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La tribuna de los fondos
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Es el momento de reajustar la cartera de fondos

Es aconsejable revisar la inversión para adaptarla a la nueva situación creada tras la crisis por el Covid-19

Decía en la anterior tribuna que los fondos con mayor patrimonio de españoles probablemente no serán los que más interesan de cara al futuro, y que la crisis provocada por el Covid-19 podría animarles a replantearse su inversión. Los que no lo hayan hecho todavía por displicencia o pereza verán que ahora tiene mejor valoración, pero sigo animándolos a revisar sus posiciones, y cuanto antes mejor.

No creo que haya mucho pusilánime con su dinero. La rápida recuperación de los sectores menos afectados por la parada económica, la mejora reciente de los más castigados, unido a la elevada incertidumbre sobre el efecto en la economía real, justificaría la inacción. Pero no dude en analizar su cartera, esta puede ser una magnífica oportunidad para reajustar.

Habrá inversores que suscribieran fondos con la idea de mantener y no se hayan ni planteado que los tengan que mover. En el otro extremo habrá quien piense cambiar la mayor parte. Más adelante hablaré de los requisitos que, a mi juicio, debe cumplir un fondo para comprarlo y olvidarse mientras no se acerque el momento en que se vaya a disponer.

Vuelvo a recordarles que una de las causas que penaliza a los españoles para obtener rentabilidad real en ciclos de siete o diez años es el excesivo patrimonio en fondos tipo mixto conservador. Desgraciadamente, todavía es poco común que decidan la proporción de acciones y bonos en función del horizonte temporal.

El inversor que utilice solo la visión de mercados para decidir la exposición a activos de riesgo frente a refugios debe haberlo pasado mal, y no me extraña que esté paralizado e incluso que sea de los damnificados por haber vendido mal. Somos humanos, es muy difícil que a la visión no le afecte la emoción o ¿acaso vio la oportunidad cuando los mercados caían un 30% y se atrevió a comprar?

Luego están los que nunca ven el momento de entrar, cuando sube porque está caro y cuando baja porque puede bajar más. La volatilidad inherente a los mercados de acciones y bonos de alto riesgo, los más rentables a largo plazo, suele repercutir negativamente en la toma de decisiones, especialmente si no se invierte con la filosofía de adecuar el riesgo a la fecha en que realmente ese dinero se necesitará.

Respecto a la selección del vehículo, veo todavía muchas personas que compran fondos individualmente sin tener en cuenta su influencia en la cartera total. Es habitual que me pregunten por un fondo que lo acaba de hacer bien sin cuestionar si es conveniente a su situación particular. Algunos piden recomendaciones en varias entidades sin que nadie tenga la foto global. Hay incluso quien compra lo que un amigo le acaba de recomendar, sea profesional o no. Si le pasa algo de lo anterior, corre el riesgo de que su cartera sea una mezcolanza de fondos que difícilmente pueda controlar.

Debería saber cómo mínimo la exposición agregada en acciones, con detalle por sectores y divisas (los países explican menos el comportamiento que los sectores si invierte en grandes multinacionales). Tamaño y estilo de compañías. Porcentaje en bonos, distinguiendo los de alto riesgo y los de Gobierno refugio. Claro que todo esto podría no serle útil si su cartera se compone de mixtos flexibles, gestión alternativa y fondos de autor (los que se desvían mucho de los mercados).

No solo es importante conocer la distribución subyacente actual, debería establecer una estrategia o una mínima sistemática que le permita planificar cómo actuar a lo largo del tiempo. Si no, corre el riesgo de ir saltando entre un batiburrillo de productos que compra o vende según se hayan comportado bien o mal. No me olvido de mi compromiso de enumerar requisitos que pediría a un fondo para que, independientemente de lo que hagan los mercados, no tenga que preocuparme por cambiar.

Antes de nada, me gustaría preguntar a los que lleven muchos años invirtiendo ¿cuál es el fondo más antiguo que

tienen en su cartera actual?, ¿lo compró hace 15 años o más?, ¿al menos cinco años?

Existe un puñado de fondos de gestión activa con más de 40 años de antigüedad y además no paran de acumular patrimonio. ¿Qué virtudes tienen estos fondos para haber sobrevivido a pesar de las numerosas y diversas crisis que han vivido?

Su estrategia de inversión no depende de un gestor estrella, hay un equipo amplio que trabaja en colaboración. La cartera está muy diversificada y es global. Son de renta variable o mixtos agresivos que aspiran a obtener casi la misma rentabilidad con algo menos de volatilidad. Pueden tener compañías de valor y crecimiento. Invierten en valores muy líquidos: multinacionales y bonos de gran emisión y negociación. Se adaptan a los cambios de tendencias con suavidad. Puede parecer que no hacen nada excepcional en algunos periodos cortos, pero a cambio no sufrirán pérdidas difíciles de recuperar. No prometen evitar correcciones, pero en ciclos de 7 y 10 años han ofrecido una atractiva rentabilidad real. Yo aconsejo limitar el peso en fondos con pocos valores, por muy bien que hayan ido. También restringiría los fondos de autor, los de gestión alternativa y los mixtos muy flexibles. Los puede tener, pero en baja proporción.

Son pautas generales por si le animan a la acción. No deje de consultar a un asesor profesional.

Marta Díaz-Bajo es Directora de análisis de fondos de Atl Capital

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