Coronavirus: qué tiene el autónomo cubierto a día de hoy, y qué necesita realmente
"Estoy mirando cómo darme de baja y si finalmente habrá algunas ayudas. Sin clientes no puedo facturar", confiesan los autónomos afectados.
El coronavirus preocupa. También a los autónomos. Quizás se cumpla eso de que los autónomos sean inmunes (el eterno chiste de que nunca nos ponemos enfermos). Pero el daño ya está hecho, aunque no contraigan la enfermedad.
El turismo, principal afectado
El turismo es uno de los ámbitos de la economía española con mayor número de este tipo de profesionales desempeñando sus funciones. En Madrid ya notan la caída: "Estoy mirando cómo darme de baja y si finalmente habrá algunas ayudas. Sin clientes no puedo facturar. Con lo que no me compensa estar dado de alta, pues está habiendo muchas cancelaciones".
Así lo confiesa Luis, guía turístico en una de las ciudades que ya ha anunciado el cierre de colegios y Universidades para esta misma semana. La conversación tuvo lugar antes de haber conocido esta medida. Aunque es probable que hasta vea con alivio que tiene algo de tiempo libre, pues se tendrá que hacer cargo de sus hijos, dado que no irán al colegio. Una sobrecarga añadida.
Protección sí, aunque sólo si se sospecha que estás contagiado
De momento, la única certeza que tiene el autónomo es que será considerado como baja por enfermedad común (y tendrá derecho a esta prestación) cuando preventivamente el profesional se vea obligado a quedarse en aislamiento en casa, hasta que se certifique si sí hay o no enfermedad. Así queda designado en un criterio publicado por la Dirección General de la Seguridad Social, dentro del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Importante tener en cuenta que en todo caso se habla de que sería considerado como enfermedad común. Es decir, el autónomo no va a cobrar prestación hasta el cuarto día de reclusión (que consideraríamos como baja). Y sólo un 60% de la base reguladora. Si cotiza por la mínima, unos 19€ por cada día de baja.
Se exigen, por tanto más medidas
Lógicamente, los autónomos esperan una protección mayor. Especialmente en los sectores con una mayor incidencia, como puede ser el turismo. Desde diversas asociaciones se plantea eximir de ciertos impuestos a empresas, para mitigar el impacto negativo en las ventas.
O medidas como eximir de la cuota de autónomos a aquellos profesionales que puedan demostrar fehacientemente cancelaciones en uno de los periodos más importantes del año. Con catástrofes como los temporales que ocurrieron el año pasado en Murcia, Castilla La Mancha, Andalucía y Comunidad Valencia se exoneró, por ejemplo, del pago de cuotas a los empresarios que tuvieran trabajadores a su cargo.
El año anterior, por lluvias torrenciales en el litoral Mediterráneo, se permitió diferir el pago de cuotas a los autónomos afectados. Medidas serán necesarias. Incluso aunque la broma del autónomo que nunca se pone enfermo fuera verdad, el impacto ya se está notando, fuertemente, en el bolsillo del colectivo.
ATA ya ha exigido que el coronavirus se considera causa para acceder al cese de actividad. Que se puedan aplazar impuestos y pagos a la Seguridad Social. Y que sea la propia Seguridad Social quien asuma el coste laboral derivado de esta enfermedad.