S&P alerta a los bonistas de Thomas Cook de que recuperarán, como mucho, el 10% del dinero
Los bonistas corren el riesgo, incluso, de no recuperar dinero por los costes asociados al proceso de liquidación
S&P Global otorga a Thomas Cook un rating reservado para las empresas que se encuentran en situación de insolvencia debido a que la compañía no logró llegar a un acuerdo con accionistas y acreedores para lograr una reestructuración que la rescatara.
En lo que respecta a la recuperación del dinero por parte de los bonistas, la calificadora de riesgos considera que los tenedores de deuda no garantizada podrán recuperar, como máximo, un 10% del importe adeudado, procedente de los inventarios, los pagos anticipados de reservas de hotel y los
activos intangibles, como la marca del grupo y su software.
No obstante, también hay pasivos materiales que tienen prioridad o están "al mismo nivel o por encima" que los bonos senior no garantizados, como "una línea de crédito, fianzas, la financiación de aviones, los pasivos de las pensiones y otras cuentas pendientes de pago".
S&P ha alertado de que el importe recuperado por los bonistas podría descender a cero como resultado de los costes legales y administrativos asociados al proceso de liquidación.
Los beneficiados del hundimiento
La entrada en concurso de acreedores de Thomas Cook también tiene lado positivo para firmas de crédito como Sona Asset Management y XAIA Investment GmbH. Ambas pueden ganar hasta 250 millones de dólares (unos 227 millones de euros) gracias a haber comprado unos derivados, los llamados credit default swap (CDS), conocido en español como permuta por incumplimiento crediticio.
Estos hedge funds o fondos de cobertura invirtieron en derivados que apostaban contra la supervivencia de la compañía. Dentro de los que apostaron con CDS contra el operador turístico, aparecen compañías de moda inglesa, New Look y Rallye S.A. o la francesa de supermercados, Casino Guichard-Pecharron SA.