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Capital riesgo

MCH busca fondos de secundario para alargar su inversión en Europastry

El ‘private equity’ español descarta una OPV o una venta; sustituirá a los inversores que quieran liquidez

Barras de pan hechas con masa de Eurpastry.
Barras de pan hechas con masa de Eurpastry.

La salida a Bolsa de Europastry tendrá que esperar. Su accionista minoritario, el fondo de capital riesgo MCH, está comprometido con sus inversores a liquidar su vehículo y devolverles su inversión y las plusvalías. Busca, por ello, alternativas para conservar en su portfolio al fabricante de masas congeladas y, al tiempo, permitir a los fondos que lo deseen que sean sustituidos por vehículos de secundario, aquellos especializados en recompras de participaciones.

MCH trató de colocar en Bolsa su 20% de Europastry el año pasado. Contrató –junto a la familia Gallés, dueños del fabricante catalán de masas congeladas– para ello a una cohorte de bancos de inversión. Capitaneados por ING, trabajaron en la operación JP Morgan, Morgan Stanley, CaixaBank, BBVA y Rabobank.

Sin embargo, los vaivenes del mercado en un ejercicio sin ningún debut bursátil terminaron por frustrar el intento de Europastry de saltar a la Bolsa. Tampoco 2020 –con los mercados en la picota por los efectos del coronavirus sobre la economía– parece el momento más propicio para estrenarse en el mercado. El precio que estaban dispuestos a valorar a Europastry era de menos de 900 millones de euros, cuando las aspiraciones eran de 1.200 millones.

Así y tras descartar una venta a otro fondo de private equity, MCH esta decidido a mantener a Europastry en su cartera hasta que llegue el momento adecuado para protagonizar una OPV. El problema está en que retiene sus acciones en la compañía a través de su tercer vehículo de capital riesgo, que levantó en 2010, y donde también retiene su negocio de clínicas oncológicas en Portugal, Lenitudes. Los inversores que entran en un fondo de este tipo lo hacen con el compromiso de que la gestora lo liquide y les devuelva su inversión y las plusvalías que haya generado en cuatro o cinco años como máximo. Por tanto, MCH está obligado este año a permitir a los inversores que lo deseen hagan caja con su posición.

Para poder cumplir con esta obligación, MCH debe proporcionar un mecanismo de liquidez a los inversores que quieran salir de su vehículo. Y para ello busca fondos especializados en operaciones de secundario que los sustituyan, según indican fuentes financieras a CincoDías. Con todo, una parte significativa de los inversores del tercer fondo de MCH mantendrá su apuesta. Los fondos secundarios de capital riesgo son aquellos que compran la inversión de grandes inversores en otros fondos de private equity. Adquieren estas participaciones bien durante el periodo de inversión, bien cuando este ya ha expirado. La cuestión está en si MCH estará obligado ahora a lanzar un fondo de secundario como tal, para retener las participaciones en Europastry y Lenitudes. La alternativa es retenerlas en su vehículo actual con una simple sustitución de sus inversores, dado que muchos serán los mismos

El lanzamiento de un fondo secundario es un mecanismo que habitualmente utilizan las gestoras para prolongar su inversión en algunas participadas. En puridad, venden sus acciones en estas empresas a nuevos inversores, mientras que retienen su gestión. Por ejemplo, así mantiene Portobello el mando en Grupo CTC, Angulas Aguinaga o Mediterránea. Recientemente Proa lanzó un vehículo de este tipo para trasladar Rotor Componentes y Health Transportation Group y Alantra ha hecho lo propio con MBA, Salto y Secuoya.

Radiografía del fabricante de masa congelada

Crecimiento.Las cuentas de 2018 de Europastry reflejan de nuevo una historia de crecimiento. Sus ingresos ese ejercicio, el último disponible, revelan que facturó 729 millones de euros, un 21,5% más. Su ebitda se situó en los 110 millones, frente a los 95 millones de un año antes. La empresa, que trató de salir a Bolsa allá por 2007, cuenta con una plantilla de más de 4.500 personas y sus líneas de negocio son cuatro. Dos son las principales: la elaboración de masas de pan, que supone el 50% de su facturación y la bollería, que representa el 48%. Las otras dos áreas de negocio son la pasteleraí, con un 1%, y la denominada quinta gama, que son productos listos para congelar una vez descongelados. También aporta el 1%.

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