el sol de frente, cuando es de noche o con lluvia (donde aumenta al 70% el riesgo de accidentes)”, aclaran en esta compañía que lleva 22 años reparando parabrisas y ventanillas en el país.
A 200 euros ascienden las multas por llevar el cristal dañado
Además, llevar el cristal dañado puede acarrear multas de 200 euros y la inmovilización del vehículo, sin olvidar que puede dar lugar a un suspenso en la ITV. Desafortunadamente, lo desconoce el 60% de los conductores, recoge un estudio de Fesvial (Fundación para la Seguridad Vial). De hecho, en España, el 40% de los españoles ha conducido con el parabrisas rayado o con un impacto (que reduce su resistencia en caso de colisión) y el 75% lleva las escobillas en mal estado.
Sin embargo, según la compañía fabricante de vidrio Saint-Gobain, “las lunas están cubiertas por el seguro en el 92% del parque móvil, salvo los vehículos industriales, sobre todo camiones, por lo que es bajo el porcentaje de accidentes debido a su mal estado”.
Se está a un paso de que los coches generalistas contengan toda la información en el parabrisas (del navegador, sensores de velocidad, frenada de emergencia, etc.), asegura Óscar Tejedor, director general de la empresa dedicada a la fabricación de vidrio para coches Guardian Automotive, que acaba de hacer una inversión de cinco millones de euros en la ampliación y mejora de su planta de producción de Llodio (Álava).
“Lo que hasta ahora era un extra, las marcas prémium (BMW, Audi y Mercedes) lo van a incorporar de serie en breve y esto significa que en menos de cinco años la mayoría de los utilitarios tendrán también de serie toda la información en el parabrisas”, asevera Tejedor. Con esto se busca evitar distracciones, responsables de la mayoría de los siniestros.
Dentro de la industria del automóvil, en el parabrisas es donde se están desarrollando más avances, sostiene Segura. “A corto plazo integrará sistemas de realidad aumentada que ayuden al conductor a responder ante un imprevisto”. Y con el coche autónomo, toda la información recogida (vía, señalización, peatones...) a través de los ojos (cámaras, radar, ultrasonidos) será enviada a la unidad de mando que, junto a los datos del propio coche (velocidad, aceleración, frenada...) y el comportamiento del conductor, actuará alertándole o bien tomando el control del coche”. En Carglass, si es posible, apuestan por la reparación del parabrisas, aunque “en la mayoría de los concesionarios y talleres optan por la sustitución”, señala Tejedor.
Algunas de las ventajas de la reparación destacadas por Carglass son que no suele penalizar la bonificación en la renovación del seguro, el coste es seis veces inferior a la sustitución, genera casi diez veces menos residuos, evita la manipulación de la carrocería y, si incorpora los sistemas ADAS, no será necesario recalibrarlos para que no fallen.
En Saint-Gobain aseguran, no obstante, “que debido a su coste a veces es más rentable reemplazar la luna que reparar”. Máxime si se trata de un modelo con tecnología compleja (sensores, radares, cámaras...), en cuyo caso suele descartarse la reparación, ya que puede afectar a la seguridad”.
Claves
Roturas. En España se reemplaza el parabrisas 1,2 veces en la vida del coche. Las carreteras secundarias y el invierno son las principales causas de la rotura. Este año las ventas bajarán un 15% por la menor movilidad.
Sistemas mixtos. Los cristales de opacidad variable (a veces traslúcidos, a veces opacos) permiten un sistema mixto donde a veces pilota el conductor y otras veces el coche.
Avances. Además de los ADAS, los sistemas de proyección de información en el parabrisas (head up displays) o los sistemas de calefactado o limpiaparabrisas son algunos de los últimos avances. Las ventanillas laterales también serán inteligentes.
Vidrio. La superficie acristalada ha aumentado un 15% en 10 años y el grosor del vidrio ha disminuido un 10%, pero ha ganado en resistencia. Además, el 25% de los vehículos lleva un techo panorámico.
Tipos. Los coches suelen llevar dos tipos de vidrio, el laminado (dos capas con un film de PVB en medio) en el parabrisas y el templado, en las ventanillas laterales, porque es más barato.
La reparación. El arreglo del parabrisas representa una huella de carbono de 4 kilos de CO2 y unos desechos de 0,002 kilogramos, mientras que en una sustitución estas cifras se disparan hasta 39,1 kilogramos de CO2 y 13,9 de desechos.