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Una transición ordenada en la que no solo gane el vehículo eléctrico

La industria pide neutralidad tecnológica para impulsar la venta

GettyImages

Varios años y algunos millones de euros y distintos planes después para impulsar la compra de vehículos movidos con energías alternativas (Movea, Moveles, Moves), el mercado de este tipo de coches no termina de despegar. Su precio sigue siendo alto. El más barato viene a costar casi 20.000 euros. Por contra, el coche más vendido en España es el Dacia Sandero, que solo cuesta 7.340 euros. Y aunque las ventas siguen aumentando mes a mes, un 22,7% en junio (datos de Anfac), solo representan un 0,9% los eléctricos, un 6% los híbridos y un 2,1% el gas, frente al 64,4% de gasolina y el 26,8% el diésel (datos de Faconauto).

Entre tanto, la industria empieza a preocuparse por una situación que crea incertidumbre ante un mercado que sigue dando señales negativas, un 18% de caída en junio y un 12,3% en el acumulado del año en las matriculaciones a particulares (datos de Ganvam).

Y aunque todo el sector coincide en la necesidad de descarbonizar la movilidad, también es unánime la petición al Gobierno para que lleve a cabo una transición ordenada en la que no solo se impulse el coche eléctrico. Quieren que la neutralidad tecnológica sea el principio sobre el que se construya esta transición y que se incluyan también los nuevos motores de combustión, diésel y gasolina, que cumplen todas las normativas anticontaminación.

El objetivo del sector es renovar el parque con un plan de estímulos

“Apostar por el eléctrico está bien y es el futuro, pero es una opción elitista. Por eso hay que apoyar el cambio de coche también con modelos nuevos y seminuevos que cumplen con toda la normativa anticontaminación”. Es la opinión del presidente de Ganvam, Raúl Palacios, para el que “hay que atacar la raíz del problema, que no es otra que un parque envejecido”. El 64,7% de los coches tiene más de 10 años y, de estos, un 30% tiene más de 15.

Desde Ganvam proponen un plan de estímulos que incentive el cambio de coche y el achatarramiento de esos vehículos antiguos para sacarlos de la circulación y contaminar menos. “Hay que apostar por la neutralidad tecnológica. Impulsar el coche nuevo, ya sea de una tecnología o de otra, despejando la incertidumbre, liberando esa demanda retenida y aumentando así las ventas”, asegura Palacios.

En Faconauto apuestan también por la neutralidad tecnológica para lograr la descarbonización. Su portavoz, Raúl Morales, sostiene que “no podemos hacer eso sin antes seguir utilizando las tecnologías que tenemos disponibles, todas ellas, gasolina, diésel, etc”.

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Proponen trabajar en dos direcciones. La primera es “la renovación del parque, sacando del mismo los coches más antiguos y contaminantes”, dice Morales. Para este objetivo tienen un plan de achatarramiento a cinco años, que abarca el período 2020-2025, dotado con 2.500 millones de euros destinados a sacar de las calles los coches con más de diez años y no vinculado a la matriculación de uno nuevo.

Las cifras de este plan se resumen en quitar 2,5 millones de esos coches viejos y reducir la edad media del parque de los casi 14 años de ahora a los 12. Así se reducirían las emisiones de CO2 al año en 4,5 millones de toneladas y se crearía una demanda de coches de 500.000 unidades.

La otra dirección que propone Faconauto es un plan para impulsar la movilidad eléctrica dotado con 1.500 millones de euros, 1.000 millones para la compra, 300 para instalación de carga rápida y 200 destinados a la recarga normal. Esto iría acompañado de un nuevo marco fiscal verde, con reducción y eliminación de algunos impuestos.

Ayudas públicas

En términos similares se mueven los fabricantes de automóviles. La portavoz de Anfac, Noemi Navas, se muestra favorable a “recuperar las ayudas públicas para todo tipo de motores, incluyendo los nuevos de diésel y gasolina”. Pide optar por el principio de la neutralidad tecnológica sin favorecer “a unas sobre otras”, y recuerda las “importantes inversiones que se han hecho en algunas tecnologías para que sean más eficientes y menos contaminantes”.

La finalidad es rejuvenecer el parque mediante un plan de achatarramiento para coches antiguos “amplio, dotado de fondos, y que cuente con todas las tecnologías disponibles”, expone Navas. La idea es también sacar del mercado esos coches antiguos que son “los que tienen un verdadero impacto sobre la contaminación”. Anfac añade un plan de estímulos a vehículos eléctricos y alternativos dotado “al menos con 150 millones de euros”.

En Anfac piden recuperar las ayudas para todo tipo de motores, incluyendo los nuevos de diésel y gasolina

El director general de automoción de Accenture, Joan Cavallé, asegura que industria y Gobierno están hablando ya para “cerrar un acuerdo y lograr unas subvenciones para sacar los coches antiguos de la circulación con un plan que dé dinero al consumidor para comprar uno nuevo y achatarrar el viejo”.

Lo que se pretende “es evitar que la industria siga sufriendo”, señala Manuel Díaz, socio responsable de automoción de la consultora PwC. “Hay que dar al usuario confianza, seguridad y contarle la verdad. Si no lo hacemos, el diésel de los pobres va a pagar el vehículo eléctrico de los ricos”, concluye.

¿Y en Europa?

Incentivos. Doce países de los 28 que forman la UE tienen planes que incentivan la venta de vehículos eléctricos, según la asociación europea de fabricantes de coches ACEA. Son España, Francia, Irlanda, Reino Unido, Alemania, Austria, Eslovaquia, Rumanía, Suecia, Noruega, Bélgica e Italia.

Estadísticas. En los tres primeros meses de 2019 la demanda de vehículos con combustibles alternativos subió un 25,9%, destacando sobre todo los eléctricos con un 40%, señala ACEA.

Más dinero que aquí. Alemania destina 1.500 millones de euros y Reino Unido, 1.000 millones de libras para la transición al coche eléctrico, arguye Manuel Díaz, socio responsable de automoción de PwC.

Italia. Este país ha diseñado un plan de transición de 10.000 millones de euros a 10 años para todo tipo de motores. El objetivo es un millón de eléctricos para 2022, avanza Joan Cavallé, director general de automoción de Accenture.

Noruega y Dinamarca. Los noruegos confían en superar este año el 50% de coches eléctricos. Su objetivo es que en 2025 el total de los coches nuevos lo sean. Este país no aplica el IVA a este tipo de vehículos, además de otros beneficios fiscales, según Begoña Cristeto, socia de KPMG en España. En Dinamarca se está apostando en cambio por la tecnología vinculada al hidrógeno.

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