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En colaboración conLa Ley
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Pérez-Llorca apuesta por los fichajes estrella para mantener su estrategia de crecimiento

La firma sacude el sector con las incorporaciones de Jesús Varela y Joaquín Ruiz Echauri, especialistas en inmobiliario y seguros

Pedro Pérez-Llorca en una entrevista realizada en su despacho.
Pedro Pérez-Llorca en una entrevista realizada en su despacho.Pablo Monge

Tiene la discreción como norma, pero desde hace tiempo Pérez-Llorca es el centro de todas las miradas en el sector legal. Al espectacular crecimiento cosechado en los últimos años (de 2016 a 2019 ha duplicado su facturación: de 33,2 a 64 millones de euros) hay que sumar, este verano, dos fichajes de relumbrón que han sacudido a la abogacía de los negocios: el de Jesús Varela, ex socio director de Dentons, y el de Joaquín Ruiz Echauri, exsocio y miembro del consejo mundial de Hogan Lovells. El mensaje es claro: el despacho no tiene intención alguna de levantar el pie del acelerador. Una ambición que parece haberse convertido en un potente polo de atracción para muchos profesionales.

"Las incorporaciones responden a nuestro plan estratégico, que persigue la mejora de nuestras capacidades y de nuestra posición en el mercado", explica a CincoDías el socio director del bufete, Pedro Pérez-Llorca. Con ellos, la firma toma posiciones en dos áreas de negocio clave: inmobiliario y seguros.

En la primera de ellas, Varela, que hizo las maletas junto a los también socios José Ramón Vizcaíno y Julio Parrilla, debe contribuir a que su nuevo departamento dé un salto de calidad en operaciones y facturación. Las expectativas son muy altas. Varela no solo es reconocido como uno de los mejores letrados del país en su especialidad (banda 1, según el directorio Chambers), sino que, además, según afirman varias fuentes, sus ingresos anuales en Dentons rondaban los cinco millones de euros. Su retribución superaba el millón.

Las razones del interés de Pérez-Llorca, firma con una estrategia de fuerte crecimiento, son obvias. Lo que para muchos resulta más difícil de explicar es por qué el socio director de una firma internacional, con un ambicioso plan de expansión en España, da el portazo para incorporarse solo como socio de otro despacho. "Él quiere cerrar las mejores operaciones, no gestionar. Así son las estrellas", detallan quienes le conocen.

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Ruiz Echauri, por su parte, tiene el cometido de liderar la creación del departamento de seguros y reaseguros, área estratégica en previsión de que la pandemia genere un importante volumen de negocio. El letrado es, para muchos, el número uno en su ámbito. De hecho, es el único star individual en materia de seguros en España, según Chambers.

Estos movimientos, según reflexiona Pedro Pérez-Llorca, son consecuencia de una cultura "muy abierta y deseosa de que venga todo aquel a quien atraiga nuestro proyecto y que pueda sumar para hacernos mejores". En este sentido, Varela y Ruiz Echauri son los nombres más destacados, pero no los únicos. Hace unas semanas, también se enroló en la firma Ignacio Santabaya, de Jones Day; en julio lo hizo Jordi Gras, ex de EY, y, en febrero, desde Baker McKenzie, Marcel Enrich.

Alta rotación

Ahora bien, no todo son fichajes. También hay salidas de socios. Rumbo a otros despachos (en abril, Fernando Ruiz Linaza se unió a Deloitte Legal) o a la empresa (antes de verano, José Ramón de Hoces se incorporó a El Corte Inglés). "No vemos las salidas como un fracaso. Que haya socios que se marchen es un fenómeno natural", comenta al respecto Pérez-Llorca, quien, en todo caso, admite que intenta entender "los motivos" por los que estas se producen.

Algunos ex de la firma, no obstante, sí vinculan la marcha de algunos letrados con una política de fichajes, afirman, acentuada en los últimos tres años. En concreto, desde la incorporación, en 2017, de los tres de Cuatrecasas, Javier Carvajal, Alfredo Lafita y Pedro Fernández. "Cuando incorporas a muchos socios de fuera, el mensaje que cala dentro es que es difícil progresar", describe uno de los que ha dejado el bufete. Un salir para crecer al que parece responder la marcha de Paula de Biase, counsel y directora del área de servicios financieros en Pérez-Llorca, que hace unas semanas anunció su incorporación como socia en Baker McKenzie.

"El equilibrio entre contrataciones y promoción interna es algo que nos ocupa", responde Pérez-Llorca, que se muestra convencido de que es posible desarrollar con éxito ambas políticas. "Todos los años promocionamos a socio a un grupo de asociados jóvenes y nuestro plan es volver a hacerlo este fin de año". El pasado enero ascendieron a partnership a Isabel Moya, Javier García Marrero, Alberto Ibort y Rafael Díaz.

Salir de Pérez-Llorca, no obstante, no es fácil. Al menos si se aspira a mantener el nivel salarial. La firma es una de las que mejor paga en los niveles por debajo de socio. "A la altura de los grandes bufetes internacionales", apunta un headhunter. En el partnership, según varias fuentes, la situación cambia: la horquilla retributiva es mayor, lo cual exige un esfuerzo extra de cohesión entre socios.

Incluso con sus riesgos, la línea marcada por Pérez-Llorca le convierte en una de las firmas de moda. Su ambición (aspira a asesorar a todo el Ibex 35) y su apuesta por el talento compensan, para muchos, el altísimo nivel de calidad y las interminables jornadas que exige el despacho.

Objetivo: un despacho de 500 abogados

Impacto del virus. "Me gustaría decir que la pandemia no cambia nada, pero sí lo hará. Va a ser un año más difícil para todo el mundo, salvo para los fabricantes de mascarillas", responde Pedro Pérez-Llorca al ser preguntado sobre si la crisis del Covid afectará a sus ambiciosos planes de expansión. "Nuestro crecimiento se ralentizará y nuestra rentabilidad sufrirá", augura, "pero las dificultades no bastan, por ahora, para apearnos de nuestra estrategia". No se marca plazos, pero el despacho trabaja con la meta de alcanzar un tamaño que duplique el actual. Es decir, crecer hasta ser una firma de unos 500 abogados y con una facturación por encima de los 100 millones de euros. En 2019, el bufete contaba con 232 letrados (48 socios) y logró arrebatar a Gómez-Acebo & Pombo el cuarto puesto que históricamente había ocupado en el ranking de bufetes nacionales. ¿Cuánto les ralentizará el virus? "Creceremos menos de lo normal", responde sin concretar Pérez-Llorca, aunque también matiza, "tenemos la suerte de dedicarnos a una actividad que resiste bastante bien las crisis".

Retos de futuro. A medio plazo, Pérez-Llorca se enfrenta al reto de cómo convertir un liderazgo aún muy personal, residido en gran medida en la figura de su socio director, en uno colectivo. Si bien la firma ha completado orgánicamente su institucionalización, aún debe transitar un camino de reparto del poder que ya hicieron con anterioridad otros grandes bufetes.

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