El expresidente de BBVA declara que nunca vio ningún contrato del banco con Villarejo
El expresidente de BBVA queda en libertad sin medidas cautelares tras declarar como imputado durante dos horas
El expresidente de BBVA, Francisco González, llegó ayer a la Audiencia Nacional para declarar como imputado 22 minutos antes de la hora a la que estaba citado (llegó a las 9,38 horas).
Su aspecto era tranquilo, pese a que en esta ocasión el que fuera uno de los banqueros más significativos de España y casi de Europa, acudía a la Audiencia, acompañado de su abogado Jesús Santos (exteniente fiscal de la Audiencia Nacional y defensor del PP en Gürtel y de Deloitte en el caso Bankia), en calidad de investigado por los delitos de cohecho y revelación de secretos por los presuntos trabajos de espionaje realizados para la entidad bancaria por el excomisario José Manuel Villarejo.
Su declaración ante el juez duró unas dos horas y 15 minutos, y tras la cual la Fiscalía optó por no pedir medidas cautelares. El exbanquero explicó a preguntas del juez y del fiscal que no fue hasta mayo de 2018 cuando tuvo conocimiento de la existencia de la firma Cenyt, propiedad del excomisario Villarejo, y de que esta sociedad había sido contratada por el banco, Fue entonces cuando ordenó abrir una investigación interna al despacho Garrigues. Y fue en septiembre de ese año cuando el banco tuvo la constatación de que Cenyt trabajó para BBVA desde 2004.
El expresidente de BBVA, de hecho, insistió en que él nunca había contratado los servicios de Villarejo, ni había dado instrucciones para que se le contratara, dado que él no supervisaba las contrataciones ni facturas ni con este ni con ningún otro proveedor, pues no pasaban por su mesa.
También aseguró que sobre su mesa nunca pasó ninguna factura o contrato de proveedor alguno, a la vez que reiteró que nunca realizó ni él ni el banco contrataciones ilegales para espiar a empresarios, políticos o periodistas.
Aunque matizó que desconocía si hubiera habido alguna conducta irregular de carácter individual de algún directivo del banco. Esta declaración podría apuntar al que fuera el jefe de seguridad de la entidad, al excomisario Julio Corrochano.
rrochano, que era el máximo responsable de Policía Judicial cuando fue fichado por el BBVA en septiembre de 2002, declaró como investigado y el juez dictó prisión contra él eludible con una fianza de 300.000 euros, que el policía abonó.
En su declaración ante el juez González confirmó, según apuntan fuentes jurídicas, que nunca se había sentado con Villarejo, ni le conocía, como tampoco conocía a Rafael Redondo, socio de Villarejo, y quien estuvo en prisión casi un año por su presunta implicación en la denominada operación Tándem, una de las piezas del caso Villarejo.
El exbanquero hizo una breve declaración a los medios tras su salida de la Audiencia, aunque no aportó detalles del interrogatorio por encontrarse la causa bajo secreto de sumario. Defendió, como lo hizo ante el juez, su actuación en el banco durante toda su trayectoria profesional, lo mismo que la del banco, aunque también apuntó veladamente a algún exdirectivo de la entidad como posible contratista de Cenyt y de conocer su uso, pero no citó ningún nombre.
Explicó que había contestado a todas las preguntas del juez y de la Fiscalía “con toda transparencia y claridad”. Y aseguró que “una vez que termine esta investigación, quedará muy claro, repito, muy claro, que el grupo BBVA y sus directivos han trabajado siempre de manera íntegra y ejemplar, lo quiero decir así de claro, sin perjuicio, como es lógico, de que hubiera alguna conducta individual de carácter irregular que yo en este momento desconozco”.
Hay que recordar que hasta ahora prácticamente todos los directivos que han pasado por la Audiencia como investigados se han acogido a su derecho a no declarar al no haberse levantado el secreto del sumario. Solo Antonio Béjar, expresidente de Distrito Castellana Norte (DCN), (Operación Chamartín) -sociedad participada por BBVA-, que fue destituido por el banco en julio a raíz de su imputación, ha declarado ante el juez en tres ocasiones. Bejár también fue director de riesgos del banco, bajo la responsabilidad de Juan Asúa, ahora asesor del presidente de BBVA, Carlos Torres.
La imputación de González se ha acordado a instancias de Anticorrupción en el marco de la pieza separada número 9 de la macrocausa Tándem que investiga las actividades ilícitas de Villarejo, quien habría estado desempeñando tareas de información y espionaje para el BBVA durante más
de una década y por importe superior a 10 millones de euros.
Este lunes comparecieron además del expresidente FRancisco González, el que fuera director de comunicación de la entidad, Javier Ayuso, como testigo. Ha respondido a las preguntas del juez y los fiscales durante unos 45 minutos. A continuación, ha sido el turno del policía que en segunda actividad trabajaba para las empresas de Villarejo, Antonio Bonilla. Según informaron en fuentes jurídicas, se ha acogido a su derecho a no declarar por estar la causa bajo secreto.
Este martes es el turno de Juan Asúa, asesor de cabecera del actual presidente de la entidad financiera, Carlos Torres, quien en diciembre de 2018 le nombró Senior Advisor to the Chairman; y a Eduardo Arbizu, que hasta el pasado mes de julio, cuando fue cesado al conocerse la imputación de BBVA, ostentaba el cargo de responsable de Regulación y Control Interno del BBVA.
También están citados el que fuera jefe de Riesgos de la entidad, Manuel Castro; y los sucesivos responsables de los servicios jurídicos, José Manuel García Crespo y Eduardo Ortega. Mañana será la representación legal del banco la que acuda a la Audiencia. BBVA está imputado como persona jurídica por cohecho y también por corrupción en los negocios en relación a este asunto.