Diversidad e igualdad: prioridad también en tiempos de Covid-19
Las empresas españolas avanzan en transparencia y conciencia del problema, pero no tanto en resultados concretos
La diversidad y la igualdad de oportunidades son elementos decisivos para la mejora de la competitividad y rentabilidad de los negocios. Los datos demuestran que los equipos de trabajo con mayor diversidad de género logran incrementar sus ventas en un 28%. Por tanto, fomentar la igualdad en las empresas no es solo una línea de actuación deseable, sino que también es una estrategia inteligente, también en estos tiempos de Covid-19. Pero su aplicación efectiva tarda en materializarse en la mayoría de las empresas españolas.
No hay que confundir movimiento con acción. Esta idea suele escucharse a menudo entre quienes desempeñamos responsabilidades de dirección. Y, sin embargo, parece que los directivos españoles se olvidan de esta noción certera a la hora de gestionar la diversidad y la igualdad dentro de sus compañías.
Así lo demuestra en nuestro informe When Women Thrive 2020, de junio. Se trata del estudio comparativo más completo en el mundo acerca de igualdad y diversidad en las empresas y este año por primera vez el documento incluye datos de España, con la participación de 60 compañías, que representan a más de 250.000 empleados.
El documento revela que en años recientes las empresas de nuestro país han avanzado de forma sustancial en diagnosticar sus problemas de igualdad de género y diversidad. En ámbitos como detección y transparencia las organizaciones se sitúan por encima de la media global. Así, el 89% de las compañías en España dice estar trabajando en mejorar la diversidad en sus plantillas y el 75% declara que existe una conciencia activa por parte de sus máximos responsables con respecto a esta cuestión.
Sin embargo, estos datos esperanzadores parecen quedarse en buenas intenciones con escasos resultados concretos. De hecho, en la práctica, solo el 38% de las compañías cuenta con un equipo supervisado por el CEO que se dedique en exclusiva a fomentar la igualdad y la diversidad. Así, hoy por hoy, las mujeres apenas ocupan un tercio de los puestos de alta dirección en las empresas.
Si a lo anterior le sumamos la llamativa desigualdad salarial entre hombres y mujeres con un mismo nivel de responsabilidad –superior al 10%, según la OCDE —, la necesaria mejora de la flexibilidad y la pertinencia de avanzar en prácticas de conciliación, está claro que se necesita mucha más eficacia a la hora de lograr avances concretos y reales para el desarrollo profesional de las mujeres en el mundo laboral español.
Por tanto, no basta con buenas intenciones. Para transformar esta realidad, es esencial que las políticas de igualdad y diversidad se incluyan como parte prioritaria en la agenda de decisiones del más alto nivel directivo. Debe existir un compromiso nítido por parte de los comités de dirección, empezando por la/el CEO. Solo a través de un liderazgo ejercido por los líderes de las organizaciones lograremos involucrar a todos los empleados en el cambio.
Esto es particularmente importante en lo que concierne a los mandos intermedios, porque son ellos quienes más pueden influir, de forma positiva o negativa, en hacer tangible un cambio de cultura dentro de las organizaciones. Pero el estudio revela que por ahora los gerentes españoles tienen un grado de compromiso con la diversidad inferior al de los directivos –67% frente al 75%—, algo que supone otra importante barrera para el progreso.
Hoy las empresas en España disponen de herramientas efectivas para detectar sus carencias en igualdad y diversidad. Sus directivos muestran un alto grado de conciencia acerca de este problema. Pero no nos engañemos: este movimiento, por muy considerable que sea, no debe confundirse con acción. Es hora de poner en marcha iniciativas reales con objetivos concretos. Una realidad mejor aguarda a profesionales, empresas y sociedad en cuanto nos decidamos a pasar a la acción.
Pedro Polo es CEO de Mercer España