Slim refinancia su promotora Realia con un préstamo sindicado de 536 millones
Alarga el plazo de pago y abarata el coste de la deuda. La inmobiliaria logra cerrar el acuerdo sin avales públicos y medio de la crisis
Realia, la inmobiliaria controlada por el multimillonario mexicano Carlos Slim, ha llegado un acuerdo con un grupo de bancos para abaratar la deuda de la compañía y alargar el plazo de vencimiento. Todo ello en plena crisis por la pandemia de Covid-19.
Slim ha conseguido así financiación bancaria sin recurrir a los blindajes del Gobierno para que sigan circulando los canales del crédito. Fuentes financieras indican que la operación lleva en marcha desde enero, antes de que la expansión del coronavirus por todo el mundo pusiese en jaque a la economía y los mercados.
Realia logra así su principal propósito, extender hasta 2025 el vencimiento de 536,5 millones en un préstamo sindicado ligado a su actividad patrimonialista, como confirman desde la propia inmobiliaria. Además, rebaja el coste de esa deuda en 50 puntos básicos de media.
La refinanciación la ha pilotado Bankia, que asume un 29% del préstamo, la misma cantidad que CaixaBank. Las otras entidades coordinadoras, Santander, Abanca y Natixis, han asegurado un 17%, un 12% y un 9%. Finalmente ha participado también Bank of China con cerca del 3%. La inmobiliaria había firmado en 2017 ese préstamo sindicado original de 582 millones que ahora se renueva con mejores condiciones para la empresa.
El magnate mexicano controla Realia desde 2016 a través de Grupo Carso y FCC, que en conjunto disponen de un 70,8% del capital. Esta empresa, que salió a Bolsa en 2007 justo antes del pinchazo de la burbuja del ladrillo, sumó los negocios inmobiliarios de FCC y Caja Madrid (actual Bankia) y actualmente cuenta con el mexicano Gerardo Kuri como consejero delegado. Su negocio incluye la actividad patrimonialista y la de promoción de vivienda nueva. En el primer trimestre del año su cifra de negocio alcanzó los 25,04 millones (7% más que el ejercicio anterior).
En los últimos años, Slim ha conseguido recapitalizar y refinanciar la empresa, por ejemplo, amortizando la deuda de 120 millones de la pata promotora con Caixabank a través de una ampliación de capital en 2018.
La reestructuración del crédito de 536,5 millones está ligado al otro negocio de la empresa, el patrimonialista, ya que la empresa es dueña de una importante cartera de propiedades como oficinas y activos retail destinados al alquiler. En las cuentas trimestrales recientemente comunicadas a la CNMV, la compañía valora esas propiedades en 1.540,8 millones, lo que le da un endeudamiento loan to value (LTV) en niveles bajos, concretamente del 35%.
A finales de abril la empresa comunicó que ha realizado una provisión de 1,8 millones por el "impacto económico que la crisis del coronavirus pueda tener sobre el negocio", debido fundamentalmente a las moratorias para inquilinos de su negocio de retail, que tiene un peso menor al 10% en las rentas por alquileres.
Apetito de la banca
Prueba del apetito del mercado por Realia es que es la única gran operación de financiación que tiene lugar en el mercado español en las últimas semanas que no cuenta con el aval del ICO (que da garantías sobre el 60% de las refinanciaciones) y no responde a la petición de liquidez extra de las compañías para hacer frente a la debacle económica.
Los Gobiernos e inversores temían que la zozobra económica volviese a colapsar los canales del crédito y el dinero dejase de fluir a la economía como en 2008, en lo que se llamó un credit crunch. Por ello tanto el Gobierno español como el resto de Ejecutivos europeos han desplegado programas de avales públicos y el BCE ha abierto al máximo las compuertas del crédito con una avalancha de subastas en condiciones muy ventajosas para las entidades y una gran ampliación del colateral que acepta para acudir a ellas. La operación de Slim da muestra de que el vigor del mercado de crédito está más vivo de lo esperado.
El Covid lanza a las empresas a pedir dinero a la banca
Las compañías de todo tamaño y sector ha acudido a sus bancos de cabecera para recabar efectivo para pasar la crisis del covid-19. El primer paso fue disponer de sus líneas de financiación, así como suscribir nuevas a través de préstamos bilaterales. Grandes compañías como Inditex, El Corte Inglés, Ferrovial, Iberdrola, Abertis o Naturgy han conseguio entre 1.000 y 2.000 millones para mejorar sus condiciones de caja. El siguiente paso ha sido acudir a la banca para obtener créditos sindicados como tal. El aval del ICO, de hasta el 70% para los préstamos a grandes empresas, ha incentivado este tipo de financiación, a la que han recurrido NH, Tendam o Iberia. En el sector inmobiliario destaca el crédito que ha obtenido Neinor, por 40 millones de euros.