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Cumbre del Clima
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Francesco Starace: “En la Cumbre de Madrid, China nos podría dar una lección”

El ejecutivo italiano dice que el gigante asiático ha asumido tales compromisos con el clima que en la COP25 está en condiciones “de decirnos al resto de países qué hacer”

Francesco Starace, consejero delegado de Enel.
Francesco Starace, consejero delegado de Enel.Pablo Monge

Francesco Starace (Roma, 1955) dirige las riendas del grupo público Enel desde 2014 y, según declara a este diario, confía en renovar su mandato por otros tres años la próxima primavera. Ingeniero nuclear, el consejero delegado de la energética italiana, propietaria del 70% de Endesa, dirigirá la transformación verde y el cierre de las centrales térmicas, con importantes inversiones en renovables que, para la filial española, ascienden a 7.700 millones hasta 2022. Starace se compromete a mantener el empleo de la plantilla afectada por la clausura de las cuatro centrales de carbón españolas.

R. Endesa, se ha lanzado a una carrera acelerada por las renovables. ¿Qué ha provocado un cambio tan brusco que no parecía previsto hace relativamente poco tiempo?
R. Endesa está completando el desarrollo de los 900 MW que logró en las subastas de renovables de 2017. Pero para preparar estas licitaciones hubo que trabajar los 12 meses anteriores, por tanto, la renovación de la apuesta por las renovables se remonta a 2016. Tenemos claro que en España las renovables ya son rentables sin subvenciones y esto es lo que explica nuestro avance. Ahora se puede ver físicamente una aceleración, pero el germen es anterior. Italia, sin embargo, lleva dos años de retraso porque nuestro recurso renovable no es el mismo que el de España, donde el eólico es mayor.
R. El plan estratégico de Endesa se fija como objetivo añadir 2.800 MW de renovables hasta 2022. Una capacidad que no compensará los 4.500 MW de las cuatro centrales de carbón que va a cerrar.
R. Con esta nueva capacidad Endesa sumará una cartera de 10.200 MW de renovables en 2022. Es verdad que hay que restar el carbón, pero lo importante no es la capacidad sino lo que se produce y ahora mismo el carbón prácticamente no funciona. Nos interesa la producción y esa sí se va a compensar. Además, vamos a hacer un esfuerzo para que en estos tres años los 2.800 MW anunciados sean más.
R. En España hay dos problemas: no hay aún gobierno, por lo que las subastas de renovables siguen sin regular, y hay una avalancha de solicitudes de conexión a la red, que tampoco está reglada.
R. El de las conexiones sí es un problema, pero no el de las subastas. En Italia, Chile o España no nos afectan las subastas porque tenemos gran presencia en el mercado. Podemos sustituir capacidad térmica por renovable sin subastas. Aunque técnicamente es una exposición al mercado, no debería considerarse como tal, pues se trata de un PPA implícito ya que tenemos 10 millones de clientes. Nuestra limitación es física, si bien, tenemos 4.600 puntos de conexión que cubrirán la nueva capacidad que vamos a construir en el plan. La red española es moderna y bien gestionada y podremos conectar más megavatios de los previstos.

El plan para el cierre del parque nuclear español fue "un milagro" que logró la ministra Teresa Ribera

