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El Banco de España advierte que una desescalada más rápida podría perjudicar la recuperación del empleo

Alerta de que si no se respetan los tiempos de los requisitos sanitarios, la percepción de un riesgo dañaría la confianza y el consumo y, por tanto, la mejora de la ocupación

Recuperación del empleo en el inicio de la escalada
Raquel Pascual Cortés

El avance en las distintas fases de la desescalada ha sido un factor clave en la recuperación del empleo. Así lo asegura un análisis por provincias realizado por el Banco de España que, advierte, sin embargo, que una desescalada más rápida no habría significado de manera autómática una mayor recuperación del mercado laboral, sino incluso todo lo contrario, podría haber sido perjuddicial para recobrar el empleo destruido o suspendido en Expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).

Así, según asegura el Banco de España, "es importante que el ritmo de retirada de las medidas de contención esté acompasado con el cumplimiento de las condiciones sanitarias que se prescriban". De lo contrario, los expertos de este organismo aseguran que "no se puede descartar que una desescalada prematura resulte en una menor recuperación del empleo a corto plazo (si, por ejemplo, la demanda no repuntara porque los consumidores percibieran un nivel elevado de riesgo sanitario), o incluso a medio plazo, en la medida en que pudiera aumentar la probabilidad de nuevos brotes de contagios".

En este sentido, precisan que cuando hablan de la necesidad de cumplir con las citadas condiciones sanitarias no solo se refieren al control de la epidemia en el momento actual, sino también la recuperación de la capacidad asistencial (atención ambulatorios y hospitales) necesaria para poder abordar hipotéticos rebrotes o la puesta en marcha de la infraestructura requerida para localizar y aislar a los contactos de las personas infectadas (que ejerce la figura de los denominados rastreadores).

Si bien hecha esta advertencia, el Banco de España sí reconoce que, en términos generales, las provincias que pasaron de la fase 0 a la fase 1 el 11 de mayo tendieron a mostrar crecimientos de la afiliación superiores a los del resto. En concreto, la cifra de cotizantes a la Seguridad Social avanzó un 1,3% por término medio en las provincias que accedieron a la fase 1 en esa fecha, frente al 0,8% observado en las que no lo hicieron.

Y, de igual froma, el descenso en el número de trabajadores afectados por ERTE también ha sido superior en las provincias que pasaron anticipadamente a la fase 1 (–14,2%), frente al observado en el resto de las provincias (–9,4%).

Aunque, dicho esto, este análisis advierte de que esta relación entre el avance de la escalada y la mejora del empleo pierde fuerza cuando se analizan otros factores como el tejido productivo de cada provincia y su "disparidades en la estructura sectorial de la actividad". En ese caso, por ejemplo, la afiliación ha tendido a mostrar un mejor comportamiento en mayo en aquellas provincias en las que el peso del sector de la construcción en el empleo total es más elevado, reflejando el comportamiento favorable de la ocupación en esta rama en mayo. Al tiempo en esas provinciasla caída del empleo fue mayor en marzo y abril.

Por el contrario, la afiliación evolucionó peor en mayo en las provincias con un mayor peso de los sectores de comercio y hostelería en el conjunto del empleo, dado que en esa fase inicial de la desescalada la actividad de estas ramas continuó viéndose afectada por restricciones significativas.

Sobre la firma

Raquel Pascual Cortés
Es periodista de la sección de Economía, especializada en información sobre empleo, Seguridad Social, pensiones y relaciones laborales. Licenciada en C.C. de la Información por la U. Complutense, empezó a trabajar en Cinco Días en 2000 y antes pasó por las secciones de política y economía de la agencia Europa Press y por el diario Soria 7 Días.

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