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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Pérdidas invisibles agravan la sangría en las cuentas de las empresas

El presidente del Gobierno debería ser consciente de ello ante el acto programado para este lunes

CINCO DÍAS

Las empresas del Ibex han cerrado el primer semestre de 2020 con las mayores pérdidas de su historia como consecuencia de la crisis del coronavirus. Los números rojos superan los 15.000 millones de euros, la cifra de negocio se ha desplomado en un amplio grupo de empresas y las compañías han elevado su deuda de forma muy significativa. Con lo grave que parece todo ello, la realidad subyacente es incluso peor. Cuando se analizan con detalle los balances y las cuentas de resultados integrales de las firmas del Ibex 35 se aprecia que en la inmensa mayoría de las compañías hay deterioros que no han pasado aún por la cuenta de resultados, pero que han erosionado ya con dureza los fondos propios de las empresas.

El patrimonio de las empresas del Ibex 35 se ha reducido en 45.000 millones de euros en solo seis meses. La principal razón son las pérdidas sufridas por la grave crisis que azota a todo el mundo como consecuencia de la pandemia. El resultado integral atribuible, que además del resultado que se utiliza habitualmente, incluye otras partidas como deterioros de activos que se cargan sin pasar por la cuenta de resultados y sobre todo, el efecto cambiario (por depreciación de divisas de países donde los grupos tienen filiales, por ejemplo) que tampoco se contabiliza en resultados, muestra unos números rojos de más de 35.000 millones cuando se toman en cuenta esa especia de pérdidas invisibles. El patrimonio cae en 31 de las 35 empresas del Ibex.

Hay un sector que está sufriendo como ningún otro la crisis del coronavirus: el del turismo y los viajes, con las aerolíneas como primeras víctimas. Los balances lo demuestran. El patrimonio neto atribuible a los accionistas de IAG se ha desplomado un 88,6% en solo seis meses, dejando a la compañía ante la necesidad de realizar una ampliación de capital de forma urgente. Meliá, con un descenso de su patrimonio del 42,6% es otra de las que más sufren. Pero gigantes como Santander, Telefónica, BBVA o Repsol también han sufrido un deterioro considerable de su patrimonio, en buena parte por la debilidad de las divisas latinoamericanas.

Las compañías están tratando de protegerse con la supresión o reducción de los dividendos al tiempo que refuerzan sus colchones de liquidez. Tras el trimestre del confinamiento, lo normal es que los resultados de las compañías mejoren, pero el daño patrimonial y la pérdida de capitalización bursátil deja a muchas de ellas en una situación de gran debilidad. El presidente del Gobierno debería ser consciente de ello ante el acto programado para hoy.

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