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Room Mate salta de las ciudades a la playa para renovar destinos maduros

Tras cerrar su primer establecimiento en Magaluf (Mallorca) estudia algunos proyectos en Torremolinos

Kike Sarasola, presidente de Room Mate Hotels
Kike Sarasola, presidente de Room Mate HotelsPablo Monge

La cadena hotelera urbana Room Mate, fundada y dirigida por Kike Sarasola, sigue rompiendo moldes. Fue la primera que apostó por los apartamentos turísticos en medio de las críticas empresariales y ahora da el salto definitivo a los hoteles de playa. Tras cerrar con Blackstone el primer establecimiento, que estará en Magaluf (Mallorca) y abrirá sus puertas en abril, la compañía va a seguir apostando por esa línea de negocio. “Hay muchos hoteleros en vacacional, pero hay hueco para crecer con ideas nuevas y con nuevas formas de tratar al cliente. Cuando entré en el urbano, me decían que estaba todo inventado. Y yo decía que no encontraba ningún hotel que me diera lo que yo quería: bueno, bonito y barato, y sobre todo, que me diera el trato que yo quisiera. Eso mismo me pasa ahora en los hoteles de playa”, relata Kike Sarasola, presidente de Room Mate Hotels, en una entrevista con Cinco Días.

El objetivo es entrar a remodelar hoteles en enclaves maduros y uno de los primeros que están sondeando es Torremolinos. “Nos encantaría entrar en ese destino y estamos mirando varios activos. Estoy encantado de meterme en esa guerra de renovar destinos maduros porque sirve para regenerar zonas deprimidas”, resalta Sarasola, que pone como ejemplos de esa tendencia las obras de la familia Matutes en la playa d´en Bossa en Ibiza o de la familia Escarrer en Magaluf (Mallorca).

“Room Mate va a abrir otros 11 hoteles en los próximos 18 meses y espero cerrar otros seis más hasta final de año”

Una diversificación que ha sido posible gracias a los buenos resultados que a la compañía le ha reportado hasta ahora el negocio urbano. Room Mate cuenta en la actualidad con 26 hoteles abiertos (el último, el Room Mate Alba, lo abrió en Madrid la pasada semana) y cerró el pasado ejercicio con una facturación de 83 millones de euros. “Vamos a abrir otros 11 hoteles en los próximos 18 meses y de aquí a final de año espero firmar otros seis proyectos más”, recalca Sarasola. BeMate, la división de apartamentos turísticos, también va a experimentar un fuerte crecimiento. “Tenemos ya edificios en Milán, Barcelona, Madrid y México y vamos a abrir otros dos edificios más en México”, señala el fundador de Room Mate, que recuerda las críticas recibidas en el pasado. “Me hace mucha gracia que los que me criticaron cuando aposte por BeMate y me llamaron traidor, ahora tengan tres años después apartamentos turísticos en sus carteras de activos”.

“Hay que controlar los flujos de turistas y respetar a los vecinos, pero no cerrar las ciudades”

Sarasola no es ajeno a la masificación de los destinos turísticos ni al conflicto generado por los pisos para turistas en los centros de las grandes ciudades. “Venecia es el paradigma de parque temático. Hay que controlar los flujos de turistas y respetar a los vecinos, pero no cerrar la ciudad. No puedes quejarte de que tienes muchos viajeros, cuando tienes autorizados 200 vuelos y 6 cruceros en un mismo día. Es el gran reto del sector a corto plazo”. En este sentido critica las moratorias establecidas por Madrid y Barcelona para la construcción de hoteles. “No estoy en contra de la regulación, estoy en contra de la prohibición. Me opondré siempre a regulaciones prohibitivas. Lo único que pido son reglas justas y regulaciones que se puedan cumplir”. Y pone como ejemplo la moratoria de Barcelona. “Han conseguido el efecto contrario. Los empresarios que tenían hoteles son muchos más ricos porque sus hoteles valen el doble. Con la prohibición han hecho más ricos a los ricos”.

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