R. ¿Qué pasará con las conexiones que queden vacantes de las centrales que van a cerrar?
R. Las conexiones deben seguir siendo nuestras, para nuevos proyectos. Desafortunadamente, no todos los emplazamientos pueden añadir muchas renovables.
R. ¿El cierre a futuro de las nucleares es otra de las razones de una apuesta más verde de Endesa?
R. El plan del cierre de las nucleares fue un milagro que logró la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Sentar a la mesa todos los egos, a personalidades poderosas y lograr un acuerdo fue un auténtico milagro. España tiene la suerte de tener una ministra muy reconocida internacionalmente, con ideas claras y concretas sobre la transición energética y con una visión no ideológica. Hemos tenido otros ministros con ideas muy diferentes. Ella ha puesto orden.
R. Endesa, que pedía hasta 60 años de vida para las nucleares, se resistió al pacto porque su parque se amortiza a 50 años frente a los 40 años de Iberdrola y Naturgy.
R. Eso tuvo que ver, pero el impacto se ajustará en las cuentas a partir de 2020 y ya lo hemos hecho con el cierre de las centrales de carbón.
R. ¿Cree que algún futuro Gobierno podría cuestionar un plan que tanto ha costado?
R. Siempre hay pesadillas y esa es una mala pesadilla. Yo espero que no. Sería un error para cualquier Gobierno ya que el mayor escollo era poner de acuerdo a las empresas. Además, el Ejecutivo también tiene obligaciones frente al cierre de centrales y su desmantelamiento. En el marco de un acuerdo de cierre de las nucleares, que considero realista y flexible, el Gobierno logró más fondos para los residuos, lo cual es otro motivo para que sea difícil de incumplir. Esta es una variable que pocos conocen.
R. El cierre de las plantas de carbón nacional, la de Andorra (Teruel) y Compostilla (León), estaba claro. No así el de las centrales de importación, en las que Endesa ha enterrado las importantes inversiones que hizo para seguir funcionando. ¿Por qué ese giro?
R. La razón está en el encarecimiento de los derechos de emisión de CO2 que, aunque se veía venir, ha sido más rápido de lo esperado. El CO2 es una comodity convencional y ver su valor a futuro es muy difícil. Francamente, la cuestión ya no es si los derechos están altos o bajos, sino que estas plantas están fuera de mercado. Para siempre.
R. ¿Cuánto va a destinar la empresa a rehabilitar las zonas afectadas por los cierres?
R. Desgraciadamente, Enel tiene una amplia experiencia, porque en 2014 decidimos cerrar 23 centrales en Italia (carbón, oil y algo de gas), con 13.000 MW de potencia. Y prometimos a nuestros empleados que no perderían el empleo, aunque sería otro empleo y quizás algo más lejos. Iniciamos un proceso denominado Futur-E, con la participación de ayuntamientos, sindicatos, emprendedores, arquitectos y la Universidad Politécnica de Milán, para decidir juntos qué hacer. Nuestras ideas están muy condicionadas por la energía y si un emprendedor nos ofrece otra buena idea, la sacamos a concurso y se decide en una comisión mixta. Nos están llegando ideas increíbles. La mitad de los proyectos genera más empleo que el de la central clausurada. En España estamos haciendo algo similar en las cuatro plantas, con proyectos bastante claros en las dos de carbón nacional y casi decidido en Almería. En la de As Pontes está en fase muy avanzado de elaboración.

El empleo de las centrales de carbón  queda garantizado, como en las 23 plantas cerradas en Italia

