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Tribuna
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Los desafíos del mercado laboral español

El gobierno debe fomentar la formación profesional para adaptarnos al cambio tecnológico

El mercado laboral español ha mejorado, pero no todo lo que desearíamos. Así lo constatan los datos: hace cinco años la tasa de desempleo era del 24%, mientras que ahora es del 14%. No obstante, aún persisten desafíos importantes debido a la inestabilidad política que vive el país y a la falta de un marco regulatorio y legal en la industria 4.0, que no han permitido disipar los nubarrones que se divisan frente a la pregunta de qué ocurrirá con nuestros puestos de trabajo en el futuro. Y es que el estancamiento salarial, el subempleo y la automatización son los principales retos de presente y futuro a los que nos enfrentamos.

Es justo este último concepto que, para mí, debería abordarse una vez se celebren las elecciones generales del próximo 10 de noviembre. Hace unas semanas salió publicado en muchos periódicos que un juzgado declaraba improcedente el despido de una administrativa que, después de 13 años en la compañía, fue reemplazada por un programa informático o bot de gestión que podía llegar a trabajar las 24 horas al día, en un hotel de Gran Canaria. Precisamente, me temo que esta sentencia y el posterior debate será cada vez más habitual en los medios de comunicación. Porqué todo lo que se pueda automatizar se automatizará y con ello, muchos de los actuales empleos.

Los trabajos del futuro y, también cada vez más los del presente, serán aquellos que los robots no podrán realizar, por lo que las soft skills, es decir, las cualidades personales que están relacionadas con la perspectiva emocional y social, tendrán mucho valor. Además, la creatividad o el liderazgo serán indispensables para tener éxito en el ámbito laboral y marcar la diferencia.

Los países deben liderar el cambio y tomar medidas para garantizar que sus ciudadanos puedan asumir sus nuevos papeles en el mercado laboral. El reto no será fácil, ya que, según ha advertido la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), 6 de cada 10 trabajadores no tiene las habilidades adecuadas para el nuevo empleo que llegará durante los próximos años.

En España, la apuesta por la innovación y la transformación digital de nuestras empresas es ya una realidad, así como la creación de nuevos puestos de trabajo que no existían hace diez o cinco años. Además, el desarrollo positivo en tecnología ha sido la creciente ventaja competitiva de nuestro país, y ciudades como Madrid o Barcelona, considerados auténticos hubs tecnológicos, son buenos ejemplos. Esto ha supuesto que España consiga el quinto puesto en Europa por número de proyectos digitales de inversión extranjera, justo por detrás de Reino Unido, Alemania, Francia e Irlanda.

Debemos aprovechar esta tendencia, pese a la actual situación de incertidumbre, y abordar una nueva política económica y laboral que genere confianza. El gobierno español debe fomentar la formación profesional para adaptarnos al cambio tecnológico, evitar a toda costa el estancamiento salarial y estar preparados para la revolución industrial 4.0, que está más cerca de lo que creemos.

Christopher Dottie es Director general de Hays España

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