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A fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

En recuerdo de Ignacio del Barco, actuario y consultor singular

Impulsor y referente de la previsión complementaria empresarial, introdujo en España el sistema de planes de pensiones de empleo

El que fuera maestro de actuarios y consultores de pensiones, gran impulsor y referente de la previsión complementaria empresarial en España, Ignacio del Barco, falleció el pasado 22 de febrero. Ignacio, junto con Pepe Miracle y Paco Llobet, lamentablemente también ausentes, introdujo el sistema de planes de pensiones de empleo, cuyo desarrollo se lo debemos a este magnífico grupo de amigos que, estén donde estén, seguro que ríen a carcajadas compartiendo sus interminables anécdotas y chascarrillos.

Nos conocimos hace más de 25 años porque Pepe Miracle me abrió las puertas de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. En aquellos tiempos, Ignacio y Paco eran habituales en las salas de reuniones del supervisor, el primero aportando sus enormes conocimientos técnicos y el segundo la imprescindible visión e impulso sindical para desarrollar estos instrumentos. Reuniones interminables y puntos de vista diferentes, pero con una visión eminentemente práctica y a largo plazo para salvar las diferencias y caminar hacia el sistema deseado. Pero también tertulias largas, divertidas y entrañables entre tres amigos que, mezclando trabajo y placer, perseguían un objetivo común y un bien social. Y lo lograron. No se puede pedir más y os lo agradecemos profundamente.

En 2013, tras un largo periodo en la Administración, Ignacio me brindó la oportunidad de conocer el sistema “desde el otro lado de la mesa” y me incorporé a la firma en la que trabajo y de la que él era socio director. Posteriormente me animó a presidir Ocopen y también lo hice. Sabía que me iba con el mejor y que podría seguir aprendiendo del gran maestro. Y así ha sido. ¿Podía pensarse en grande en un asunto como las pensiones de empresa? Ignacio sí. Siempre criticaba como un mal endémico que España era un país de “planillos y fondillos”. Hace apenas unos días en Barcelona hablábamos de un avanzado proyecto que ya tenía en su cabeza, siempre brillante y bien engrasada, para crear el mayor sistema de previsión de España, agrupando todos los actuales instrumentos de un determinado sector de actividad a nivel nacional.

¿Se puede innovar en la previsión empresarial, en los planes de empleo? Ignacio sí pudo, porque siempre tenía ideas nuevas e insistía en promover cambios en los sistemas, superando los modelos tradicionales para que tanto las empresas como los trabajadores se sintieran cómodos, llegando incluso a proponer su propio modelo. Cuando se hablaba de nuevas tendencias siempre hay alguien que se refiere al “modelo de Ignacio del Barco”, implantado con éxito en alguna entidad.

Sobre las profesiones técnicas pesa siempre esa losa de aburrimiento asociada a las matemáticas, pero también en eso Ignacio era excepción. Combinaba rigor y simpatía y era capaz de mantener la atención de los oyentes por cualquiera de los dos motivos. Muchos nos acordamos del momento en que sacaba una manzana de su cartera en mitad de una reunión ante el asombro general de los asistentes. O cuando pasaba de hablar, sin solución de continuidad, de provisiones técnicas y condiciones de aseguramiento de una prestación a iluminarnos con los increíbles beneficios de beber sidra, consumir bayas de goyi o infusiones elaboradas con cortezas de árboles tropicales.

Persona singular y controvertida que no dejaba indiferente, lo que es un gran mérito. Sus ideas tuvieron detractores y defensores, pero siempre fue respetado y reconocido por todos. Para un servidor, ha sido una suerte poder compartir con él estos últimos años.

Genera especial rabia pensar en Oumi, su mujer, y en sus hijos, Abraham y David, todavía muy pequeños. ¿Cuántas experiencias útiles les podría haber aportado? ¿Cuántas aventuras les podría haber hecho vivir con su desbordante imaginación y su dosis de ternura? Una pérdida muy dolorosa para su familia a la que, desde estas humildes palabras, brindo todo mi cariño y apoyo, y un gran vacío para todos los que hemos sido sus amigos y compañeros. Te echaremos de menos, Ignacio.

Mariano Jiménez es Director de gobernanza en CPPS Asesores y presidente de Ocopen

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