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A Foco
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El ‘Super Tuesday’ demócrata: empate entre un Biden moderado y un Sanders progresista

Biden ha arrasado en el sur y Texas; Sanders ha logrado California. El próximo 17 de marzo votan 11 estados y quizá se rompa el equilibrio

El supermartes de las elecciones primarias demócratas norteamericanas de 2020 no decepcionó. Joe Biden arrasó en el sur y ganó Texas, y Sanders consiguió California. Un total de 467 delegados para el primero y 392 para el segundo. Michael Bloomberg y Elizabeth Warren han quedado fuera de juego a pesar de los millones de dólares invertidos por el primero en publicidad electoral en medios y en redes sociales y a pesar del enamoramiento de los medios de comunicación de la segunda. La conclusión del Super Tuesday es que la carrera por la nominación presidencial demócrata queda reducida a dos candidatos: Joe Biden y Bernie Sanders. El 17 de marzo habrá elecciones en más estados y, previsiblemente, el 60% de los delegados que irán a votar a la convención demócrata estarán asignados.

De nuevo, las ideas preconcebidas sobre candidatos y predilecciones de los votantes han puesto en solfa a expertos y medios de comunicación estadounidenses. Joe Biden empezó mal en Iowa y en New Hampshire. Sanders lo hizo bien en ambos estados y en Nevada. Los expertos ya descartaron a Biden, otorgando el liderazgo a Sanders. Biden necesitaba resucitar su candidatura y ganó en South Carolina, gracias al voto afroamericano. Como dijo una vez el presidente Bill Clinton: “Los negros de Carolina del Sur son pobres, pero no tontos”.

Llegó el supermartes y Biden se llevó de calle el sur. Como en la canción de Elvis Presley (Promised Land) en que se enumeran estados como Alabama, Arkansas, Massachusetts, Minnesota, North Carolina, Oklahoma, Tennessee, Virginia y Texas, ganados por Biden. Hasta 1968, los demócratas ganaban en el sur. Pero cuando, en 1965, el presidente Johnson aprobó las leyes que acabaron con la segregación racial, el sur se pasó al bando republicano, con Nixon. Con razón, Biden, en su noche triunfal, dijo: “Por algo lo llaman supermartes”. Sleepy Joe, como le llama Trump, no solo resucitó su carrera electoral, sino que ahora lidera el bando demócrata.

Biden entiende Estados Unidos. No tiene la inteligencia de Obama ni la agilidad mental de Trump. Pero, como dice el refrán, “más sabe el diablo por viejo que…”. Biden apeló a los mayores, a la clase media y trabajadora, a los afroamericanos, a los latinos, sin asustar a los blancos: esto es la Middle America. Y los votantes respondieron positivamente a su llamada. Quien no conozca el sur no puede entender Estados Unidos: los rascacielos de Nueva York y las películas de Hollywood (California) no representan América, donde la diversidad es seña de identidad.

Las meteduras de pata de Biden cuando habla y su cambio de postura sobre casi todo a lo largo de muchas décadas son sus puntos débiles. Al mismo tiempo, se postula como moderado y lleva toda la vida en el Partido Demócrata: la antítesis de Bernie Sanders, que fue comunista, luego socialista y ahora dice ser socialdemócrata. Y además, Sanders es senador independiente, pero utiliza la plataforma del Partido Demócrata a falta de otra.

Joe Biden, hoy, representaría el centro político del Partido Demócrata. Esto atrae a empresarios y a Wall Street, que temen a Sanders por sus políticas socialistas. Los analistas financieros no paran de repetir que “si ganase Biden, los mercados permanecerían inalterados, pero una victoria de Sanders los hundiría”.

Sanders ganó Vermont, Utah, Colorado y California, que es el estado que otorga más delegados. Al mismo tiempo, es la sexta economía del mundo y sede de la industria tecnológica, Silicon Valley, el entretenimiento, las películas y la música. California fue republicana durante décadas –tuvo por gobernador a Ronald Reagan (1967-1975)–, pero en los años setenta California pasó al bando demócrata, como el sur cambió al republicano.

California, que ha votado a Sanders, no representa todo el país, pero permite que Bernie siga en la carrera electoral. Anoche, Sanders dijo que él representaba a la clase media y trabajadora, pero ambas le han dado la espalda. Incluidos los afroamericanos y los latinos. Esos potenciales votantes de los que habla Sanders han votado a Biden en las primarias demócratas y, en gran medida –el otro mercado electoral esencial, el MidWest industrial–, votó a Trump en 2016.

Los jóvenes demócratas y los más progresistas han votado a Sanders, concentrando el voto y dejando fuera de juego a Elisabeth Warren, quien pone los pelos de punta a Wall Street. Michael Bloomberg no ha conseguido nada, a pesar de invertir tanto dinero en publicidad electoral. Quizá la experiencia le sirva para escribir otro libro de memorias; por lo demás, ha sido un fracaso estrepitoso: lo hizo mal en los debates y en las urnas.

Biden se ha beneficiado del apoyo de excandidatos moderados: Amy Klobuchar, Pete Buttigieg, Beto O’Rourke, entre otros. Ha recibido el apoyo económico de 60 milmillonarios demócratas. Su lema electoral: Recuperar el alma de América no es tan distinto del Make America great again de Trump, puesto que ambos apuestan por la prosperidad económica y la creación de riqueza, más que por su redistribución, como quiere Sanders.

El 17 de marzo votan 11 estados; quizá se despeje entonces el empate entre Biden y Sanders. Mientras, como una realidad paralela, el coronavirus se extiende, amenazando el crecimiento económico, lo que ha llevado a la Fed a bajar los tipos 0,5 puntos, provocando un repunte en las Bolsas americanas del 5% (habían perdido el 10% la semana pasada) y a que el BCE y otros bancos centrales se coordinen para bajar los tipos, como si esta medida fuera una vacuna contra el virus.

Jorge Díaz Cardiel es Socio director de Advice Strategic Consultants. Autor de ‘Hillary vs. Trump’, ‘Trump, año uno’, ‘Trump, año del trueno y complacencia’

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