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Homenaje al arte experimental de Lygia Clark

El Guggenheim reúne en Bilbao 83 obras de la artista, referente latinoamericana de posguerra

'Composición', de Lygia Clark.
'Composición', de Lygia Clark.
CINCO DÍAS

Hasta el 24 de mayo, el Museo Guggenheim de Bilbao acoge una muestra sobre la artista brasileña Lygia Clark (Belo Horizonte, 1920−Río de Janeiro, 1988), coincidiendo con el centenario de su nacimiento. La exposición, que lleva por título La pintura como campo experimental, 1948−1958, dedica una renovada atención de dimensión internacional a una artista imprescindible del panorama latinoamericano de posguerra y pionera en el estilo abstracto. Al plantearse la pintura como un campo experimental, expresión que la artista utilizó en una conferencia que ofreció en 1956, pretendió redefinir el medio ampliando los límites de la pintura tradicional. Junto con una representación de su trabajo figurativo inicial, el museo reúne pinturas de las principales series que Clark creó en esta temprana época, brindando un panorama esencial de la primera década de su carrera artística. La exposición ofrece un nuevo análisis de los cruciales años de su formación, el periodo comprendido entre 1948 y 1958, cuando experimentaba entre la figuración y la abstracción con el fin de articular el poderoso lenguaje visual que definiría las creaciones de su época de madurez. 

Clark se dedicó al arte sin poseer una formación oficial específica, se integró en el ambiente artístico de Río de Janeiro a finales de la década de 1940 y participó en movimientos fundamentales, como el arte concreto y la abstracción geométrica, a lo largo de la década de 1950. La exposición se centra en la evolución de la artista mediante tres secciones estructuradas históricamente: Los primeros años, 1948-1952, Abstracción geométrica, 1953-1956 y Variación de la forma: La modulación del espacio, 1957-1958.

En su primera etapa como artista, abordó, mediante dibujos al carboncillo y pinturas al óleo, temas tradicionales como el retrato, el bodegón, los interiores domésticos o del estudio, el paisaje y la arquitectura. Estas obras ilustran el temprano tratamiento de la línea, la forma, el color y el espacio desarrollado que le serviría como base sustancial de sus creaciones posteriores. Clark siguió desarrollando su característico enfoque de la abstracción durante su corta estancia en París, entre 1950 y 1952, cuando estudió brevemente pintura con los maestros modernos Fernand Léger y Árpád Szenes.

C

uando en agosto de 1952 regresó a Río de Janeiro, el arte concreto estaba comenzando a desarrollarse en Brasil, primero con la creación del Grupo Ruptura en São Paulo en 1952 y, posteriormente, con la del Grupo Frente en Río de Janeiro en 1954. En esta sección se exponen las precisas composiciones geométricas que Clark creó en 1953 y otras series importantes que la impulsaron a cuestionar las convenciones espaciales del plano.

Hacia finales de la década de 1950, la artista emprendió una minuciosa y metódica investigación sobre la forma pictórica, creando una serie de grandes composiciones monocromáticas a base de planos positivos y negativos. Su análisis de la forma lineal en un espacio multidimensional pretendería, manipular y deformar la geometría del plano.

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