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Este agosto, no tocar la cartera sin necesidad

Si sus fondos responden a su perfil de riesgo, no haga cambios

Getty Images

Se acercan las vacaciones y a algunos les entran los nervios. Quieren irse a la playa, a la montaña o a recorrer mundo sin tener que estar pendientes de sus inversiones. Y es que agosto tiene fama de turbulento.

“Que los veranos suelen ser malos es uno de esos mitos que los inversores tienen en la cabeza, pero que no son ciertos. Si miramos lo ocurrido en los últimos 20 años y fijándonos en la Bolsa americana, lo que podemos observar es que solo 7 de los 20 años tuvieron veranos negativos”, remarca Marta Campello, socia y gestora de fondos en Abante.

Y prosigue: “En verano lo que sí se produce es una caída significativa en el volumen de negociación. Como inversores tenemos que entender que las caídas son parte del ciclo normal y que la volatilidad es una oportunidad para entrar en el mercado y comprar a mejores precios, tanto si se produce durante el verano como si se produce en cualquier otro momento del año”.

De hecho, en Robeco, aunque no suelen hacer cambios en sus carteras antes de las vacaciones, sin embargo sí cuentan con “un pequeño porcentaje de efectivo de un solo dígito disponible para beneficiarnos de posibles acciones del mercado, como por ejemplo, repentinas caídas en los precios”, comenta Jack Neele, gestor del fondo Robeco Global Consumer Trends, bastante tranquilo ya que al invertir su fondo en tendencias de consumo, “estamos relativamente aislados de los posibles impactos externos a corto plazo”.

La volatilidad es una oportunidad para entrar en el mercado y comprar a mejores precios Marta Campello, socia de Abante

Por lo tanto, ¿hay que hacer cambios en la cartera antes de cerrar las maletas? Mariano Arenillas, responsable de DWS para España y Portugal, cree que nuestra cartera de fondos de inversión debe ser constantemente monitorizada y adaptada las condiciones de mercado, por lo que de cara al verano no tenemos necesariamente que modificarla, si bien este año “es cierto que en la primera mitad de 2019 el comportamiento de los principales activos de riesgo ha sido sobresaliente, con retornos en renta variable superiores al 15%, y en el mundo de los bonos de mayor riesgo, rentabilidades más allá del 5%, por lo que una posible reducción del riesgo podría ser conveniente, siempre que nos encontremos satisfechos con las rentabilidades acumuladas y queramos protegerlas de cara a finales de año”.

En cualquier caso, las soluciones más adaptadas y flexibles ante potenciales cambios de rumbo en el mercado estas semanas “pueden ser los fondos multiactivo, en los que estamos delegando la gestión del día a día de nuestras carteras a un equipo gestor profesional, con experiencia y que estarán pendientes mientras nos encontramos en la playa. Si el perfil de riesgo del fondo está adaptado a nuestra tolerancia a posibles pérdidas, podremos veranear más tranquilos”, según Arenillas.

Es decir, hay que tener una razón de peso, más allá simplemente de que llegan las vacaciones, para tomar decisiones de calado. Además, cuidado con las consecuencias, “si redujéramos posiciones por el mero hecho de que se acercan las fechas veraniegas podríamos encontrarnos dentro de dos meses con que nuestros clientes se han perdido buenos días”, advierte Jorge González, director de análisis de Tressis.

Y pone un ejemplo muy revelador: un inversor que hubiera invertido hace 10 años 100.000 euros en el MSCI World habría obtenido un 9,55% anualizado, “pero si nos hubiésemos perdido únicamente el mejor de los días de esos 10 años. Repito, únicamente un día. La rentabilidad anualizada bajaría al 9%, es decir, 12.000 euros menos. Si en vez de uno nos hubiésemos perdido los cinco mejores días, la cifra bajaría al 7,43% y habríamos dejado de ganar 44.000 euros”.

Es por este motivo por lo que recomiendan que si el inversor se siente a gusto con sus niveles de riesgo actuales, no los modifique de cara al verano.

Septiembre y octubre suelen ser peores meses. Históricamente
se han producido eventos muy negativos

Además, Jorge González no teme a la volatilidad propia de estas semanas ya que suele ser “de ida y vuelta”, en cambio septiembre y octubre “sí que suelen ser meses peores y donde históricamente se han producido eventos de mercados muy negativos”, y menciona el ataque a las Torres Gemelas, el huracán Katrina, la quiebra de Lehman Brothers o el escándalo de las emisiones de VW, todos ocurridos durante el mes de septiembre. “Otras veces el mercado ha corregido en octubre sin que hubiera grandes noticias, como pasó el año pasado”.

“Desde la industria financiera es habitual insistir con datos cortoplacistas y ritos de temporada: que si en Navidad haga usted esto, que si en verano váyase usted tranquilo de vacaciones trasladando todos sus fondos a esto otro… En general, es ruido que no sirve para nada, excepto para generar comisiones y síndrome de dependencia”, critica Álvaro Menéndez, wealthtech manager de Fintup, convencido de que es mucho más eficaz mantener el rumbo: “Una vez que nos hayamos hecho con una adecuada asignación de activos según nuestro perfil, no hay mucho que decir, sea o no sea verano. Pascal afirmaba que ‘todas las desgracias del hombre se derivan del hecho de no ser capaz de estar tranquilamente sentado y solo en una habitación’. Esto aplica para el inversor también”.