R. ¿Queda garantizado el empleo a la plantilla afectada, unas 600 personas?
R. Claramente, sí. Pero no siempre será el mismo trabajo ni en el mismo sitio. Invertiremos en desmantelar y limpiar y, en algunos casos, en proyectos energéticos.
R. Enel va a cerrar el carbón en todo el mundo. ¿Es por la misma razón?
R. En Italia, España y Chile estamos cerrando por motivos económicos. En el caso de Rusia, la central que teníamos en los Urales la hemos vendido al propietario de la mina de Kazajistán de la que se abastece. Los vaivenes entre las divisas de ambos países generaban muchas incertidumbres.
R. La rebaja anunciada del pay out, al 80% en 2021 y al 70% en 2022, ¿es realmente por las renovables  o porque la deuda de Enel ya no es acuciante?
R. Endesa tiene un ciclo inversor. Después de años de trabajo se empieza a ver que las oportunidades de inversión han llegado con la transición energética. El 100% de dividendo lo ponen encima de la mesa compañías que no tienen idea de qué hacer con su dinero. Con el 70% estaremos en línea con el resto de la industria (Iberdrola, EDP..), excepto Naturgy, que mantiene el 100%.
R. De los megavatios que van a incorporar ¿cuántos serán proyectos propios y cuántos de compras?
R. Hay dos tipos de compras: la de activos que están funcionando y la de pipeline o  proyectos en desarrollo. En estos momentos, hay mucha gente que está vendiendo o activos, o pipeline, o una mezcla de ambos. La experiencia nos demuestra que a Enel y a Endesa les resulta más fácil y exitoso adquirir proyectos. Por el contrario, nuestra posición es más débil cuando se trata de  comprar activos en funcionamiento porque hay fondos de infraestructuras que tienen un objetivo de retorno más bajo que nosotros y son más competitivos.
R. Hay una efervescencia de proyectos.
R. Siempre hablamos del crecimiento de las renovables como algo fijo,  pero está en expansión. Pensar que lo que está en desarrollo es lo único que habrá en el futuro es un error. Hay desarrolladores que nosotros desconocemos, que están trabajando desde hace años y no los conocemos. Nadie, ni las grandes, puede decir cuántos promotores están trabajando en proyectos, incluso en España o Italia. Esto explica por qué las proyecciones de renovables siempre se superan. 
R. Por el contrario, apenas hay activos en venta en el mercado. Endesa hizo una oferta por hidráulicas de EDP, pero se retiró.
R. Sí. Otros pagaban más. Como el dinero no vale, los fondos, especialmente, los de pensiones, tienen un objetivo de retorno del 5% al 6%. El nuestro es mayor. Sin embargo, cuando se trata de desarrollar o construir,  ellos no pueden. Esa es la diferencia.

A Europa le conviene liderar la lucha contra el cambio climático: evitas  riesgos y ganas dinero

R. ¿Volverían Enel o Endesa a comprar Viesgo, eléctrica que fue propiedad de ambas hace años, si surge la ocasión?
R. Si es interesante, ¿por qué no? La conocemos bien. Esto sería un caso de economía circular (ríe).
R. En estos días se celebra en Madrid la Cumbre del Clima o COP25. ¿Confía Ud. en un buen acuerdo?¿No es el problema principal la falta de instrumentos para obligar a los países a cumplir los objetivos?
R. Esto siempre fue así, incluso en París. El Acuerdo de París fue muy importante porque el Gobierno francés trabajó duro y porque Estados Unidos fue positivo. La cumbre de Madrid será  buena porque no habrá peleas de detalle y China está en esa trayectoria. Hace tres años daba la impresión de que el resto de países podíamos decirle a China lo que tenía que hacer y ahora es al revés: el país asiático ha dado pasos muy importantes en  los compromisos contra el cambio climático y, en esta cumbre, está casi en condiciones de decirnos a los demás lo que tenemos que hacer. Europa tiene una oportunidad de retomar el liderazgo que le pertenece. Solo se resiste la administración federal de  EE UU, ni siquiera los Estados. Va a resultar muy interesante.
R. Las petroleras no entienden  que Europa se comprometa tanto cuando solo es responsable del 8% de las emisiones.
R. Porque le conviene. El argumento es al revés: el que lo hace antes, reduce su riesgo y gana más dinero.  El paradigma ha cambiado. No es que tengamos que hacerlo para el mundo, es que tenemos que hacerlo para nosotros. Es un cambio radical y las petroleras lo saben bien.
R. Las eléctricas tienen un oportunidad de futuro con las renovables mientras que para las petroleras la situación es más complicada.
R.  Ellas tienen que decidir qué hacer. Hay distintas posiciones entre las americanas, las europeas y las estatales de países petrolíferos. Las americanas te dicen: “no gracias, no me interesa cambiar, siempre habrá petróleo”; mientras que las europeas están en un momento existencial, de revisión de su misión. Se enfrentan a convertirse en compañía eléctrica, pero el eléctrico es un mercado distinto y pequeño para ellas. Después está el problema entre lo que el management  quiere y lo que quieren los accionistas. Estos tienen una visión particular de su inversión: “me interesa tu esfuerzo, pero ya hay compañías que lo hacen”, vienen a decir. La electricidad está ganando la batalla entre fuentes energéticas, está en expansión.
R. Hablando de petroleras, hay rumores de que se marcha Ud. a la presidencia de Eni.
R. ¿Pero qué sentido puede tener ese cambio? Desde mi punto de vista, ninguno. No  me interesa, no lo considero un avance.
R. En primavera cumple su mandato en Enel, ¿renovará?
R. Creo que mi mandato será renovado. Lo espero y me gustaría. Me encanta mi trabajo y estoy feliz de trabajar con el equipo de Enel.
R. Después de una década, Endesa ha estrenado este año presidente, con el relevo de Borja Prado por Juan Sánchez-Calero. Son perfiles muy distintos. ¿Por qué esta elección?
R. Son personas diferentes porque  los tiempos cambian. Hay un momento para el financiero y otro para el gobierno corprorativo. Endesa vive un momento de estabilidad pero, al tiempo, de cambio tecnológico y de crecimiento, que necesita de una atención a los nuevos mecanismos. No se puede trabajar con modelos antiguos. El presidente Sánchez-Calero tiene una experiencia increíble de gobierno corporativo, es muy reconocido y estamos encantados.

