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Caso Tándem

FG acusa de “frivolidad, ligereza y falta de rigor” a la Fiscalía Anticorrupción

El ex presidente de BBVA asegura que el escrito de la Fiscalía Anticorrupción se basa en "simples indicios e incluso meras conjeturas"

Francisco Gonzalez
Francisco Gonzalez Pablo Monge

El expresidente de BBVA, Francisco González, criticó ayer duramente las informaciones recogidas en el sumario del caso BBVA-Villarejo relativas a las presuntas acusaciones realizadas por la Fiscalía Anticorrupción sobre su actuación en la contratación del excomisario para espiar a políticos, empresarios, banqueros y periodistas.

En un comunicado de seis páginas, González afirma que en su declaración ante la Audiencia Nacional explicó al juez que nunca supo de la contratación de Cenyt ni del excomisario José Manuel Villarejo, y que jamás lo habría permitido de tener conocimiento de su irregular forma de actuar. El exbanquero tacha de ‘”frívola la absoluta falta de rigor” en las acusaciones “tan graves” vertidas sobre su persona, la “ausencia total” de pruebas que las sustentan y la “inexplicable” carencia de argumentos jurídicos.

Según explica, existe una “absoluta falta de rigor en las acusaciones”. En base a lo conocido del sumario, cree que el escrito de la Fiscalía Anticorrupción se basa en “simples indicios e incluso meras conjeturas, así como en opiniones y declaraciones de terceros, que están en una posición de defender su propia situación personal”.

Francisco González, continúa el comunicado, “siempre ha mostrado su total disposición a actuar con plena transparencia en este procedimiento y, de hecho, fue la única persona que de forma voluntaria no se acogió a su derecho a no declarar por estar el sumario bajo secreto –al igual que BBVA–, y acudió de forma voluntaria a la Audiencia Nacional el pasado 18 de noviembre, dando cumplida y detallada respuesta a las preguntas del juez instructor, Manuel García-Castellón, y los fiscales anticorrupción, Miguel Serrano e Ignacio Stampa.

Por ello, subraya, “resulta más incomprensible, si cabe, que tras las explicaciones dadas, en la instrucción no se haya tenido en consideración dichas declaraciones. El que fuera presidente de BBVA desde 1996 hasta diciembre de 2018 mantiene, en todo caso, su confianza en la justicia y asegura que seguirá colaborando con cualquier nueva petición en el marco de la instrucción, ahora, también, una vez levantado el secreto del sumario”.

González aprovecha el comunicado para dar cumplida cuenta de lo que expuso ante el juez. Mantiene que le explicó que no supo de la contratación de Cenyt ni lo hubiese autorizado, responsabilizando directamente al antiguo jefe de seguridad de BBVA Julio Corrochano.

Explicó en la Audiencia Nacional que tuvo conocimiento de la contratación de la firma y su vinculación con el excomisario en mayo de 2018 cuando apareció publicado en un medio de comunicación e impulsó una investigación interna para “conocer el alcance de estos supuestos trabajos”.

En términos generales, aseguró al juez que “nunca intervino, durante sus 23 años de presidencia de una entidad bancaria, en ningún tipo de decisión sobre la elección de los proveedores del banco” ni tenía conocimiento de las condiciones en dichos contratos.

Afirmó, en un comunicado de 11 puntos, que para ese tipo de decisiones no interviene el presidente de compañías con la dimensión de BBVA que cada año destina cerca de 13.000 millones de euros a proveedores, y “fue responsabilidad del director de Seguridad, Julio Corrochano, que era a quien correspondía tomar esta decisión”.

“El propio director de Seguridad, Julio Corrochano, propuso la contratación de una empresa de detectives para averiguar si podría haber alguien más respaldando la operación”, recalca en el comunicado. Y añade que trasladó al juez que “en ningún momento se habló en la citada reunión ni posteriormente a qué empresa se iba a contratar”. Sin embargo, el banquero reconoció que, “si se hubiera mencionado a Cenyt o al comisario Villarejo, habría sido como si se menciona a Pepe Pérez, ya que solo el jefe de seguridad conocía a Cenyt y al comisario Villarejo” o, al menos, sostiene que él “no los conocía”.

González explica que su contratación se efectuó aunque ya había dado por fracasada la pretensión de asalto de Sacyr tras no asistir su presidente, Luis del Rivero, a una reunión convocada con el expresidente de BBVA.

El exbanquero alude a que “la contratación en sí de una empresa de detectives no supone irregularidad alguna y es habitual en las empresas siempre que actúen dentro de los márgenes de la legalidad”, explica en la nota.

Finaliza su comunicado declarando que él dejó claro que en la alta dirección estaba absolutamente aceptado y formaba parte del acervo el código FG: “Todo lo que hace el banco debe ser legal, publicable y moralmente aceptable por la sociedad”. Y añade que si cualquiera de sus colaboradores más cercanos, lo que puede denominarse la alta dirección del banco, hubiera conocido cualquier actividad ilegal de la empresa de detectives contratada o que la misma contratación podía conculcar alguna norma al haber un funcionario público, lo habría puesto en conocimiento del propio presidente de BBVA “y no se la habría contratado”.

BBVA reconoció que el área de blanqueo de capitales supo en 2014 que Cenyt era de Villarejo.

La declaración de BBVA en la Audiencia Nacional matiza algunas afirmaciones del comunicado de Francisco González.

El banco, representado por Adolfo Fraguas, explicó que el departamento de blanqueo de capitales supo en 2014 que Cenyt estaba vinculada a Villarejo, según consta en la grabación de la declaración judicial del directivo del banco. Fraguas justificó entonces que el área de compras del banco o cualquier otra dependencia no podía saber que el área de blanqueo de capitales conocía la vinculación de la empresa contratada con el excomisario porque “es un departamento estanco, como una muralla china”.

Según relató, meses después salió en la prensa que Interior avaló la compatibilidad de que un policía en activo, como Villarejo, prestara este tipo de servicios privados, por lo que en caso de que surgiera alguna alarma, se habría apagado tras esta información.

Tras esta declaración, Anticorrupción insistió en que cómo fue posible que una entidad como BBVA no se parara a pensar entonces si los contratos que mantenía con Cenyt se enmarcaban en la legalidad o no. “Si hubiera habido alguna preocupación, la misma se mitigaba por la vía de que el ministerio decía que lo había revisado y que estaba todo bien”, respondió Fraguas. Y añadió que lo que hizo ver al banco la “dimensión” de la contratación de Cenyt fue la encarcelación de Villarejo en 2017. “Fue a raíz de esto cuando se actúa”, apostilló.

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