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La Lupa
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El ‘procés’ chulapo de Ayuso irrita España

Las similitudes entre el discurso frentista y supremacista de la líder madrileña del PP y el secesionismo catalán dañan la reputación de Madrid dentro y fuera

Diez días después del encuentro entre Isabel Díaz Ayuso y Pedro Sánchez sabemos que la presidenta de Madrid entregó al presidente del Gobierno un documento con 46 reivindicaciones, condensadas en cuatro bloques: A) Relación Madrid-España. B) Garantía de los derechos sociales -B.1 Políticas sociales y B.2 Políticas fiscales y financieras-. C) Incumplimientos del Estado con Madrid, Invasión de Competencias e Interferencias en la acción de Gobierno. D) Evitar la judicialización de la política.

En realidad, ese es el contenido del documento que Carles Puigdemont, president de la Generalitat, entregó el 20 de abril de 2016 al presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy. El problema no está en construir una fake, convirtiendo un papel de Puigdemont en uno de Ayuso, sino en lo que refleja el hecho de que sea totalmente verosímil un texto así, en el que se pone a Madrid en la tesitura de Cataluña.

Pero ¿qué similitudes hay entre aquel gobierno de Puigdemont y el de Díaz Ayuso? Más allá de la anécdota de que ambos sean periodistas o el exceso de pedir el 155 también para Madrid. Básicamente tienen tres puntos en común: 1. La confrontación con el gobierno central como política de reafirmación ante su partido y electorado. 2. La utilización de la fiscalidad contra el resto de España. 3. El supremacismo con las demás regiones.

El procés del independentismo catalán ha provocado rechazo y cansancio en más de la mitad de Cataluña y en el resto de España y esta misma sensación empieza a surgir con el procés chulapo de Ayuso. La ciudad/región abierta y acogedora va camino de convertirse en prototipo de descontrol y cainismo político.

El pasado 14 de septiembre, Díaz Ayuso convirtió el debate sobre el estado de la región en un cúmulo de reclamaciones e incoherencias contra el Gobierno de España, sin espacio a la autocrítica. Para entonces Madrid ya tenía los peores datos de España y de Europa Occidental en gestión de la pandemia. Fue en ese discurso donde aseveró que “tratar a Madrid como al resto de comunidades es muy injusto”. ¿Remember Mas/Puigdemont/Torra?

En esa misma intervención se quejó de la falta de recursos a la vez que prometía una rebaja fiscal de medio punto en todos los tramos del IRPF. A parte de la evidencia de que esto beneficia a los que más cobran, puesto que los sueldos anuales inferiores a 14.000 euros nada tributan y nada descuentan, este tipo de anuncios ahonda en la convicción de que el PP está convirtiendo Madrid en el Luxemburgo de la UE, una especie de paraíso fiscal, que succiona al resto de España. Es aquí donde viene la segunda gran similitud del Madrid de Ayuso y el procés. El independentismo acuñó con cierto éxito el slogan de “España nos roba” y el marketing de Ayuso intenta instalar la idea de que Moncloa/Sánchez maltrata a Madrid. Esta estrategia está levantando ampollas en los demás presidentes autonómicos, incluidos los de su propio partido, que tras años de dumping fiscal empiezan a clamar contra las ventajas de la capitalidad, que van en detrimento de las demás regiones.

El exhibicionismo fiscal de Madrid ha provocado que Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, una región próspera e históricamente conciliadora entre Madrid y Cataluña, haya estallado y pase al ataque acusando a Madrid de ser “la aspiradora” de recursos del resto de las regiones. Esa afirmación la sustenta en las conclusiones de un informe que el mismo encargó al Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas y que se titula, Madrid: capitalidad, economía del conocimiento y competencia fiscal.

Este informe tiene el enorme valor de poner números concretos e incuestionables a lo evidente, que la capitalidad tiene un efecto de drenaje sobre el resto de España, al igual que las capitales de comunidad lo tiene sobre el resto de la región. Esto, que pasa en gran medida en todas las capitales del mundo, y no es de ayer, no habría sido objeto de debate si el PP no le hubiera añadido la guinda de una política fiscal que trata de multiplicar el atractivo de Madrid más allá de lo que genera el hecho de ser la villa de la corte política y empresarial.

Durante años el nacionalismo español de provincias se entretenía con la idea de que Madrid vaciaba a la Cataluña independentista, cuando la realidad es que los grandes perjudicados son las dos castillas, Andalucía y Extremadura.

El magnetismo que ejerce Madrid convertía a esta ciudad en un espacio rico y diverso. En la metrópoli del mundo hispano, algo que en otras épocas compartía a duras penas con Miami y Barcelona, dos ciudades que han perdido atractivo con el trumpismo y el independentismo, puesto que ambos desprecian lo latino y lo español; ambos son reflejos del supremacismo blanco y el catalán, respectivamente. Pues bien, Isabel Díaz Ayuso está a punto de generar, con sus invectivas, el supremacismo chulapo, que sería material de zarzuela, si no costara vidas.

El procés de Ayuso y el de Puigdemont/Torra guardan dos grandes diferencias que deberían frenar en seco esta deriva. Ayuso tiene jefe, Pablo Casado, que está tardando en pararle los pies. No se da cuenta de lo que están haciendo sus homónimos que gobiernan en Alemania y Reino Unido, que están tomando medidas más drásticas con números infinitamente mejores que los de Madrid. Además, la presidenta debe su cargo al apoyo de Ciudadanos y Vox. Inés Arrimadas tiene, como hace Castilla y León, la oportunidad de llevar al PP por el camino del bien. ¡Es la salud, estúpidos!

PD: Chulapo. El diccionario de Inglés-Español de Oxford nos deja está magnífica imagen: “La zarzuela nos ha dejado chulapos que hablaban y se comportaban de manera afectada y con una mezcla de gracia e insolencia”. ¿Les suena? 

Aurelio Medel es Doctor en Ciencias de la Información. Profesor de la Universidad Complutense

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