Cos urge a lanzar un bono europeo común y cuestiona la vigencia del Pacto de Estabilidad
El gobernador del Banco de España pide una agencia europea capaz de emitir deuda
El debate está servido. El presidente del BCE ya apuntó la semana pasada que la efectividad de la política monetaria flaquea y es necesario que los gobiernos de la zona euro pasen a la acción en materia fiscal. Y hoy el español Pablo Hernández de Cos, uno de los gobernadores centrales más afines a las tesis de Mario Draghi, ha hecho una encendida defensa de la importancia de avanzar en una convergencia fiscal que permita los eurobonos o una suerte de activo financiero común y de máxima calidad. Incluso ha cuestionado la utilidad de las actuales reglas fiscales, marcadas por el el dictado implacable del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Este pacto, sobre el que ha pivotado toda la receta de austeridad y disciplina fiscal con la que la UE respondió a la crisis, "no ha resistido muy bien el paso del tiempo", según Hernández de Cos. En su discurso de inauguración de la Tercera Conferencia de Investigación del Banco de España, centrada en el análisis de los veinte años de vida del euro, el gobernador del Banco de España ha declarado que "nuestras reglas fiscales se han demostrado difíciles de cumplir en la manera oportuna, sobre todo por su complejidad, y no han sido capaces de evitar políticas fiscales procíclicas a nivel nacional". Además, ha señalado que lo sucedido durante la última década muestra que la falta de una herramienta macroeconómica común para la zona del euro ha supuesto una importante limitación para el propio funcionamiento de la unión económica europea.
En un discurso de calado, en un momento en el que el BCE y también Bruselas están redoblando la presión sobre países con margen fiscal como Alemania y Holanda para que eleven su gasto público, Hernández de Cos ha reivindicado la importancia de implementar un sistema de garantía de depósitos común, aún pendiente en el proyecto de unión bancaria, y de explorar el lanzamiento de un activo seguro común, comparable al bono alemán, si no más efectivo incluso como activo refugio. Ha citado como ejemplo un bono sintético respaldado por bonos soberanos nacionales que, a través de la diversificación, podría tener incluso menor riesgo que la deuda alemana, según Hernández de Cos.
El gobernador del Banco de España ha dado valiosas pistas de por qué el BCE ha insistido tanto en que es el turno para la política fiscal como herramienta para prevenir otra crisis. "La introducción de un activo seguro ayudaría a aliviar el vínculo injustificado entre los bancos y la deuda soberana". "Permitiría a la política monetaria a exprimir el balance del BCE sin exprimir la liquidez en los mercados soberanos nacionales", señaló en alusión al bono alemán. "Creo firmemente que la capacidad fiscal a nivel de la zona euro podría contribuir a la estabilización macroeconómica. A este respecto la política monetaria no debería estar sobrecargada, como puede estar en la actual coyuntura económica", añadió.
Cos también argumentó, en defensa de la creación de un activo financiero seguro común, los riesgos de una escasez de activos libres de riesgo, hacia los que los inversores se mueven en avalancha en momentos de crisis. Advirtió que el volumen de bonos de máxima calidad (soberanos con rating de AA o mayor y privados con triple A) ronda en Europa los 3 billones de euros, la mitad de su máximo de 2009 y muy lejos de los 14 billones de dólares de deuda segura en Estados Unidos. Y advirtió que esa escasez de activos seguros "conduce a un entorno económico de menor crecimiento cuando la política monetaria está limitada". En este sentido, abogó por la creación de una suerte de agencia europea de inversiones capaz de emitir bonos, que facilite la transmisión de la política monetaria, eleve el papel internacional del euro y complete la unión bancaria y del mercado de capitales.