El crédito de Deutsche mejora de la desesperación a la desventura
Un nuevo ‘credit default swap’ reducirá el coste de las operaciones de sus contrapartes
A Christian Sewing, jefe de Deutsche Bank, le han echado una mano desde un rincón oscuro de los mercados crediticios mundiales. Una nueva permuta por incumplimiento crediticio (credit default swap, CDS) reducirá el coste de las operaciones para las contrapartes del banco alemán. Aún así, mientras los costes propios de financiación del prestamista sigan siendo más altos que los de sus pares, se enfrenta a una batalla cuesta arriba para aumentar la rentabilidad.
El nuevo CDS, que comenzó a negociarse el lunes 13, protegerá a las contrapartes contra el impago por parte de Deutsche de sus bonos de mayor riesgo, denominados sénior preferentes. Es importante porque Alemania, cuando introdujo las reglas de resolución bancaria de Europa, insistió inicialmente en que todos los acreedores sénior deberían quedar pillados y asumir pérdidas en caso de quiebra de un banco. Solo permitió que los bancos emitieran deuda preferente sénior de menos riesgo, al igual que otros países, el año pasado.
Esto dejó a Deutsche en un aprieto, ya que sus contrapartes de derivados solo podían cubrirse con swaps ligados a la deuda sénior de mayor riesgo, a pesar de que su exposición estaba por encima de ella. Hasta el lunes, los CDS sénior a cinco años de Deutsche alcanzaban los 182 puntos básicos, cerca del umbral de los 200 puntos básicos, considerado en general como el punto en el que sería demasiado caro negociar con ellos.
El nuevo swap nivela un poco el campo de juego. Los CDS del banco cayeron a solo 98 puntos básicos el martes 14, el nivel más bajo en alrededor de un año. Dada la enorme importancia de los tipos de interés y del crédito para la división de banca de inversión de Deutsche, eso le debería ayudar a recuperar cuota de mercado.
Sewing no puede descansar fácilmente. Incluso con el nuevo instrumento, los CDS de Deutsche siguen pareciendo elevados. Los swaps sénior preferentes comparables de BNP Paribas se negocian a tan solo 40 puntos básicos.
Esos altos niveles alimentan el rendimiento de los bonos del banco y ponen de relieve la preocupación de los inversores sobre si Sewing puede realmente dar la vuelta al banco, que apenas es rentable. La desmoronada fusión con Commerzbank implica que ya no puede confiar en sinergias ni en depósitos baratos.
Sewing quiere alcanzar este año un modesto objetivo del 4% en retorno sobre el capital tangible. El banco ha dicho que un ROTE del 3% está dentro de su capacidad de usar recortes de costes y mejorar la eficiencia del balance, mientras que el resto es rehén de las condiciones del mercado. Eso deja poco margen de error si la economía se deteriora.
La reducción de los costes de cobertura de las contrapartes es un comienzo, pero la escasa rentabilidad de Deutsche y sus elevados costes de financiación hacen que los inversores tengan razón para seguir escépticos.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías