Los sindicatos de la hostelería ponen en su punto de mira a las empresas de 'fast food'
Reclaman que paguen el salario mínimo y una jornada mínima mensual y anual para todos los trabajdores
Los restaurantes de comida rápida se han convertido en el objetivo de los sindicatos de la hostelería para esta temporada alta. El último informe de negociación colectiva elaborado por la Federación de Servicios de Comisiones Obreras refleja que 1,08 millones de trabajadores tienen sus convenios en vigor, lo que supone un 83,5% del total de los empleados del sector. Los acuerdos se han acelerado y los incrementos salariales, que provocaron la amenaza de huelga en Málaga el pasado verano, se han consolidado. Tras la firma de 18 convenios autonómicos y provinciales en 2018, la subida media se situó en un 2,14%, mientras que los precios se incrementaron en el mismo período un 1,2%, con lo que se produjo una recuperación de poder adquisitivo de 0,94 puntos porcentuales.
Telepizza rechaza las acusaciones y dice que paga el mínimo que la ley marca para contratos a tiempo completo y a tiempo parcial
Solventadas ambas cuestiones, que habían provocado movilizaciones y amenazas de huelga en el pasado, los sindicatos de la hostelería han puesto en el punto de mira a las empresas de comida rápida, reguladas por nueve convenios que afectan a cerca de 50.000 trabajadores. “Hemos puesto en marcha una campaña divulgativa dirigida a las empresas o grupos de empresas afectadas por los convenios colectivos que tenemos abiertos o por los que se van a abrir en 2019. El objetivo es denunciar la precariedad laboral y la pobreza salarial que sufren este colectivo de trabajadores, la mayoría de ellos jóvenes”, recalca Gonzalo Fuentes, responsable de Turismo de Comisiones Obreras. Entre las compañías de comida rápida a las que se están dirigiendo se encuentran Telepizza, Domino´s Pizza, Foster´s Hollywod, Pans & Company, Vips, Starbucks, Ginos, Rodilla, Tagliatella o Burger King Spain.
La primera que ha sufrido la presión sindical ha sido Telepizza, que ha registrado tres huelgas de trabajadores en el último mes: dos en Zaragoza y una en Barcelona. En el caso de Zaragoza, los paros se produjeron el 31 de mayo y el 29 de junio para protestar por dos motivos. El primero fue que se traspasó el negocio a un modelo franquiciado por una empresa (QSR) que no respetó las condiciones que los empleados traían de Telepizza. El segundo es que los representantes de los trabajadores consideraban que la empresa no estaba pagando el salario mínimo interprofesional, fijado en 30 euros al día o 900 euros al mes desde el pasado 21 de diciembre. De hecho, las centrales sindicales denuncian que de los 300 trabajadores en plantilla, la gran mayoría está contratada a tiempo parcial y cobra entre 250 y 280 euros al mes.
Por su parte, CGT convocó una jornada de lucha el pasado sábado en Barcelona para denunciar los incumplimientos salariales de la compañía. En concreto acusaba a la compañía de no aplicar la subida del salario mínimo interprofesional del pasado diciembre. La norma obliga a abonar un mínimo de 900 euros brutos al mes o 12.600 euros brutos al año. Los sindicatos denuncian que esta ley no se cumple ni en los contratos a tiempo completo ni a tiempo parcial. En estos últimos, la CGT remarca que repartidores, auxiliares y limpiadores cobran entre 250 y 280 euros mensuales por una jornada parcial de 50 horas mensuales, cuando por ley les correspondería aproximadamente 310 euros. Telepizza rechaza todas las acusaciones y recalca que la compañía está cumpliendo “escrupulosamente” con las subidas del salario mínimo interprofesional. “La compañía, miembro de la patronal Prodelivery, vela por el cumplimiento de dicho convenio colectivo, tanto en establecimientos propios como en el de todos sus franquiciados. No obstante, los franquiciados que consideren oportuno realizar alguna mejora sobre el mismo pueden hacerlo libremente”, afirmó en un comunicado.
Lo único que está claro es que Prodelivery, la patronal que agrupa a todas las empresas de fastfood, y los sindicatos CC OO y UGT firmaron hace casi un año (el 12 de junio de 2018) un acuerdo de modificación que garantizaba el pago de atrasos a todos aquellos trabajadores, ya fuera a tiempo parcial o completo, que no hubieran percibido el salario mínimo interprofesional íntegro. La lucha de los sindicatos se centra en garantizar un acuerdo similar para este año, toda vez que el convenio de Prodelivery venció el pasado 31 de diciembre y hay que renovarlo.
Desde CC OO aseguran que la presión no solo se va a centrar en el salario mínimo, sino en acabar con la precariedad laboral y garantizar un mínimo de estabilidad. “Vamos a exigir tener una jornada estipulada tanto a nivel mensual como en cómputo anual y la regulación de las horas complementarias, teniendo en cuenta que en este subsector prolifera el trabajo a tiempo parcial”. Otra de las reivindicaciones es que se formalice un calendario laboral y que se conozca con tiempo suficiente, “para que los empleados puedan conciliar vida familiar y profesional”.
Navarra y Murcia, la cara y la cruz en las conversaciones
Navarra. Los sindicatos CC OO y UGT firmaron el viernes el nuevo convenio de hostelería de Navarra, que afecta a 18.000 trabajadores. Tendrá una vigencia de cuatro años (2018, 2019, 2020 y 2021) y establece unos incrementos salariales muy importantes: un 3,5% para 2019, un 2% para 2020 y un 2% para el 2021. No solo se elevan los sueldos, sino que se garantiza su actualización anual con los precios. El texto contempla una variación de medio punto adicional que hay que sumar a la evolución de los precios.
Murcia. Los sindicatos de la hostelería calientan motores para un verano caliente de movilizaciones que puede acabar en una huelga en agosto en Murcia. Comisiones Obreras denuncia que el convenio de hostelería, que afecta a 35.000 trabajadores, lleva sin negociarse 11 años tanto en los aspectos sociales como los económicos. “En estos últimos ha habido una subida salarial del 5,5% en ese período, con lo que los trabajadores han perdido 13 puntos porcentuales de poder adquisitivo”, destaca el texto, que recuerda que esa merma se ha producido en un contexto de fuerte recuperación de los flujos de turismo extranjero. En los últimos nueve años, España ha ganado 30 millones de viajeros, lo que supone una ganancia media de 3,3 millones de turistas foráneos cada ejercicio.