Las petroleras europeas están en un momento existencial: se efrentan a convertirse en eléctricas

R. Endesa ha cambiado sus estatutos para limitar a tres años los mandatos de sus presidentes.
R. Igual que en todo el grupo. Consideramos que un consejero independiente puede serlo por   tres mandatos, pero después es difícil que se le pueda considerar como tal. Antes en Endesa no había límite temporal, ahora son tres mandatos de tres años, después puedes seguir pero no como independiente.
R. ¿Cuántos clientes logrará Endesa el negocio de la movilidad eléctrica?
R. La infraestructura de recarga pública es fundamental a la hora de que el ciudadano pierda el miedo a quedarse sin energía en la calle y compre un vehículo eléctrico. la recarga pública no es un negocio, pero sí una condición para que se  desarrolle la recarga privada. Por cada dos coches eléctricos que se adquieren, uno compra también el punto de recarga en casa. Si en 2022 llegamos al millón de coches y 250.000 tienen puntos privados, el 30% corresponderá a Endesa.
R. Es Ud. un gran fans de los bonos verdes.
R. Hay una relación entre sostenibilidad y riesgo. Cuando lanzamos  obligaciones vinculadas a objetivos de sostenibilidad le dijimos al mercado: si cumplo con el 55% de renovables en 2021 será que mi perfil de riesgo baja y,  por tanto, tengo derecho a un descuento sobre los bonos normales, o a una penalización si no cumplo. Fue como descubrir el huevo de Colón, sencillo y original. Ahora, nuestro objetivo es que todas las  obligaciones que vayamos a emitir sean de este tipo, indexadas a la sostenibilidad. Los intereses de estos bonos son 20 puntos más bajos que los normales, que ahora están muy bajos.
Pablo Monge

“Endesa no está en venta y parece que los fondos ya lo han entendido”

Niega que Endesa haya estado o esté en venta. Los límites al crecimiento que Enel impuso a la filial española en un mercado maduro, tras quedarse con su negocio latinoamericano, no es un problema para Francesco Starace. El ejecutivo defiende que el crecimiento no está solo en los megavatios, sino también en la creación de valor y en la revolución tecnológica de las redes, que no ha hecho más que empezar.

Endesa está en un mercado maduro y sin posibilidad de crecimiento. ¿Esta destinada, por ello, a ser vendida?

No. Nunca ha sido mi idea. De verdad. Siempre hablamos de generación pero la transición va a afectar a toda la cadena de valor ¿Cuánto valor se puede crear en 10 años y cuánto se puede destruir en ese plazo? Mucho. No se trata solo de crecer, sino de crear valor. La distribución y la manera de gestionar la energía con los clientes va a cambiar radicalmente. La digitalización de las redes es un mundo que ahora empieza en España y añadirá valor al sistema. No creo solo en el crecimiento en megavatios, el crecimiento está también en la creación de valor y el que Endesa puede añadir es elevado. No es solo la compañía más grande de España, es la más eficiente y su posición es muy equilibrada.

