Madrid recibe a 12.000 dermatólogos de 70 países para su conferencia mundial
La inteligencia artificial, tema principal en la agenda del evento Hoy se presenta un estudio que asocia los eccemas con la depresión
Ayer se inició en Ifema el 28º Congreso de la Academia Europea de Dermatología y Venereología (EADV por sus siglas en inglés) que hasta el domingo 13 congregará en Madrid a más de 12.000 participantes, 700 oradores y 150 expositores de 70 países. La edición de este año se enfoca en la formación de imágenes dermatológicas y cubre áreas como la microscopía confocal, ecografía, tomografía de coherencia óptica e inteligencia artificial.
El plato fuerte de hoy será la presentación de un estudio sobre el impacto psicológico de la dermatitis atópica, la forma más común de eccema, en los padres de los niños que la padecen. Investigadores de la Clínica Universitaria de Dermatología de la Universidad de San Cirilo y Metodio, con sede en Skopie (Macedonia), evaluaron la repercusión de un diagnóstico de dermatitis atópica en las familias de 35 niños de 1 a 6 años.
En total, encuestaron a 83 padres y cuidadores y encontraron que todos informaron al menos de ansiedad leve y algunos mostraron ansiedad de gravedad moderada. Casi tres de cada cuatro (el 74%) presentaron depresión, aunque no se observó que esta aumentara cuando la dermatitis era más grave.
La dermatitis atópica afecta a entre el 10% y 20% de la población infantil de Europa y hace que la piel pique, se reseque y agriete. Se trata de una enfermedad crónica que ocurre con mayor frecuencia en personas alérgicas y puede desarrollarse junto con el asma y la fiebre del heno. Además de los síntomas típicos, los pacientes pueden sufrir insomnio, ansiedad y estrés psicosocial relacionados con la manifestación física del eccema.
Los investigadores también preguntaron a los padres cuáles eran sus mayores preocupaciones. La respuesta más frecuente fue la información que reciben sobre la naturaleza de la enfermedad en sí, ya que es una afección a largo plazo que requiere tratamientos complejos y caros.
Vesna Grivcheva-Panovska, jefa del equipo investigador, comentó que a menudo el impacto psicológico de la enfermedad se pasa por alto, “pero nuestros resultados muestran que el alcance de esto no puede subestimarse”. “En el futuro –añadió–, debemos tener una visión íntegra de la situación y un enfoque más amplio para el tratamiento de la dermatitis atópica, no solo en los pacientes sino también en sus familias”.
Novedades
Por primera vez, el congreso acoge las Controversy Sessions, en las que reputados dermatólogos discuten sobre el futuro de los tratamientos, desde los corticosteroides tópicos hasta los productos biológicos.
El sábado se dedicará por completo a las enfermeras, que recibirán formación en dermatitis de manos y cura y biología de heridas.