WeWork atrae la fusión de T-Mobile US y Sprint hacia su vórtice
John Legere, CEO de T-Mobile US, es uno de los candidatos para dirigir la firma de oficinas
La fuerza destructiva de los huracanes se mide en una escala de uno a cinco. Si el mundo corporativo tuviera un equivalente, WeWork se estaría acercando a la categoría seis. La problemática intermediaria de oficinas compartidas está ahora atrayendo hacia su vórtice un acuerdo en el sector de las telecomunicaciones por 26.000 millones de dólares.
El japonés SoftBank Group, que el mes pasado aportó casi 10.000 millones de dólares para rescatar a la empresa matriz de WeWork, The We Company, después de su fallida oferta pública de venta, echó al cofundador Adam Neumann del despacho principal.
El consejero delegado de T-Mobile US, John Legere, es uno de los candidatos para sustituirlo, según el Wall Street Journal. El problema es que está tratando de cerrar una operación con otra compañía respaldada por SoftBank, Sprint.
El director de operaciones de SoftBank, Marcelo Claure, es ahora el presidente ejecutivo de WeWork. Ocupa el mismo cargo en Sprint y era su consejero delegado cuando él y Legere anunciaron la fusión en abril de 2018. SoftBank, liderada por Masayoshi Son, posee aproximadamente el 80% de WeWork y Sprint, aunque no es necesario que consolide la primera porque no tiene control de voto.
Si bien la fusión del tercer y el cuarto operador de telefonía móvil de Estados Unidos ha recibido la autorización de dos importantes reguladores federales, varios fiscales generales estatales siguen queriendo bloquearla. Está previsto que se inicie un juicio en diciembre.
Mientras tanto, el 1 de este mes, expiró el acuerdo entre las dos compañías sobre la fusión, lo que potencialmente pone todo, incluido el precio, de nuevo sujeto a negociación. Con Legere al otro lado de la mesa de Claure en ese contexto, sería extraño que también estuviera valorando seriamente cambiar de empleo.
Además, aunque WeWork esté en plena vorágine, SoftBank necesita retirar Sprint de sus manos y de su balance. La operadora tiene casi 40.000 millones de dólares de deuda, la mitad del valor de mercado de su accionariado. Si la fusión fracasara, no está claro que Sprint sobreviviera.
Legere es un ejecutivo pintoresco que puso T-Mobile US, valorada en 70.000 millones de dólares, en el mapa después de que una fusión fallida con AT&T le aportara una compensación por cancelación por valor de 6.000 millones.
Podría ser una buena opción para arreglar WeWork, mucho más pequeña. Sin embargo, no hay garantías de que The We Company lo logre incluso con Legere a la cabeza. Arriesgarse a salir antes de tiempo de T-Mobile podría dejar a Son con un doble problema.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías