Así es el sector de los fondos que copian índices
La rentabilidad a largo plazo supone su principal reclamo
El primer fondo cotizado o ETF se lanzó en el año 1993. Fue el pistoletazo de salida de una carrera en la que la gestión pasiva ha ido perfeccionándose. Si al comienzo lo más común era encontrar fondos que se limitaban a replicar las composiciones de índices bursátiles, con los años la renta fija se ha hecho hueco y el tipo de activos que entran en el saco de la gestión pasiva es cada vez más variado.
Bajo esa denominación están los mencionados ETF o los fondos indexados que no cotizan, pero también se acude a esa definición para referirse a la operativa de los robo advisors o gestores automatizados.
Recientemente Finizens daba a conocer los resultados del primer Observatorio de Gestión Pasiva en España con conclusiones muy reveladoras referentes al crecimiento general. De hecho, el aumento del volumen de este tipo de activos en Europa ha sido diez veces superior al de la gestión activa, en el periodo 2008 a 2018.
Estados Unidos o Asia son regiones donde la gestión pasiva o indexada tiene gran acogida tanto por parte del gran público como de inversores institucionales, “alcanzando ya cuotas de mercado superiores a la de la gestión activa. En Europa ya supone un 19% de la cuota de mercado, por lo que las elevadas tasas de crecimiento demuestran que su auge está siendo global, y que su tendencia al alza es imparable”, prevé Kevin Koh Maier, responsable de inversiones de Finizens.
El primer fondo cotizado o ETF se lanzó en 1993. Desde entonces, la gestión pasiva e indexada no ha hecho más que perfeccionarse
“A raíz de este crecimiento, en los últimos años se ha generado una cierta guerra dialéctica sobre qué es mejor: la gestión pasiva o la gestión activa. Nosotros no creemos que en esta guerra haya buenos o malos, ganadores o perdedores. Existen momentos y ciclos de mercado más favorables para un tipo de gestión u otra; también existen perfiles de inversores más proclives o más reacios. Así que todo es compatible”, media Isabel Sánchez, analista de fondos de Arquia Profim Banca Privada.
Pero pese a que ha aumentado en los últimos años también en nuestro país, solo supone el 2% del patrimonio gestionado, muy inferior a la media europea. “En España la gestión pasiva acaba de aterrizar, de la mano de firmas independientes como Finizens.
Por ello, como toda innovación o producto nuevo, se requiere un tiempo fisiológico para que el sector de la gestión pasiva se desarrolle de igual manera a la explosión que ya ha experimentado a nivel global”, analiza Maier. “En general, el sector financiero español está más bancarizado, es menos competitivo y con mucho más legado que su equivalente en otros países europeos”.
Por su parte, Unai Ansejo, cofundador y co-CEO de Indexa Capital, aventura que “el crecimiento vendrá principalmente de los bancos que decidan incorporar más productos indexados en sus fondos de fondos, y más marginalmente de los inversores finales que decidan utilizar gestores automatizados como Indexa, o comprar ellos directamente los fondos indexados a través de una plataforma de fondos”.
Rentabilidad
¿El gran reclamo? Una mejor rentabilidad derivada de unas comisiones en general más bajas que en la gestión activa. El estudio de Finizens ha estudiado los resultados en España de dos carteras equivalentes en riesgo a 20 años: el retorno acumulado de una cartera de gestión activa fue del 57,1%, mientras que la cartera de gestión pasiva habría alcanzado una rentabilidad del 156,7%, es decir, un retorno 2,7 veces superior.
¿Y a corto plazo? “Las rentabilidades de cualquier inversión suelen ser más aleatorias debido a la volatilidad de los mercados, por ello no es aconsejable para ningún inversor fijarse objetivos de ganancias a corto plazo. Sin embargo, gracias a sus bajas comisiones y superior diversificación, la gestión pasiva suele batir en rentabilidad a la activa también en el corto plazo, aunque de forma menos consistente”, añade Maier.
En cualquier caso, Unai Ansejo admite que “a un año, hay muchos fondos que lo hacen mejor que uno indexado, pero a 20 años es tremendamente difícil encontrar alguno. La razón es que tener suerte durante tanto tiempo es mucho más difícil que tener suerte una vez”.
Las cifras
2% es la modesta cuota de mercado actual de la gestión pasiva en España, cifra Finizens.
6.693 millones de euros es el flujo neto negativo de ETF en Europa al finalizar agosto, según datos de Amundi.
27.604 millones de euros son los reembolsos en ETF de renta variable a escala mundial, calcula Amundi.
