Los farmacéuticos se suman a las críticas contra la Airef por las subastas de medicamentos
Comparten, en cambio, un sistema de copago en función del nivel de renta de cada paciente
La patronal de los farmacéuticos ha sido la última en sumarse este martes a las críticas contra la Airef, después de que la semana pasada el organismo independiente de responsabilidad fiscal recomendara implantar un sistema nacional de subastas para fijar el precio de los medicamentos, y apuntase que existía margen para ahorrar cerca de un 10% de los 10.171 millones de euros en medicamentos no hospitalarios que cada año desembolsa el Estado y que suponen uno de cada seis euros gastados en Sanidad.
"Las subastas de medicamentos que propone la Airef no son eficientes porque no se consiguen los ahorros que se suponen y perjudican seriamente al paciente", ha criticado el presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (Fefe), Luis de Palacio. Según el responsable de la Fefe, las subastas conllevan un doble perjuicio para el consumidor, ya que no solo pueden provocar falta de suministros y perjudicar el acceso a tratamientos habituales, sino que además dificultan la correcta toma del medicamento (lo que se conoce como la adherencia) por los cambios de envases derivados de este sistema de selección.
"Nunca tantos hemos estados tan de acuerdo", ha proseguido Palacio, en relación a las críticas vertidas por otros agentes del sector sanitario, tales como el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, Farmaindustria, la Asociación Española de Medicamentos Genéricos, o el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS). "No creemos que la sostenibilidad del gasto dispensado en farmacia pase por intentar bajar el precio", ha añadido.
El responsable de Fefe ha reconocido además que, si caen los precios y sin una "rentabilidad mínima y suficiente", habrá farmacias que tendrán que cerrar, lo que perjudicará a la "capilaridad", y hará que muchos pacientes, especialmente aquellos que viven en la conocida como España vacía, tengan que hacer muchos kilómetros para comprar sus medicamentos.
Retomando los argumentos del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, Palacio ha señalado que el informe de la Airef no ofrece ninguna precisión a la hora de calcular el potencial ahorro económico del sistema de subastas y ha criticado que se extrapolen los datos de una autonomía al conjunto del Estado. En su estudio, la institución que dirige José Luis Escrivá destacaba que la implantación del sistema de subastas para la selección de medicamentos en la Sanidad andaluza había permitido ahorrar 560 millones de euros entre 2012 y 2017, un 5,6% de los 10.020 millones de gasto reportados en ese lustro.
Palacio no ha descartado que detrás de esa recomendación de la Airef, que recordemos es un organismo independiente del Gobierno que fiscaliza las cuentas públicas, pudiera estar la influencia de la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, ex consejera de Sanidad en la Junta de Andalucía entre 2004 y 2013 y una de las responsables de la implantación del sistema de subastas en la comunidad autónoma.
Divergencias respecto al gasto farmacéutico
Desde la Federación han insistido en que "la farmacia española está tan apretada que no se podrían admitir nuevas medidas de recorte" a las ya sufridas en el 2000 y en 2010 y han insistido en que España dedica el 0,87% del PIB al gasto de medicamentos por receta médica, un 32% menos que la media europea, según los datos de Farmaindustria, la patronal de los productores de fármacos.
No obstante, los datos no coinciden con los aportados por la Airef la semana pasada, quien sostiene el gasto público en medicamentos asciende al 0,98% del PIB, una décima o 1.300 millones más, y que esa proporción se sitúa tres décimas por encima de la media (0,67%) de países europeos con un sistema sanitario equivalente, es decir, financiado a través de impuestos y con cobertura universal (Portugal, Italia, Finlandia, Irlanda, Dinamarca y Suecia).
Defensa de un copago por rentas
La Airef sostiene que hay margen para ahorrar cerca de 1.500 millones de euros en cuatro años a través de un gasto más eficiente, algo que pasaría no solo por el sistema de subastas, sino también por toda otra serie de medidas, entre ellas, una homogeneización de las prescripciones, la revisión más profunda de los medicamentos una vez que entran en el sistema de financiación, la consideración de la indicación terapéutica además del principio activo, o establecer un sistema de copago en función de la renta.
Una propuesta, esta última, que la patronal de farmacéuticos comparte con la Airef. Por un lado, la Fefe sostiene que el copago permite "corresponsabilizar a los ciudadanos" del valor de los medicamentos y supone una medida de ahorro que ha "funcionado bien". Por otro, cree que es justo que se diferencie por nivel de renta ya que, a la hora de poder acceder a los medicamentos, "pondera mucho más la riqueza de cada uno que el estado previo de salud", aunque puntualiza que la decisión sobre los tramos de renta dependerá de la sensibilidad social de cada gobierno.