La tasa de ahorro de los españoles es la tercera más baja de la zona euro
El Banco de España explica que el aumento del empleo ha incrementado el consumo pero no el ahorro, que depende de las alzas salariales
Los españoles son los que menos ahorran de toda la zona euro, solo por delante de portugueses y griegos. De hecho, España y Portugal son los dos países que más han reducido su tasa de ahorro en los últimos años y eso que ya se encontraban en niveles especialmente bajos. Así lo revela un informe publicado ayer por el Banco de España sobre la situación financiera de los hogares de los 19 países del euro en 2018. Destaca, además, que los aumentos de renta vía incrementos salariales redundan en un mayor ahorro, mientras que los ingresos que provienen por generación de empleo nutren el consumo.
El pasado año, la tasa de ahorro de los españoles se situó por debajo del 5% de su renta bruta disponible, seis décimas menos que en 2017 y en mínimos históricos, tal y como ya avanzó el organismo regulador a finales de junio. El bajo nivel de ahorro español es todavía menor en Portugal, donde apenas alcanza el 4,6% (una décima menos que un año antes), e incluso negativo en Grecia (-5,9%, 1,2 puntos menos). Ello implica que los hogares helenos financian parte de su gasto corriente a través de recursos adicionales a la propia renta, bien sea a través de la venta de activos financieros o mediante el endeudamiento.
Para el conjunto de la Unión Económica y Monetaria (UEM), la tasa de ahorro el pasado año se situó en el 12,2% –más que duplicando los niveles de España y Portugal–, lo que supone un ligero incremento respecto a 2017, gracias al crecimiento sostenido de la renta real de las familias de la eurozona y a la paulatina desaceleración del consumo.
El organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos destaca, sin embargo, la gran heterogeneidad entre países y es que Alemania casi cuadruplica el nivel de ahorro de España. La tasa de ahorro de los hogares germanos es la más alta de la UEM (18%), seguida por la de los holandeses (16%), eslovenos (15%) y franceses (14%).
A pesar de que el incremento de renta influye en el nivel de ahorro, el Banco de España revela que el mayor impacto en el ahorro se concentra en aquellos países que han tenido mayores repuntes en la remuneración de los salarios, a saber, Alemania, Irlanda y Eslovenia. En España y Portugal, el aumento de renta, que vino por la mayor generación de empleo, no impulsó el ahorro sino el consumo.
En 2018, el crédito al consumo se desaceleró en los países de mayor tamaño de la eurozona, siendo esa ralentización más intensa en España, también porque venía de niveles más altos. Así, estos préstamos crecieron un más de un 13% en España (tres puntos menos que en 2017), un 9% en Italia, un 6% en Francia –misma evolución que en la UEM– y un 5% en Alemania.
Sobre el crédito hipotecario, el Banco de España destaca que el 70% de las nuevas operaciones en la UEM se firmaron a tipo de interés fijo, con repuntes especialmente altos en Italia y España, que partían de niveles muy bajos. Entre 2014 y 2018, los préstamos a tipo fijo en la eurozona pasaron del 60% al 70%, mientras que en Italia el ascenso fue del 20% al 66% (46 puntos más) y en España del 3% al 35% (32 más).
Mayor aumento de renta en 10 años
Incremento del 3,3%. El año pasado, la renta bruta disponible de los hogares de la zona euro siguió creciendo y repuntó un 3,3% respecto a 2017, el mayor repunte de la última década, según señala el informe del Banco de España. En términos reales, es decir descontando la inflación, la renta familiar aumentó un 1,5%, una tasa similar al promedio de los últimos cinco años. Los mayores incrementos se dieron en los países más pequeños de la zona euro, incluida Grecia, revirtiendo así una larga tendencia de notables pérdidas de poder adquisitivo.
Tributación en el nivel más alto de 20 años. El peso de los impuestos siguió aumentando en 2018 hasta situarse en el 16% de la renta bruta disponible de los hogares de la zona euro, el mayor porcentaje desde 1999.