Diccionario de términos
Definición. La gestión pasiva se basa en replicar índices bursátiles en lugar de optar por una apuesta específica desarrollada por un gestor humano, que es lo que caracteriza la gestión activa, según Finizens.
Diferencias. Hay dos grandes productos: ETF y fondos indexados. Los primeros son cotizados, un híbrido entre un fondo de inversión y una acción. Los segundos igualmente replican el comportamiento de un índice pero no cotizan.
Comisiones. Una cartera de fondos indexados de gestión pasiva tiene comisiones de hasta un 85% por debajo de la media de los fondos de la banca, calculan en Indexa.
Los mayores fondos indexados del mundo
Las comparaciones siempre son odiosas, pero en cuestión de tamaño no hay duda: los mayores fondos de inversión del mundo son indexados. De hecho, del top 10 global de fondos por volumen de activos, nueve llevan la etiqueta de gestión pasiva.
En concreto, el Vanguard Total Stock Market Index Fund, que así se llama este gigante, cuenta con algo más de 700.000 millones de dólares en activos gestionados. El siguiente, también de la gestora americana, el Vanguard 500 Index Fund, algo menos, unos 400.000 millones de dólares. En ambos casos se centran en índices americanos.
La cuota de mercado crece en Europa
La cuota de mercado de los productos pasivos en Europa ha pasado en solo un año del 16,5% al 18,2%. Así se desprende de un informe de Morningstar con datos a finales de julio. Este incremento del 1,7% en la demanda de fondos gestionados de forma pasiva se vio impulsado ese mes por la fuerte demanda de ETF, que registraron entradas por valor de unos 15.800 millones de euros.
Los fondos de renta variable y de renta fija indexados registraron una recaudación de 9.600 millones cada uno. En materias primas, las mayores entradas de dinero en productos pasivos fueron de productos cotizados de oro.
Dos claros gigantes: Vanguard y BlackRock
Prueba de la pujanza de este tipo de gestión es que las dos mayores gestoras mundiales están especializadas en gestión pasiva. Hablamos, en primer lugar, de Vanguard, la firma que más volumen atesora: unos 4,7 billones de dólares, seguida por otro gigante estadounidense, BlackRock. Desde el punto de vista de la cuota de mercado, un estudio de Finizens calcula que controla el 40% de todos los activos de gestión pasiva.
En cuanto a BlackRock, se sitúa en segunda posición, con un 21% de cuota de mercado gracias a iShare, la enseña con la que comercializan sus productos indexados y ETF.
Los últimos en apuntarse a estas estrategias
Unas más y otras menos, pero lo cierto es que todas las grandes gestoras están subiéndose al carro de la gestión pasiva. Fidelity, por ejemplo, abandonó su etiqueta de gestora activa pura hace ya un par de años para ofrecer fondos con esas estrategias.
Aunque el patrimonio de JP Morgan sigue teniendo mayoritariamente la característica activa, sus productos referenciados se van lanzando en nuevos mercados.
Amundi, otra de las gestoras entre las 10 más grandes del mundo, ha apostado con claridad por los ETF y entre su estrategia de crecimiento en Europa estos juegan un papel realmente importante.
¿Qué tal funciona en productos de renta fija?
Hace unos años los indexados se centraban casi en exclusiva en activos de Bolsa, sin embargo, las estrategias basadas en renta fija son cada vez más comunes. De hecho, su cuota de mercado alcanza el 27% del mercado en EE UU, el 19% en Europa y el 15% en Asia.
No obstante, en este ámbito también hay visiones. Jamil Baz, jefe global de análisis de clientes de Pimco, por ejemplo, defiende que en el caso de productos de renta fija, la gestión activa logra mejores resultados que la pasiva. De hecho, según su análisis, “la mayoría de los fondos de bonos activos y ETF superaron de media a sus pares pasivos en los últimos 1, 3, 5, 7 y 10 años.
Índices de referencia más utilizados
En el mundo hay más de 3,7 millones de índices, según datos de la Asociación de la Industria de Índices. Aunque no se puede invertir en todos ellos, en su inmensa mayoría se utilizan como referencia o benchmarks de fondos de inversión para poder comparar el rendimiento. De hecho, ese auge de índices ha ido en paralelo al éxito de la gestión pasiva y su utilización para replicarlos en las carteras.
Pero no todos tienen la misma importancia. Según un estudio de Morningstar, el 34% de los activos europeos en fondos indexados están invertidos en diez índices, con el S&P 500 a la cabeza, seguido del Euro Stoxx 50.