¿Más que Iberdrola?

Claramente. Esto no le gusta al señor Galán, pero es así.

En venta o no, lo cierto es que no han faltado compradores, muchos fondos han llamado a la puerta.

Sí. Eso siempre. Todos los años ocurre, aunque este año no. Habrán entendido finalmente que no vendemos.

Habrán desistido.

Cuando en 2015 colocamos el 22% de Endesa en Bolsa, el precio de la acción era de 13 euros, ahora está en 24 o 25 euros, casi el doble. Este es valor que hemos creado para el accionista.

Pero Enel compró Endesa a 40 euros por acción.

Lo recuerdo muy bien [sonrisas].

La CNMC tiene alterado al sector con sus propuestas de recorte de la retribución de las redes de luz y gas, de las que Endesa ha salido indemne.

Cuando miras el consumo del gas y ves que no hay un gran crecimiento tiene sentido que el regulador recorte la remuneración. Si la tecnología cambia, la regulación debe tenerlo en cuenta. Eso sí, nunca retroactivamente.

Sin embargo, una de las circulares incluye una metodología de peajes revolucionaria, con varias potencias al día, por ejemplo.

No estoy especialmente preocupado por esto. Las redes forman parte de la cadena de valor donde todo está cambiando y su importancia en la transición va a ser muy relevante. El consumidor y el productor pueden hacer muchas cosas con esta red, esta diferenciación de tarifas por niveles de potencia tiene sentido.

¿Cómo ve el papel del gas natural en los próximos años?

El gas es importante, pero no cuantitativamente, sino cualitativamente. Siempre habrá algo de gas, pero se va a producir menos. Cuando el sistema español llegue al 85% de renovables el otro 15% será de gas.

¿Esto significa que cerrarán ciclos combinados?

Los ciclos se proyectaron para trabajar 5.000 horas al año y ahora trabajan unas 2.000 horas. Ha cambiado la producción y el método de trabajo. Vamos a ver ciclos abiertos o turbinas piker. Para cerrar las centrales de carbón en Italia, el operador del sistema, Terna, nos obligó a tener una turbina de ciclo abierto que trabaja 500 horas al año, porque la red la necesita en cierto punto.

¿Los archipiélagos son un buen negocio para Endesa?

El negocio de las islas es muy particular, son sistemas regulados. En ellas hay un potencial de descarbonización que podemos desarrollar, pero solo parcialmente, no del todo. Se podría descarbonizar las islas si no hubiera turismo. Hay dos meses al año en que el consumo eléctrico es tres o cuatro veces mayor que el resto del año y no se puede dimensionar un sistema para solo dos meses. Esto es muy difícil. En 20 años tendremos sistemas de almacenamientos increíbles que resolverán el problema.

"No entiendo el miedo a Podemos ni a un Gobierno de coalición"

El consejero delegado de Enel aseguró recientemente en Milán, durante la presentación del plan estratégicol, que no le preocupaba la entrada de Podemos en el Gobierno. “Yo no puedo hablar de política fuera de Italia, porque soy italiano. Que en un gobierno haya un partido y otro, es algo importante, pero no entiendo el miedo a Podemos, son personas normales”, añade.

 Respecto a un posible gobierno de coalición que se formaría por primera vez en España, Francesco Starace, opina que “todos los países tienen este problema. En Alemania son especialistas y en Italia, hace mucho tiempo. Hay que acostumbrarse a ello y no dramatizar”.

Sobre la firma

Carmen Monforte
Es redactora de Energía de Cinco Días, donde ocupó también los cargos de jefa de Especiales y Empresas. Previamente, trabajó como redactora de temas económicos en la delegación de El Periódico de Cataluña en Madrid, el Grupo Nuevo Lunes y la revista Mercado.

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