Recuperamos la confianza

Apetito por el riesgo. Tras los sustos y sinsabores del final del año pasado, la confianza del inversor español parece recuperarse en el segundo trimestre de 2019. Así lo revela la última encuesta elaborada por JP Morgan Asset, que también destaca que se detecta un mayor apetito por el riesgo en el segundo trimestre del año.

Mas inversión y ahorro. Asimismo, se aprecia una mayor predisposición a contratar actualmente o en futuro productos de ahorro e inversión. Así, se observa que cerca de uno de cada cuatro entrevistados (23%) está dispuesto a contratar un fondo de inversión, mientras que un 40% contrataría un plan de pensiones.

Las opciones

En cuanto al tipo de fondos más adecuados para no tener que estar pendientes de nuestra cartera en vacaciones, Carlos Fernández, profesor del Master in International Finance del IEB, cree que tenemos dos opciones: “Una de ellas es seleccionar fondos conservadores, de tal forma que no tengamos que estar preocupados, puesto que la variabilidad de su cartera será más reducida, pero a cambio tenderemos a obtener menores rentabilidades a largo plazo que en clases de activos más volátiles”.

La otra opción es buscar gestores capaces de hacer ellos mismos el análisis sobre cuál debe ser la asignación de activos en cada momento, dentro de un perfil de inversiones más flexible. “Aquí nuestro riesgo es que el gestor se equivoque, y sus decisiones no lleven aparejados los resultados esperados”.

En el equipo de gestión de activos de Renta 4, por su parte, creen que los fondos más adecuados “son aquellos de baja volatilidad, como monetarios en euros, y los que descorrelacionen con el mercado”. No obstante, lo realmente importante es “ tener siempre una cartera adecuada al perfil de inversión”.

“Sistematizar las aportaciones en una cartera construida mediante gestión pasiva de bajísimo coste y gestión activa de gran calidad, y alejarse de los cantos de sirena y de las noticias es lo más sabio que se puede hacer”, afirma el experto de Fintup.

Pendientes de la Fed, Trump y Boris Johnson

¿Cómo será este mes de agosto? ¿Reinará las calma o la volatilidad será la protagonista? Nadie conoce la respuesta cierta, pero sí podemos hacer un repaso a los principales elementos que pueden desestabilizar los mercados. “Las decisiones de los bancos centrales van a marcar claramente el devenir del verano, pero no hay que perder de vista asuntos como los resultados empresariales, o factores de geopolítica como el Brexit o la guerra comercial de Trump con China, Europa, Canadá, India, etc.”, resumen desde el equipo de gestión de activos de Renta 4.

Efectivamente, la próxima fecha clave es el 31 de julio, día de la reunión de la Reserva Federal. “A día de hoy el 100% de los analistas a los que ha preguntado Bloomberg espera una rebaja de los tipos de interés en esa reunión, por lo que en el caso de que decidieran no modificarlos podrían provocar un fuerte retroceso de los mercados. Con la excepción de que anuncien que la economía americana está mucho mejor de lo que los datos nos muestran y que los inversores se lo crean”, aclara Jorge González desde Tressis.

Según Marta Campello, socia en Abante, el mercado está esperando una rebaja agresiva de 50 puntos básicos, preventiva y adelantada al deterioro del ciclo económico. “Si la decisión fuera otra, no bajar aún los tipos o bajarlos solo 25 puntos, el mercado podría tomárselo mal. También tenemos reu­nión del BCE y habrá que estar atentos a las pistas que nos dé Draghi sobre sus decisiones antes de despedirse de la institución. Y no olvidemos a Trump…”.

En cuanto a la guerra comercial, en Tressis no anticipan grandes avances estas semanas, “pero con Trump nunca se sabe”. Donde es posible que sí que tengamos movimientos, creen, es en el Reino Unido, “puesto que se dará a conocer al nuevo primer ministro [ayer se conoció la elección del conservador Boris Johnson] y esté podría empezar a dar mensajes sobre sus intenciones respecto al Brexit”.

En opinión de Jack Neele, gestor del fondo Robeco Global Consumer Trends, “dado que los mercados están centrados en la guerra comercial entre EE UU y China, y que los inversores están esperando un recorte de tipos por parte de la Fed en julio, no se espera que el verano vaya a ser realmente tranquilo este año. Si a esto añadimos que el presidente Trump está acaparando los titulares cada dos días, sí esperamos volatilidad”.

Luis Martín-Jadraque, director del Centro de Inversiones de Deutsche Bank España, va más allá: “Estamos en niveles en general altos de las Bolsas, en mínimos de tipos de interés y de riesgo crediticio y por lo tanto da un poco de vértigo. ¿Qué puede producir volatilidad? Lo que más la ha producido este año ha sido la guerra comercial, porque ahora los bancos centrales intervienen en los mercados cuando ven que va a haber una corrección, cosa que antes no pasaba y parece que va a seguir pasando. El problema de fondo sigue ahí”.

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