El drama de los autónomos fijos discontinuos
Más de 70.000 autónomos no pueden acceder a la prestación por cese de actividad, puesto que no estaban dados de alta cuando se activó el estado de alarma.
Más de 70.000 autónomos no han podido acceder a las prestaciones por cese de actividad tras el decreto del estado de alarma. Se trata de trabajadores autónomos fijos discontinuos, profesionales de actividades de temporada como son los feriantes, profesionales de la hostelería o de la venta ambulante que al no estar dados de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos cuando se decretó el estado de alarma no tienen derecho a la prestación.
El presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Eduardo Abad exige al Gobierno que tome medidas para solucionar el problema de estos trabajadores antes de que finalice el estado de alarma. “Los autónomos necesitan que adopten soluciones de forma urgente, o tomen las medidas oportunas o presenciaremos la quiebra total de muchas actividades profesionales, no podemos dejar sin protección a millas de familias, seguiremos negociando con el gobierno y reclamando justicia social, ningún autónomo se quedará atrás", ha advertido.
Exigen un subsidio
La organización ha exigido al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que la solución venga en forma de subsidio especial para aquellos profesionales fijos discontinuos o autónomos de temporada que se encuentran “al límite de sus posibilidades, muchos en situación de pobreza extrema”.
UPTA alerta de que son muchos los autónomos que viven exclusivamente de lo facturan en la temporada de verano, por lo que necesitan “urgentemente” una solución, unos ingresos que les permitan afrontar gastos y mantenerse a flote.
A su vez han pedido que se amplíe el trabajo de actividad hasta que el colectivo tenga recursos suficientes. “Será necesario ampliar el trabajo extraordinario hasta que las cifras de facturación se incrementen al colectivo tener los recursos económicos suficientes para encarar la nueva normalidad con mínimas garantías y que puedan asumir los gatos que tengan sus negocios”, han apuntado desde la organización.