La UE, incapaz de cerrar los detalles del fondo de reconstrucción, seguirá negociando en julio
La cumbre terminó como se esperaba: con la intención de retomar la conversación en unas semanas y con una división entre la mayoría de socios y los cuatro frugales
El primer acercamiento entre los líderes europeos para intentar poner en marcha el fondo de reconstrucción poscoronavirus y tomar la temperatura a la propuesta de la Comisión, por la que se movilizarían 750.000 millones de euros con una mayoría de transferencias directas, terminó como se esperaba: con la intención de retomar la cumbre en julio y con una división palpable entre la mayoría de socios y Austria, Holanda, Dinamarca y Suecia, los cuatro frugales.
Al momento de acabar la cumbre, el canciller austriaco, Sebastian Kurz, publicó en su cuenta de la red social Twitter un mensaje en el que enfatizaba en la necesidad de que el fondo no haga de Europa una "unión de deuda permanente, por lo que debe haber un límite de tiempo claro". También, dijo, hay que "analizar en qué se gasta el dinero, cómo se distribuye y a qué condiciones se vincula la ayuda", una idea con la que también están alineados, subrayó, los otros tres países más austeros y ortodoxos.
La cantidad del fondo de reconstrucción, el peso que tengan en él las subvenciones directas y los créditos a devolver, y la condicionalidad y duración de la herramienta siguen siendo, por ello, los principales campos de batalla que tendrán que abordar los socios en las próximas semanas. De la cumbre no ha salido el compromiso de cerrar el plan antes de agosto, por lo que las conversaciones podrían incluso dilatarse. El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha afirmado en rueda de prensa que "tampoco sería devastador" si no se logra un acuerdo en julio, dudando incluso de que vaya a conseguirse "durante el verano".
"Hay un consenso", ha explicado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, "y eso es muy positivo", pero al mismo tiempo hay diferencias entre los socios sobre varios temas. "Somos conscientes de que hay que tomar una decisión cuanto antes, así que pondré sobre la mesa varias propuestas para ello", recalcó. Los líderes volverán a verse la cara en unas semanas, esta vez de forma presencial, con la intención de cerrar el acuerdo. Es lo que también pretende la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen: "Estamos a solo seis meses del fin del actual marco financiero", que termina con 2020. Por lo tanto "es esencial que no perdamos el tiempo en establecer nuestra recuperación".
Hay algunos puntos sobre los que encaminar la futura negociación, ha detallado la alemana. Uno de ellos es la validación de los socios al hecho de que las ayudas de la recuperación se dirijan principalmente a impulsar la transición digital y verde de la Unión Europea, una de las condiciones que había sugerido el Ejecutivo Comunitario en su propuesta y que los Veintisiete ven con buenos ojos. "Es una buena noticia que sienta una base sobre la que dialogar". Sin embargo, reconoció Von der Leyen, también hay "diferencias", como el tamaño del fondo y el porcentaje que haya de subvenciones y créditos a devolver.
En la propuesta de Bruselas, los 750.000 millones de euros se distribuirían a los Estados miembro hasta el año 2024. La mayoría, unos 500.000 millones, se canalizarían en forma de subvenciones a fondo perdido, y los 250.000 millones restantes serían créditos a devolver. Del total, España recibiría en torno a 140.000 millones, con una mayoría (77.000 millones) de subvenciones a fondo perdido.
La estrategia propuesta por la Comisión se ancla en el presupuesto comunitario para el marco 2021-2027. Los marcos plurianuales, de siete años de duración debido a lo costoso de las negociaciones y a que no es factible pelear uno nuevo cada menos tiempo, conforman el presupuesto de la UE para cada periodo. En esta ocasión estaría dotado con 1,1 billones de euros. Con el respaldo de este presupuesto, la Comisión emitiría deuda en los mercados para financiar un Fondo de Recuperación por valor de 750.000 millones: en total se habla de 1,85 billones de euros, con los que también deben financiarse las partidas de la Política Agraria Común (PAC), la cohesión o la seguridad. Con diferentes multiplicadores y el resto de ayudas, no obstante, la Comisión confía en movilizar hasta 3,1 billones.
Sánchez pide “un acuerdo ambicioso”
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, exigió este viernes antes del Consejo un “acuerdo ambicioso” y que esté “a la altura de una crisis sin precedentes”. Moncloa recordó que es la primera vez que los mandatarios de los países de la Unión han podido debatir la propuesta que presento la Comisión el pasado 27 de mayo para la creación del fondo. Para el Ejecutivo español, la propuesta “es un punto de partida para iniciar la negociación, que debe comenzar lo antes posible con el objetivo de lograr un acuerdo durante el próximo mes de julio. "Europa debe dar una respuesta a la altura de la crisis del Covid-19 y debe hacerlo rápido. La propuesta de la Comisión, que hoy debatimos en el Consejo, es un punto de partida, pero debemos alcanzar un acuerdo pronto. Cuanto más tiempo perdamos, "más profunda será la recesión", escribió Sánchez en Twitter tras la reunión.
Lagarde advierte a los socios
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, advirtió este viernes a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE de que el impacto de la pandemia sobre el mercado laboral todavía no ha llegado a su peor punto y que este momento “todavía está por llegar”, con una tasa de paro que podría alcanzar el 10% en la Unión, afectando especialmente a la población joven. Lagarde apunta que el BCE espera una caída del PIB de la eurozona del 13% en el segundo trimestre de este año con respecto a los tres meses anteriores y una contracción en todo 2020 del 8,7%. Por eso, urgió a los líderes a encontrar un acuerdo “flexible y ágil” cuanto antes. “Está en nuestras manos forjar la recuperación que queremos ver y para eso necesitamos una visión positiva”, señaló la francesa a los líderes antes de la cumbre.