Fondos de deuda privada listos para echar una mano a las pymes
La crisis del Covid-19 potencia el ‘direct lending’, que ofrece mayores plazos, condiciones flexibles y amortización a vencimiento
Hace tiempo que la financiación de las pequeñas empresas no se limita a la que otorgan los bancos, y las pymes conocen cada vez mejor otras vías de acceder a recursos cuando las entidades ponen peros. Una de esas opciones es la que ofrecen los fondos de deuda privada, que en nuestro país cerraron el año pasado 34 operaciones, 13 más que en 2018.
Los fondos de direct lending, como se denominan en el sector, ofrecen financiación complementaria a la bancaria para cubrir necesidades concretas: integraciones de nuevos negocios, procesos de expansión, compras accionariales, puesta en marcha de nuevas áreas, etc. En España aparecieron tras la crisis financiera de 2008, cuando muchas empresas no tenían acceso al dinero bancario.
Entre sus principales características está ofrecer préstamos a más largo plazo (hasta siete años), condiciones más flexibles y que no requieren amortización del principal hasta vencimiento. ¿Y los intereses? Superiores a los de la financiación bancaria, por encima del 6% y, en algunas ocasiones, incluso de dos dígitos.
Una de las financiadoras más activas es Muzinich & Co, que lleva en el país desde 2014. Centrada en empresas con un ebitda de entre 5 y 25 millones de euros, utiliza sus fondos PanEuropean, Iberia y de deuda sénior.
En 2019 se cerraron en España 34 operaciones, 13 más que en 2018
A diferencia del capital riesgo, “nuestro objetivo no es en ningún caso entrar en el accionariado de las empresas o involucrarnos en ningún modo en la gestión. Lo que ofrecemos es una solución de financiación a través de productos de deuda, algo que suele ser una opción muy interesante para empresas que afrontan proyectos de crecimiento o que buscan hacer una sustitución en una parte minoritaria del accionariado”, aclaran Rafael Torres y Luis Vitores, del equipo de deuda privada Iberia de Muzinich & Co.
Entre la docena de compañías que ha financiado Muzinich & Co en España las hay familiares (Sofitec, Negocios del Café), cotizadas (Ezentis) o participadas por capital privado. Este último es el caso de Tiendanimal. La empresa logró 50 millones de euros en enero de 2018 para “convertir un modelo de negocio puramente online de alimentación, accesorios y productos de salud e higiene para mascotas, en la referencia omnicanal de nuestro mercado en Europa”, una operación para la que se necesitaba capital externo adicional a la caja que generaba el negocio, cuenta su CEO, Rafael Martínez-Avial.
En su opinión, este tipo de entidades “tienen una vocación mucho más de negocio que los bancos tradicionales y, por ello, toman bastantes más riesgo y juegan con ratios sobre ebitda mucho más adecuados a la realidad de la empresa en general”.
Por su parte, Carmen Alonso, responsable en Iberia de Tikehau Capital, entidad que ha completado 12 financiaciones, cree que las compañías están usando las líneas del ICO para cubrir sus necesidades inmediatas de liquidez.
A diferencia del capital privado, no busca involucrarse en la gestión de la compañía
Sin embargo, tendrán que centrarse en refinanciar esta deuda adicional a corto plazo con operaciones más largas y flexibles. “Esta va ser una oportunidad muy clara e interesante para que los fondos de direct lending ayuden a las pymes a superar esta difícil situación económica”, asegura.
En cuanto a Alantra, entró en este negocio en 2015 y ya han levantado tres fondos de deuda privada. “En nuestro caso deben ser compañías que tengan más de tres años de historia, que operen en sectores consolidados y que tengan un tamaño de ebitda superior a 3 millones de euros. Normalmente son empresas que necesitan crecer. Además, el importe del préstamo debe superar los 5 millones, aunque lo habitual es de más de 10 millones”, detalla Jaime Cano, socio en Alantra Private Debt.
La cifra
13% crecieron en 2019 las operaciones de direct lending. Deloitte calcula que el año pasado se formalizaron 484 acuerdos en Europa, con un aumento del 52% en el segundo semestre.
Entre sus financiadas, Mark’ennovy (lentes de contacto). La empresa estaba inmersa en un complicado proceso de reestructuración de deuda con 16 bancos e intentando un préstamo sindicado, al mismo tiempo que valoraba la entrada de un fondo de inversión británico.
“Conseguimos cerrar un acuerdo con Alantra a finales de septiembre de 2018, un día antes de la firma para la entrada en el capital del fondo británico”, recuerda Stefano Larosa, director de operaciones, quien añade: “La relación con Alantra se asemeja más a la que se tiene con un socio que con un mero acreedor financiero”.
Nuevas oportunidades
Covid-19. En cuanto a su papel en el actual contexto de crisis mundial, Aitor Zayas, director de financial advisory de Deloitte, cree que en los primeros momentos los fondos de direct lending centraron sus esfuerzos en apoyar a las compañías de su portafolio. Va a ser ahora cuando previsiblemente los bancos vayan a entrar en una fase de mayor cautela en relación a nuevas operaciones, que “el espacio que dejen libre podrá ser ocupado por fondos de direct lending, ya que pueden estar más abiertos que los bancos a plantear operaciones de largo plazo aceptando apalancamientos elevados, si bien serán selectivos en sus operaciones”.