Cómo acercar el arte a los más jóvenes
Museos, galerías y casas de subastas se transforman para atraer a las nuevas generaciones
Las humanidades cobran importancia en un mundo eminentemente digital. Entre estas disciplinas, el arte tiene un papel destacado, ya que es una materia que puede disfrutar todo el mundo, aseguró la directora ejecutiva del Centro Botín, Fátima Sánchez, durante la jornada Make Art Work. Art in the Age of Disruption, organizada este jueves por el IE Arts & Business Club e IE Campus Life en el Palacio de Santoña.
“El arte tiene el poder de transformar a las personas y hacerlas mejores. Además, ayuda a ver las cosas desde una nueva perspectiva”, señaló la ejecutiva de la Fundación Botín, quien comentó que esta vertiente social es un eficaz argumento para atraer a las nuevas generaciones. En esta línea, el director de la colección artística de Iberdrola, Rafael Orbegozo, hizo hincapié en que “el arte es muy relevante para la sociedad porque identifica tendencias futuras”. Una cuestión que consideró especialmente relevante para corporaciones como la suya, en las que hay que hacer planes a largo plazo.
La trascendencia del mercado del arte y la necesidad de que este se adapte a los nuevos tiempos no resulta desconocido para los agentes implicados. La coleccionista Ella Fontanals-Cisneros destacó especialmente la transformación que están llevando a cabo los museos. “Le están dando a las nuevas generaciones lo que quieren y se están convirtiendo en centros para la cultura, abandonando la imagen de instituciones pasivas”, elogió la filántropa ante las decenas de estudiantes de la citada escuela de negocios que se encontraban en la sala. Una idea que reforzó el director gerente del Museo Thyssen-Bornemisza, Evelio Acevedo, para quien, debido al alto componente emocional de estas instituciones, estas deben integrarse en la comunidad y ser sensibles a los eventos de la ciudad, como puede ser la semana de la moda o una feria de arte. “Los museos no son solo cuatro paredes en las que se exponen pinturas bonitas”, apuntó el portavoz de la pinacoteca.
Por su parte, el galerista Jorge Coll aseguró que el principal problema es que valorar el arte requiere tiempo “y eso es lo que nadie tiene hoy en día”. Por ese motivo, ha creado la Colnaghi Foundation, cuyo objetivo es hacer la historia del arte atractiva para la audiencia del siglo XXI. “Las personas nunca vienen a estudiar algo concreto, sino a ver cómo es el trabajo de un comisario. Es poco, pero una vez que despiertas la pasión en alguien, es más fácil que vuelva porque no podrá dejar de leer, de mirar, de buscar...”, se entusiasmó el marchante.
En esta línea, el director de relaciones corporativas de Coca-Cola en España, Juan José Litrán, también defendió que la mejor manera de acercarse a los nuevos públicos es con pequeñas pinceladas. “Cada año que voy a Arco, me emociono al ver a la gente joven. No creo que todos estén muy interesados en el mundo del arte, pero está bien que tengan la curiosidad, ya que así luego, será mucho más accesible”, comentó el directivo, para quien las nuevas herramientas de comunicación representan una gran oportunidad para conectar con los mileniales. “Hay que engancharles, y la clave para ello está en que encuentren su propio reto”, prosiguió.
El mundo de las subastas también se ha adaptado al nuevo contexto. Así lo manifestó la directora de ventas privadas del departamento de arte de posguerra y contemporáneo de Christie’s, Beatriz Ordovas. La casa de pujas creó una plataforma pensada específicamente para el mundo online que permitía nuevas funciones, más allá de las que imitaban a las subastas tradicionales con el objetivo de atraer a nuevas audiencias. “Si nos limitábamos a trasladar las aplicaciones de las ventas offline a internet, nos estábamos perdiendo una parte de público muy importante”, comentó la experta. Desde que son más accesibles a través de la página web, han hecho que más gente se interese por las ventas. “Antes, el nombre de Christie’s echaba un poco para atrás”, afirma Ordovas.