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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El reto europeo pendiente de la unión del mercado de capitales

Se trata de que sea eficiente y que sirva para financiar a las empresas al tiempo que garantice transparencia y protección a los inversores

CINCO DÍAS

La Comisión Europea publicó ayer un nuevo plan de acción para impulsar la Unión de los Mercados de Capitales (UMC) de la Unión Europea en los próximos años. Unos mercados de capitales grandes e integrados facilitarán la recuperación de la UE de la crisis del coronavirus, sostiene la Comisión Europea, garantizando que las empresas, en particular las pequeñas y medianas, tengan acceso a fuentes de financiación.

Aunque el vicepresidente de la Comisión Valdis Dombrovskis ha exhortado a avanzar rápido en ese plan como herramienta para salir de la actual crisis, lo cierto es que la unión del mercado de capitales lleva un retraso considerable. La UMC no es un fin en sí misma sino un medio para fortalecer económicamente la Unión Europea. Sin embargo, no debe pensarse en ella como la panacea que traiga la recuperación, la transición ecológica y la digitalización de Europa. Ese análisis no es muy realista, aun concediendo que el funcionamiento de los mercados de capitales y la posibilidad de que las personas y las empresas puedan acceder a las oportunidades de inversión y a la financiación del mercado que necesitan es vital para la recuperación y para canalizar las enormes inversiones que serán necesarias en esta etapa.

Integrar los mercados nacionales de capitales en un auténtico mercado único de capitales a escala de la UE es un objetivo ambicioso y necesario y disponer del mismo habría servido para impulsar la recuperación, pero presentarlo como prerrequisito de la recuperación es algo oportunista y poco atinado.

Dicho eso, el plan de acción de la Comisión está bien orientado y la mayor parte de sus medidas son acertadas y pueden permitir avances reales en ese reto pendiente, aunque en esta ocasión ya no lleguen a tiempo. Además, como reclaman las Bolsas, para tener mercados más líquidos y eficientes, debe simplificarse el conjunto de normas que rigen el funcionamiento de la operativa bursátil en los mercados de valores (Mifid II / Mifir), con el fin de mejorar la transparencia y fortalecer la formación de precios en la UE.

Al final, se trata de conseguir un mercado de capitales eficiente de grandes dimensiones que sirva para financiar a las empresas al tiempo que garantice transparencia y protección a los inversores, unificando reglas, requisitos de información y procedimientos de tal modo que se pierda el miedo a la inversión transfronteriza, los capitales fluyan, el euro salga reforzado tanto como moneda única como en su papel internacional y la economía europea sea más fuerte en beneficio de sus ciudadanos.

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