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CEOE y sindicatos piden entrar en el gobierno de las universidades y la FP

Los agentes sociales remarcan en una jornada de IEF la necesidad de actualizar el modelo formativo e insisten en la importancia de dignificar la Formación Profesional

Alumnos de la Escuela de Turismo y Hostelería de la Comunidad de Madrid.
Alumnos de la Escuela de Turismo y Hostelería de la Comunidad de Madrid.
Pablo Sempere

España sufre una paradoja endémica. Tiene un elevado nivel de desempleo, especialmente entre la juventud, con una tasa que roza el 34%, y sin embargo las empresas encuentran grandes dificultades a la hora de cubrir sus vacantes. Hay muchas razones detrás de este desfase, pero una de las principales, sin duda, es el modelo educativo del país. Así lo creen los principales agentes sociales, que han coincidido este jueves en una jornada organizada por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) para analizar qué tipo de formación necesita el mundo laboral y el empleo de calidad de los próximos años.

Hay una variable constante: "Desde siempre hemos tenido una parte de la juventud sobrecualificada y tenemos otra que lo está mucho menos", explica Adela Carrió, secretaria confederal de UGT. Por eso, añade, es vital que haya una orientación y una reflexión que analice qué está sucediendo y que frene el abandono escolar, la sangría de profesionales que emigran en busca de trabajo y el aumento de la tasa de desempleo. Una de las medidas que ya se ha convertido en urgente, prosigue Antonio Garamendi, presidente de CEOE, es conectar de una vez por todas a las empresas con el tejido formativo. "Lo llevamos pidiendo desde hace mucho tiempo, pero todavía no hay una relación real entre las compañías y las universidades y centros de Formación Profesional". Hace un año, de hecho, la patronal, los sindicatos y la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) "conseguimos firmar un acuerdo para reformar los centros de forma conjunta. Pero todo sigue igual", recalca Garamendi.

Uno de los problemas, prosigue el presidente de CEOE, es que las universidades siguen siendo muy endogámicas, la gobernanza depende exclusivamente de ellas, y es realmente complicado promover los cambios que son necesarios para el tejido productivo. Por eso, añade Paula Guisande, secretaria de política social y movimientos sociales de CC OO, es vital impulsar un diálogo social entre todos los implicados para ver cómo adaptar el modelo formativo a las necesidades del mundo laboral. Esta es la razón, insiste Carrió, " por la que tenemos que estar en esa gobernanza, formar parte del diálogo social, y ver cómo conjugar todo lo que la sociedad nos demanda. Tenemos que estar ahí para que nos crean y nos dejen trabajar". Por el mismo camino apunta Garamendi: "Nuestra función no es la de dar clases y enseñar, pero sí queremos estar en la gobernanza de los centros universitarios y de FP para colaborar en esta transformación". Al fin y al cabo, aseguran las representantes de los sindicatos, "todos compartimos el objetivo a seguir".

El director general del IEF, Juan Corona, va en la misma línea: "El problema del paro juvenil en España es estructural y solo se resolverá con medidas a largo plazo, y es que el modelo de formación superior apenas ha evolucionado en los últimos 50 años". Las cifras están ahí, según datos de Eurostat: la tasa de actividad de los jóvenes españoles que se mueven entre los 16 y los 24 años está alrededor del 33%, frente a regiones como Suecia, Noruega, Austria, Reino Unido, Dinamarca u Holanda, todas por encima del 52%, o Islandia, en un 80%. 

Los números tampoco brillan en la Formación Profesional. Según los datos de la OCDE, el porcentaje de jóvenes entre 25 y 34 años que en 2016 habían cursado FP en su etapa de secundaria era del 88% en Alemania, del 84% en Austria, del 74% en Francia y solo del 45% en España. "Es imprescindible impulsar este modelo formativo. Se habla mucho del empleo digital, y con razón, pero también tenemos que hablar del trabajo analógico, de esa industria para la que la FP es fundamental", recuerda Garamendi.

Para ello, además de actualizar el modelo, es vital darle prestigio y quitarle ese estigma que en España siempre le ha acompañado. "Tenemos que dignificar la FP, porque seguimos con esa vieja mentalidad de que aquel que no es válido para estudiar siempre tiene la opción de cursar uno de estos títulos", explica Carrió. "Tampoco hay que olvidar la importancia de la I+D+i y el alcance que la FP puede tener en la investigación", añade Guisande, que también recuerda la obligación que la sociedad tiene a la hora de valorar las titulaciones y el esfuerzo de los jóvenes: "No podemos decirle a alguien que se forme, sea en lo que sea, para luego no dignificar y estimar su trabajo y conocimiento".

El propio responsable de Formación Profesional Dual de la Cámara de Comercio de Baviera, Martin Führer, es consciente de ese desprestigio que la FP sufre en España. "El problema de la FP Dual en España es de motivación. Hay que motivar a los jóvenes desde la familia. En mi país está muy bien visto en el entorno familiar que los hijos estudien FP". En Alemania, por ejemplo, uno de cada tres jóvenes "quiere ser mecánico de coches", asegura Führer.

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Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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