Santander vende este año 10.000 millones en deuda soberana española
Se desmarca de la tendencia de compras del sector ante la pandemia. CaixaBank, BBVA y Sabadell lideran las adquisiciones, con alzas del 30%
La banca española está engordando de nuevo su cartera de deuda soberana desde que empezó la pandemia, con una sonora excepción. Santander se mueve a contracorriente y, lejos de haber aprovechado el alza de rentabilidades que se produjo en el mes de marzo o el rally posterior con el que acumular plusvalías gracias a la intervención de los bancos centrales, ha recortado su riesgo soberano en balance de forma drástica. En el primer semestre su tenencia de deuda soberana española se ha reducido en 10.150 millones de euros, según los datos registrados en la CNMV.
“Se trata de ventas de cartera en el marco de la gestión del balance y gestión de la exposición al riesgo de tipo de interés”, según explican desde la entidad. Así, su tenencia de deuda pública española ha sufrido una fuerte caída del 28,7% en el semestre, hasta un total de 25.217 millones de euros. El banco prolonga las desinversiones que ya realizó en la segunda mitad de 2019, de modo que su cartera de bonos españoles ha menguado el 40% en el último año.
En junio del pasado año, Santander era, de hecho, la entidad española con más riesgo soberano nacional en balance, por casi 42.000 millones de euros. Emprendió las ventas a pesar de que las rentabilidades comenzaron a subir entonces desde mínimos históricos –el bono a 10 años rozó el 0% en agosto del pasado año- y de que ha sido en marzo cuando se ha abierto la gran oportunidad para el sector de exprimir la vía de ingresos que supone la inversión en deuda. La subida de rentabilidades asegura más cupón por los bonos en cartera y la posterior caída de rendimientos, más plusvalías gracias al ascenso de los precios de estos activos.
Las ventas de deuda soberana española han tenido de hecho reflejo en la cuenta de resultados de Santander. La entidad reconoce que el descenso del margen de intereses del primer semestre se debe, entre otras causas, al menor volumen de la cartera de deuda, además de a los menores tipos de interés.
El testigo de Santander lo toma ahora CaixaBank, a la cabeza de la banca tanto por el tamaño de su cartera de deuda pública española como por la intensidad del incremento registrado en lo que va de año. A cierre de junio, su tenencia de deuda soberana española había crecido el 36,7% respecto a diciembre, hasta los 44.991 millones de euros. La entidad partía de un nivel relativamente bajo a cierre de 2019, después de haber reducido su cartera de deuda española en un 13% durante el segundo semestre del pasado año. Y aprovechó el incremento de las rentabilidades en el inicio de la pandemia para aumentar posiciones, sin que ahora tenga urgencia por modificar el tamaño de la cartera.
Otro tanto hizo BBVA, cuya tenencia de deuda soberana española se ha incrementado durante el primer semestre el 34%, hasta los 28.913 millones de euros. Sabadell también ha elevado su cartera de bonos españoles durante el primer semestre con una intensidad similar, del 30,5%, hasta los 16.864 millones de euros.
Con la excepción de Santander, la banca española ha iniciado estos meses el camino inverso al de los últimos años, en que fue rebajando su riesgo soberano en balance al tiempo que se apuntaba jugosas plusvalías. Su cartera de bonos soberanos se disparó en la anterior crisis, cuando las altas rentabilidades y la elevada liquidez ofrecida por el BCE convirtieron a la banca en un comprador fundamental para el Tesoro y clave para la financiación del Estado.
El sector llega así a la crisis actual con una cartera de deuda reducida, en términos generales, y con margen por tanto para incrementarla. A cierre de mayo, el conjunto del sector financiero ya había elevado su tenencia de deuda soberana española hasta máximos de diciembre de 2016, con un volumen de 170.154 millones de euros.
Aunque focalizada a dar crédito, la enorme inyección de liquidez TLTRO III del BCE, por 1,3 billones a toda la banca, es también una ocasión para el sector para adquirir bonos.