Los ‘pay outs’ bancarios son 300.000 millones para préstamos
Las entidades que elijan la terquedad pueden tener que acumular reservas de forma dolorosa más tarde
Andrea Enria ha facilitado un poco la vida a los ejecutivos de banca. El viernes, el principal supervisor del Banco Central Europeo dijo a los prestamistas de la zona euro que pararan los dividendos hasta octubre como muy pronto. Eso da a personas como el consejero delegado de Unicredit, Jean Pierre Mustier, cobertura para poner en primer lugar a los clientes afectados por el virus, mientras se preserva un valioso capital en medio de la pandemia.
Bancos como Unicredit e ING estuvieron entre los primeros en detener los pagos a los accionistas después de la intervención de Enria el viernes. El movimiento del BCE se hizo eco de las declaraciones de los reguladores nacionales, incluidos los de Alemania y Suiza.
La recomendación de Enria se aplica a los dividendos pagados por las ganancias de 2019, que están en gran medida a la espera de aprobación en las juntas de accionistas de la primavera.
Mantener ese capital dentro de los bancos de la zona euro aumentaría su capital ordinario Tier 1 agregado en 30.000 millones de euros, de los cuales 20.000 millones se concentran en los 10 principales prestamistas del bloque por valor de mercado, según nuestro análisis.
Los mayores dividendos pendientes incluyen un pago de aproximadamente 3.900 millones de euros por parte de BNP Paribas y 3.400 millones del italiano Intesa Sanpaolo. Ninguno de los dos bancos ha cancelado aún su pay out.
Ese capital sería más útil dentro de los bancos que en los bolsillos de los accionistas. Utilizando un ratio de capital CET1 típico del sector del 13%, los 30.000 millones de euros adicionales podrían soportar 230.000 millones más de activos ponderados por riesgo. Asumiendo una carga de riesgo del 75% aplicable a algunos préstamos a pequeñas empresas, eso equivale a 300.000 millones de euros de préstamos.
Los ejecutivos de banca temían que la supresión unilateral de los pagos a los accionistas pudiera verse como un signo de angustia, o que empujara a los inversores a un rival menos consciente socialmente. Con el Euro Stoxx Banks Index bajando un 43% en el año, los consejeros delegados son reacios a quitar uno de los pocos factores que mantienen el interés de los inversores. El movimiento de Enria ayuda a eliminar el estigma de detener los pagos y permite a los CEO desviar la culpa.
Bancos como UBS, que mantiene su dividendo de 2.600 millones de dólares, pueden lamentarlo. Como escribió la semana pasada el jefe del supervisor suizo Finma, Mark Branson, refiriéndose a los prestamistas en general, “los miles de millones que podrían distribuirse a los accionistas en dividendos en las próximas semanas y meses podrían ser necesarios más adelante”.
Los bancos que parecen estar bien capitalizados ahora podrían no estarlo si la pandemia persiste durante mucho más tiempo del esperado, aumentando las pérdidas de los préstamos. Los bancos que elijan la terquedad pueden tener que acumular reservas de forma dolorosa más tarde.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías